Joao Félix-Simeone, una relación en punto muerto y sin solución: "Nadie es imprescindible aquí"

La primera etapa de Antoine Griezmann en el Atlético de Madrid concluyó de la peor manera posible en el verano de 2019. El francés, entre los cinco mejores jugadores del momento, solo continuó un año más en el club después de su renovación un año antes. El Barcelona depositó los 120 millones de euros, su cláusula de rescisión. Esa cantidad fue utilizada por los colchoneros para incorporar a un desconocido portugués de 20 años, Joao Félix.

Los primeros amistosos del luso, incluido uno ante el Madrid en América (3-7 ganó el Atleti), dejaron ver que no era un futbolista más. Griezmann era un diamante y parecía que había llegado otro para reemplazarlo. