La España del grupo del entusiasmo, contra la historia negra en los debuts de los mundiales

España no es Argentina. Juega como equipo, está más trabajada y el líder lo tiene en el banquillo. Pero viene bien comprobar que, aunque tengas a Messi en el campo, no es suficiente para ganar ni tampoco sirve para pasearse ante los rivales que son inferiores. El batacazo de Argentina es un aviso para la Selección de Luis Enrique. Hay que competir muy bien para sacar adelante el primer partido del Mundial, el que es clave para coger confianza, y de esto España necesita mucho porque es una Selección joven e inexperta.

El debut contra Costa Rica es la primera gran prueba del Mundial para España. Luis Enrique ha formado un grupo unido, sin complejos y con entusiasmo. Es el estado de ánimo que contagia un seleccionador convencido de que es posible disputar los siete partidos del Mundial. Esto es lo mejor. El primer desafío del grupo es superar la presión y los nervios del debut. La historia indica que para España no es una tarea fácil empezar con buen pie en los mundiales. El de Qatar es el decimosexto y en los 15 disputados hay debuts en que se han producido batacazos. Desde la primera participación en el Mundial de 1934 en Italia hasta la de 2018 en Rusia, son 15 torneos con un saldo de siete derrotas, cuatro victorias y cuatro empates en el primer partido. "Es muy difícil ganarnos", suele repetir Luis Enrique. Lo interesante sería dar el primer golpe en la mesa con una victoria contra Costa Rica en el estadio Al Thumama de Doha.

No se trata de ser pesimistas. Tampoco de creerse superfavoritos por tener un equipo que tiene estilo, sabe a lo que juega, lleva la iniciativa del juego y en el que hay talento. España tiene virtudes y potencial. Igual que están identificados los puntos fuertes, se puede dar la sorpresa si aparece la fragilidad defensiva y sale uno de esos días con nula eficacia ofensiva. Lo que es seguro es que la Selección de Luis Enrique es un grupo que se cree capaz de ganar a cualquiera que tenga enfrente. En la trayectoria del técnico asturiano al frente de la Selección, está comprobado que lo pasa peor con los equipos que defienden con orden y agresividad, que no dejan espacios y resultan incómodos. La Selección de Luis Fernández Suárez, el técnico colombiano que dirige a Costa Rica, está capacitada para que a España se le atragante el estreno en el Mundial de Qatar.

Los verdugos de España

En el debut en los tres últimos mundiales, no hubo victoria. España ha tenido de todo. Perdió en el encuentro inaugural en 2010 contra Suiza (1-0) y acabó siendo la campeona del mundo. En Brasil, en 2014, se dio el leñazo con la goleada recibida en el partido contra Holanda (5-1), y en Rusia 2018 empató contra la selección de Portugal de Cristiano Ronaldo (3-3). La historia dice que a la Selección española le cuesta entrar en juego y esas siete derrotas en los debuts mundialistas están en la mochila. Los verdugos han sido Checoslovaquia en el Mundial de Chile de 1962 (1-0), Argentina en el Mundial de Inglaterra de 1966 (2-1), Austria en el Mundial de Argentina de 1978 (2-1), Brasil en el Mundial de México de 1986 (1-0), Nigeria en el Mundial de Francia de 1998 (3-2) y los mencionados contra Suiza en Sudáfrica y Holanda en Brasil. De batacazos en un estreno mundialista se pueden considerar los empates contra Honduras en el Mundial de España de 1982 (1-1) y las derrotas contra Nigeria, Suiza y Holanda.

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Sergio Busquets, el capitán de España y la voz de la experiencia del grupo, no tiene inconveniente en reconocer a las puertas del estreno en Qatar contra Costa Rica que "el primer partido es el más complicado". Una vez que se supera y si es con resultado positivo, empieza a fluir el juego y se refuerza la confianza. Luis Enrique es un entrenador experimentado y dice que está "encantado" de hacer su debut como seleccionador en un Mundial. Lo que se calla es lo complicado que es arrancar, y lo vivió en sus carnes en el estreno de la Eurocopa con el empate a cero contra Suiza. La Selección fue de menos a más hasta caer eliminada por los penaltis en las semifinales contra Italia.

Ganar a Costa Rica sería dar un paso de gigante pensando ya en el siguiente partido, de máxima dificultad, contra Alemania. De los enfrentamientos contra la selección costarricense no se pueden sacar demasiadas conclusiones. Es la primera vez que España y Costa Rica juegan en un partido oficial. Los tres partidos que han disputado son de carácter amistoso, con un balance de dos victorias y un empate para España. Los dos primeros de ellos fueron con Vicente del Bosque en 2011 (2-2) y 2015 (2-1), y el tercero con Julen Lopetegui en 2017 (5-0), en una goleada en la que uno de los tantos lo logró Jordi Alba. El Mundial es otra historia, con una exigencia mayor y la dificultad de ver cómo las selecciones más modestas ofrecen un plus competitivo para dar la campanada. Lo que le ha sucedido a Argentina con Arabia Saudí.

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La expectación está puesta en comprobar cómo va a arrancar la España de Luis Enrique en el Mundial de Qatar, las sensaciones que transmite, la capacidad competitiva y las ilusiones que genera para considerarla una de las favoritas. El partido contra Costa Rica es clave y no se lo quiere perder Felipe VI, que estará en Doha para ver el estreno de la Selección española.