Cuando Luis Enrique mete con calzador a Ansu Fati en la lista del Mundial de Qatar

Luis Enrique tiene una virtud y un defecto. Es demasiado sincero y a la vez un cabezota. Ha metido a Ansu Fati en la lista de 26 jugadores para el Mundial de Qatar con calzador. El discurso del seleccionador no es convincente. Reconoce que la decisión la ha tomado en el último momento, que tenía dudas hasta el día anterior, con lo que no tenía toda la seguridad y certeza de que su rendimiento podría ser una garantía. Ha elegido hacer caso a su instinto. El recuerdo de Ansu Fati es el de un futbolista con talento y gol. Un jugador que le encanta al seleccionador, pero al que no llamó en la última convocatoria y que es, no lo olvidemos, suplente en el Barcelona. En los últimos partidos, Xavi ha llegado a utilizar a Ferran Torres como delantero.

En la duda de elegir a otro delantero o Ansu Fati, el perjudicado es Borja Iglesias. El delantero del Betis ha muerto en la orilla, se ha quedado a las puertas de ir a un Mundial, podría decir que es hasta cruel, ha dado su mejor versión en el Betis, donde sí es titular, se le ve motivado, enchufado... Es el gran damnificado. Otros se podrán quejar menos. Es el caso de Gerard Moreno o con el que no se contaba de Iago Aspas o el de una cara nueva como Joselu. Ansu Fati se ha colado en la lista de la Selección en el último momento, de forma apurada. Justa o injusta es la sorpresa que tenía guardada Luis Enrique.

"Ha sido una de las dudas hasta el último momento", reconoce Luis Enrique. No lo oculta. No lo tenía claro, pero ha hecho algo tan sencillo como esperarle hasta el último momento. Es uno de los suyos. Le tiene fe, aunque sea para jugar los últimos treinta minutos de los partidos. Parte, se supone, como suplente en la Selección. Es su rol en el Barcelona. Ha mejorado de su lesión, pero no se le ve con la chispa del mejor Ansu Fati. Aun así, para Luis Enrique y su staff es de los imprescindibles para ir a Qatar.

Se la juega

El argumento que ofrece el seleccionador para defender su decisión es el de conocerle muy bien. "Su nivel futbolístico es incuestionable", dice. Eso no lo duda nadie. El mejor Ansu Fati era un tiro, se le caían los goles, tenía el don de la oportunidad y la efectividad. Todavía no ha recuperado este nivel y a Luis Enrique no le importa reconocerlo. "Está en un proceso de cambio, pero la ilusión que tengo es recuperar su mejor versión". Al Mundial no se debería ir a recuperar a jugadores con los que tienes dudas sobre su salud, deberían ir los que están en su mejor momento de forma física y futbolística. Pero Luis Enrique ha elegido jugársela.

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Entre sus contradicciones no le importa reconocer que Ansu Fati "ha jugado más, pero no es titular fijo". A lo que se agarra el seleccionador es al efecto anímico: "Para él puede ser un estímulo grande. Son dudas a despejar. Lo veremos en el Mundial". Más claro, agua. Luis Enrique se lleva a Ansu Fati al Mundial con la incertidumbre de si podrá dar su mejor nivel, con la esperanza de que su estímulo por entrar en la lista le dé goles a España, sirva como revulsivo, sea un ejemplo de superación dentro de la concentración y para quedarse a gusto de que lleva a los que más le gustan y con los que está cómodo. Si deja la Selección tras Qatar, como parece, podrá decir que fue el seleccionador que llevó a Ansu Fati a un Mundial.