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"¿El legado? Sangre y muertos". Cómo Qatar intentó esconder la basura bajo la alfombra
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No se han producido las mejoras esperadas

"¿El legado? Sangre y muertos". Cómo Qatar intentó esconder la basura bajo la alfombra

Ni la FIFA ni Qatar puede dar un número real de los trabajadores fallecidos durante la construcción de los estadios y las infraestructuras. "Ha sido una gran farsa", afirman desde Amnistía Internacional

Foto: Infantino, durante la rueda de prensa de esta semana. (Reuters/Gareth Bumstead)
Infantino, durante la rueda de prensa de esta semana. (Reuters/Gareth Bumstead)

"El legado transformador de este Mundial es en el hecho de que mucha gente de todo el mundo ha venido a Qatar y ha descubierto el mundo árabe, que no conocía o que conocía solo por cómo se lo habían contado. Todos han descubierto que lo que se decía y se pensaba no es cierto, que se puede pasar bien y que se pueden conocer los unos y los otros". Esta retahíla de afirmaciones corresponde al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en su balance del Mundial de Qatar. La cruda realidad es que miles de familias recibieron a sus seres queridos en ataúdes y todavía desconocen la causa de la muerte porque no se les realizó autopsia. Tampoco se les ha indemnizado. Otros trabajadores migrantes, más afortunados, no han visto todo el dinero que se les prometió... pero están vivos para contarlo.

Un mes después de que empezara el Mundial, todavía no se conoce el número real de trabajadores fallecidos desde 2010, momento en que Qatar fue designado como anfitrión del Mundial. La FIFA solo ha reconocido cuatro fallecidos en accidentes laborales durante la construcción de los estadios y el resto de infraestructuras y 37 muertes "indirectas". Sin embargo, el número es muy superior, como ya advirtió Amnistía Internacional. Qatar, que ha tratado de taparlo, ha tenido sus propios resbalones. El máximo responsable del Comité Supremo para la Organización y el Legado de Qatar, Hassan Al-Thawadi, reveló en una entrevista con la CNN que "la estimación está en torno a los 400 o 500. No tengo el número exacto, porque es algo que se está valorando y discutiendo, pero una muerte es demasiada muerte, simple y llanamente".

Horas después de las palabras de Al Thawadi, un portavoz de la organización quiso especificar que únicamente 40 murieron en la construcción de los estadios y que entre 2014 y 2020 fallecieron 414 personas, contando también a los trabajadores de otros sectores en todo el país y de diferentes nacionalidades en un comunicado confuso. Durante años, los trabajadores estuvieron expuestos a temperaturas inhumanas, de hasta 50 grados en verano. Además de vivir en condiciones insalubres y con bajas medidas de seguridad.

Por su parte, Amnistía Internacional comprobó numerosos certificados de defunción de trabajadores migrantes que tenían entre 30 y 40 años. Todos se limitan a atribuir la causa de las muertes a "causas naturales" o "insuficiencia cardiaca" sin precisar nada más. Sus familiares en Nepal y Bangladesh contaron que los fallecidos gozaban de buena salud y varios apuntaron al calor extremo y las duras condiciones que les trasladaron antes de morir como las causas reales de las defunciones.

Las reformas laborales prometidas bajo el sistema Kafala, que vertebra la relación entre el contratante (patrocinador) y el contratado, estuvieron lejos de cumplirse a pesar de las promesas del Comité Supremo de Organización y Legado y de algunos pequeños avances en 2017 y 2021. De hecho, durante el partido inaugural del Mundial en el estadio Al Bayt, más de 200 trabajadores del sudeste asiático estuvieron durante siete horas sin comer, beber agua o ir al lavabo, tal y como informó The New York Times. El Confidencial habla con el Portavoz de Amnistía Internacional, Ángel Gonzalo, sobre el legado que deja el Mundial en Qatar.

