Sin gol no hay paraíso: el Atlético paga cara su poca contundencia y el Barça mata LaLiga (1-0)

El Atlético de Madrid no llegará a competir esta Liga, ni a revolucionarla, porque no tiene gol. El equipo de Simeone, que generó las suficientes ocasiones claras en el Camp Nou para adelantarse en el marcador primero y para rascar un empate después, se fue con cero puntos de Barcelona. La falta de talento diferencial en todas las líneas, agudizada en el ataque donde solo Antoine Griezmann dio verdadera sensación de peligro, condenó a los rojiblancos. El francés tuvo tres oportunidades, una de ellas escupida por el palo. El Barça, por su parte, superó una primera parte muy floja gracias a un tanto de Ferran Torres en el minuto 45. El valenciano aprovechó un fallo en cadena de la defensa rojiblanca donde toda la defensa erró: Giménez rompió el fuera de juego, Hermoso dejó controlar la pelota a Raphinha y Savic dejó espacio de sobra a Ferran. Oblak no cubrió la portería como debió. En la segunda parte, el partido enloqueció con un Barça mejor y un Atlético sin colmillo. El marcador ya no se movería. El Barça da un golpe letal a LaLiga y ya está a 11 puntos del Real Madrid.

Los colchoneros se plantó en el Camp Nou con el objetivo de poner patas arriba LaLiga. Los de Simeone, masacrados por las bajas clave de Koke, Marcos Llorente o Reinildo, además de Memphis Depay, serían mejores que el Barça en el primer tiempo. Sin embargo, los rojiblancos no encontrarían un gol que buscaron con ahínco y un soberbio Antoine Griezmann. Sin tiempo para asentarse en el terreno de juego, una pérdida absurda de Sergio Busquets impulsó la recuperación de Ángel Correa y el argentino, que detectó a Griezmann, sirvió la pelota para el francés, que la estrelló en el travesaño. Se libró el Barça por centímetros en una muy mala primera parte de los azulgranas.

El Barça fue un equipo plomizo, impreciso, plano y lento. El Atlético tenía un plan muy claro: robar y salir escopeteados al contragolpe en tres-cuatro pases. Sin Koke en la base, a los rojiblancos les faltó un lanzador de élite para espolear a Correa, Carrasco y Griezmann. Con Witsel y De Paul en la base y Lemar muy móvil, el Atlético recurría a la creatividad de Griezmann en demasiados lugares. El francés tocaba con acierto, sacaba a Busquets de su zona y sembraba el caos cada vez que tocaba el cuero. Los de Xavi, con el técnico indignado por el arbitraje, se atascaron. El Barça no podía dotar de velocidad ni desborde la posesión de la pelota. Lewandowski bajaba, Ferran se movía entre líneas y toda la banda izquierda era para Balde, frenado por Nahuel Molina.

Solo Robert Lewandowski, con leves chispazos de Raphinha, intimidaron al Atlético. El delantero polaco chocó con Savic y salió disparado el serbio. La jugada del delantero culé la cazó Ferran Torres, al que se le echó el tiempo encima y desperdició el primer tanto. Llegaba más y mejor el Atlético, pero le faltaba mordiente a los de Simeone como reflejaría una ocasión tímida de Correa. Contestó el Barça acto seguido y Oblak se cruzó en el camino de Ferran y Raphinha. En el minuto 35, otra vez Griezmann tendría una gran ocasión tras una escapada de Carrasco en la banda izquierda colchonera. Ter Stegen sacó una mano imperial.

El Atlético, sin gol

Justo al filo del descanso, Giménez rompió el fuera de juego, Raphinha se despegó de Hermoso para asistir a Ferran Torres y el valenciano, absolutamente solo ante la mirada de Savic, batió a Oblak con un disparo que pasó bastante centrado. Un error en cadena del Atlético de Madrid tiraba por el retrete una primera parte notable de los de Simeone, limitados por la falta de calidad diferencial en cada una de sus líneas. La baja de Koke era lateral. El resto era falta de talento individual. El Barça había sufrido a la espalda de Koundé con Carrasco y Marcos Alonso temblaba en defensa. Sin embargo, ese gol de Ferran decantó el encuentro.

Inició la segunda parte sin cambios en ninguno de los dos equipos. El Barça empezó con más energía, con dos llegadas que rozaron el 2-0, con Lewandowski y Ferran como protagonistas. El Atlético no quiso quedarse atrás, primero con Lemar y luego con Carrasco. El partido se abrió en canal y el Atlético ya había concedido más en defensa en cinco minutos que en toda la primera parte. Los rojiblancos despertaron del letargo al contragolpe. Disparó Carrasco sin peligro. El Atlético seguía anhelando un '9' con cara y ojos. Entraron Álvaro Morata y Pablo Barrios por Correa y Witsel. En el Barça, Xavi introdujo a Pedri, que volvía tras lesión, y a Eric García. Salieron Ferran Torres y Marcos Alonso. El Camp Nou ovacionó al canario.

Pudo matar el partido Gavi en el minuto 61 tras un error de Carrasco, pero el andaluz disparó demasiado cruzado. El partido había cambiado y se había teñido de color azulgrana. Y, sin embargo, De Paul perdonaría un gol cantado tras una buena jugada del belga. Todo lo que dejaba que desear en defensa con Raphinha lo trataba de compensar en ataque, donde al Atlético le condenaba la falta de determinación. Morata no llegaría por los pelos a un centro magnífico de Nahuel Molina tras la salida en falso de ter Stegen. El mejor jugador seguía siendo Griezmann. Simeone introdujo entoces a Saúl Ñíguez por Lemar.

El cansancio hizo mella y el Barça tuvo la sentencia en sus manos. Raphinha remató al muñeco cuando solo tenía que empujarla y ter Stegen atajó el remate de tacón de Griezmann tras una buena jugada de Morata. La más clara la tendría Lewandowski después de un fallo clamoroso de Savic, al dejar pasar una pelota en largo que cazó el polaco y, con todo a favor, la tiró fuera. Tenía a Raphinha en posición clara de gol, pero la jugó y protagonizó una pifia grave. El partido seguía vivo para el Atlético, aunque el Barça había mejorado ofensivamente en la segunda parte. El brasileño se libró de la expulsión y también Reguilón, recién incorporado al campo. En los últimos minutos se estudió un posible penalti por mano de Busquets, pero Sánchez Martínez no vio nada punible. El Barça superó un partido muy complicado y se coloca a 11 puntos del Real Madrid.