Luis Enrique se calienta con el caso Gayà: "Es la única posición en la que no puedo esperar"

El día antes del debut de España contra Costa Rica se vio a un Luis Enrique entusiasta y caliente. Lo primero tiene una justificación. Es su estreno como seleccionador en un Mundial y tiene muy buenas sensaciones. No le importa decir que el objetivo es jugar los siete partidos de la competición y que quiere ganar la Copa del Mundo. El asunto caliente es la controversia que sigue generando la desconvocatoria de José Luis Gayà.

El lateral izquierdo del Valencia se tuvo que marchar de la concentración en Doha por culpa de un esguince de tobillo. La polémica la ha alimentado el propio futbolista cuando, una vez en España, puso un mensaje en sus redes sociales para decir que es un "esguince leve". La sensación es de indignación, principalmente en Valencia, y de no entender por qué Luis Enrique no ha podido esperar a que se recuperara en Qatar por un contratiempo que no se considera grave. Ha sido un palo para Gayà. Perderse un Mundial es muy duro y todo este asunto incomoda al seleccionador por el ruido que genera.

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Luis Enrique ha querido dar explicaciones y ser contundente en su versión de por qué no esperó a Gayà, como sí lo ha hecho con otros jugadores. Su caso se compara con el de Busquets. Al capitán no le desconvocó en la Eurocopa cuando dio positivo por coronavirus. Lo que se le ha preguntado a Luis Enrique es por los motivos de su decisión. "Si hubiera sido otro jugador, no habría hecho lo mismo. El lateral izquierdo es una posición específica y necesitamos que tenga un perfil ofensivo y defensivo potente, que pueda hacer de extremo, que ataque la profundidad. Los doctores me dijeron que tenía una lesión para 10 o 15 días, que no podía jugar los dos primeros partidos, y yo tengo que tomar decisiones con la cabeza. Tengo que tomar decisiones responsables. Lo siento en el alma. Gayà es un fenómeno, le tengo mucho aprecio y me cae de maravilla, pero ha tenido muy mala suerte".

A otro sí le esperaría

El seleccionador da todo tipo de detalles para que no se le juzgue mal, para que se entienda por qué ha tenido que tomar la decisión, que es dolorosa, pero que considera necesaria: "Es la única posición en la que no puedo esperar a nadie. Si a Jordi Alba le pasa algo, estaríamos los dos primeros partidos del Mundial sin un lateral izquierdo. Hay que tener a dos laterales izquierdos en plenas condiciones para empezar el Mundial. Si le pasa a un pivote, lateral derecho o central, seguiría aquí. Lo siento en el alma, pero tengo que anteponer los sentimientos, y la lesión es de mala suerte por cómo se dobla el tobillo. Tengo que liderar y hacer lo mejor para el equipo".

En sustitución de Gayà llegó Alejandro Balde, el joven lateral del Barcelona, que puede desenvolverse en las dos bandas. Luis Enrique quiere dejar claro que en la posición de lateral izquierdo no tiene más jugadores que se puedan adaptar a esta demarcación.