La gran farsa

"La guerra de cifras continua así y va a seguir así. La única cuenta posible son las cifras de los países de origen. Hablamos de miles de personas, eso seguro. Nunca en ningún evento deportivo reciente se habían producido tantas muertes. Qatar dijo que eran muertes naturales, pero Qatar engañó a los trabajadores migrantes prometiéndoles condiciones dignas y buenos salarios y estos se encontraron con un sistema donde el empleado pertenece al empleador, no tienen asistencia sanitaria y viven en barracones. Hasta 2021 se podía trabajar a más de 31 grados al sol. Así ha sido durante 11 años", explica Ángel Gonzalo.

¿Cuál será el legado de este Mundial? "El legado es que no ha cambiado nada. Es un legado de muertos y de sangre y todavía no se ha indemnizado a las familias. La legislación que reprime a la comunidad LGTBI sigue y la misma ley que condena las relaciones del mismo sexo a siete años de prisión. También el sistema de tutelaje masculino, así como la nula libertad de prensa, un sistema de justicia que no es independiente y hasta sigue vigente la pena de muerte. Lo único que ha cambiado es la situación de los trabajadores migrantes, porque ya no construyen estadios. En cambio, las mujeres que trabajan en el hogar siguen con malas condiciones: se les retiene el pasaporte, tienen horarios abusivos y salarios de hambre)", afirma el responsable de la organización.

placeholder Los alemanes protestaron así antes del partido contra Japón. (Reuters/Annegret Hilse)
Los alemanes protestaron así antes del partido contra Japón. (Reuters/Annegret Hilse)

"Negarnos el derecho a llevar el brazalete arcoíris es igual que cerrarnos la boca y dejarnos sin voz. No se trataba de hacer una declaración política: los derechos humanos no son negociables", así protestó la Federación de Alemania antes de jugar contra Japón. La Federación de Dinamarca calificaría las palabras de Infantino de "vergonzosas". ¿Por qué la FIFA decidió prohibir que los capitanes lucieran los brazaletes de OneLove en apoyo al colectivo LGTBI? Así contestó Infantino. "Como FIFA debemos encargarnos de todos, no tenemos que discriminar a nadie porque somos una organización global con 211 federaciones, tenemos que ir todos a una. Cuando hablamos de reglamentos o prohibición, no se trata de prohibir o no, sino de respetar los reglamentos: en un campo de fútbol se juega al fútbol. En el terreno de juego hay que respetar el fútbol, por eso están ahí esos reglamentos. Fuera del terreno, todo el mundo puede expresar lo que considere. Pero dentro, hablemos solo de fútbol".

"Qatar quería mostrarse como un país moderno y atraer inversión extranjera. Eso lo ha logrado. El sistema de blanqueamiento internacional a través de la organización de eventos deportivos funciona en el Golfo con la Supercopa de Arabia Saudí, el París Dakar, los Grandes Premios de Fórmula 1", confiesa Gonzalo. Por otra parte, los esfuerzos por ocultar la realidad del país no han impedido que federaciones como Alemania, Inglaterra, Gales, Dinamarca o Francia alzaran la voz. "Es un éxito que Gianni Infantino hiciera esas declaraciones tan ridículas donde decía 'hoy me siento árabe, qatarí y gay' y se le olvidó decir que era mujer, donde son personas de segunda en Qatar. El Mundial no se ha traducido en cambios dentro del país y, aunque pretendían hacer un Mundial impecable, los derechos humanos han ocupado un primer plano, como con la protesta de Alemania", cuentan desde Amnistía Internacional.

La peor anfitriona de la historia

En el terreno deportivo, el rendimiento de Qatar en el Mundial fue muy pobre y una decepción enorme para el país y las autoridades. 0-2 ante Ecuador, 1-3 contra Senegal y 0-2 en el último partido ante Países Bajos. Ese ha sido el camino de la selección qatarí en su primera participación en un Mundial tras más de una década preparándose para sorprender al mundo en el Mundial con la mayor inversión de la historia. El resultado: cero puntos, un gol a favor, siete en contra y una imagen de equipo poco preparado, sin talento individual ni fortalezas colectivas, a pesar de ser la campeona asiática.

Después de 12 años vendiendo las bondades de la Aspire Academy, donde surgieron 18 de los 26 futbolistas de la selección y también donde se formó el español Félix Sánchez, exentrenador de La Masia, el bagaje de Qatar fue lamentable. No hubo nada que rescatar de la selección del Golfo, que llegó a estar 152 minutos sin disparar ni una sola vez entre los tres palos. Nacionalizar a 10 de tus 26 futbolistas para el Mundial (un 38.46% del total de la convocatoria) no sirvió para nada. Ni para ser competitivo. La imagen de la afición qatarí abandonando el estadio por ir perdiendo al descanso en el debut contra Ecuador ya queda como una mancha histórica para Qatar y para la FIFA. Fue la peor anfitriona de la historia.

placeholder Félix Sánchez, entrenador de Qatar. (Reuters/Bernadett Szabo)
Félix Sánchez, entrenador de Qatar. (Reuters/Bernadett Szabo)

"No había ningún tipo de tradición futbolística en Qatar y lo han inflado. Ficharon a embajadores como Xavi Hernández, Hierro o Raúl. Han intentado montar un Mundial donde no había pasión. Se vio en el primer partido. Ha sido una farsa, como cuando se pagaba a los mismos trabajadores migrantes o se les daba el día libre para ir a los estadios (muchos semivacíos) para que hicieran de aficionados fake o animaran. Lo ha visto todo el mundo", concluye Gonzalo.

The New York Times publicó que el Comité Organizador del Mundial financió el viaje, alojamiento y las entradas de hasta 50 aficionados por cada país de los 32 equipos que han participado en el Mundial. Los aficionados, a cambio, debían amplificar los mensajes de los organizadores para apoyar la Copa del Mundo "dándole 'me gusta' y volviendo a compartir publicaciones de terceros", así como "reportar cualquier comentario ofensivo, degradante o abusivo hacia la organización y, de ser posible, tomar capturas de pantalla de dichos comentarios y luego eliminarlos de inmediato.

Foto: Aficionados qataríes se hacen pasar por hinchas españoles. (Reuters/Suhaib Salem)

Al mismo tiempo, según documentos y contratos que revisó The New York Times y que confirmaron varios aficionados, los participantes estaban advertidos de que, aunque no les piden ser un "portavoz" de Qatar, "es evidente que no sería apropiado que usted denigre" al país ni al torneo. La oferta de Qatar, la cual surgió de un programa de participación para aficionados que comenzó en 2020, es la primera vez que un país anfitrión paga para que asistan al Mundial grupos de aficionados de todas las naciones que compiten.

Por último, cabe recordar Infantino anunció que la FIFA ha ingresado 7.500 millones de dólares en el Mundial, más de 1.000 millones más de lo previsto. También pronosticó que la FIFA ganará más de 11.000 millones de dólares en los próximos 4 años. ¿Se hará cargo de las indemnizaciones a las familias? ¿Lo hará Qatar? No tiene pinta a pesar de que múltiples federaciones de fútbol como la de Noruega o Dinamarca lo han pedido. También Amnistía Internacional. ¿Tendrá algo que ver que el máximo dirigente de la FIFA haya residido en Doha desde inicios de 2022? Esto también forma parte "del mejor Mundial de la historia" según Infantino.

"El legado transformador de este Mundial es en el hecho de que mucha gente de todo el mundo ha venido a Qatar y ha descubierto el mundo árabe, que no conocía o que conocía solo por cómo se lo habían contado. Todos han descubierto que lo que se decía y se pensaba no es cierto, que se puede pasar bien y que se pueden conocer los unos y los otros". Esta retahíla de afirmaciones corresponde al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en su balance del Mundial de Qatar. La cruda realidad es que miles de familias recibieron a sus seres queridos en ataúdes y todavía desconocen la causa de la muerte porque no se les realizó autopsia. Tampoco se les ha indemnizado. Otros trabajadores migrantes, más afortunados, no han visto todo el dinero que se les prometió... pero están vivos para contarlo.

Mundial de Qatar 2022 Corrupción en la FIFA
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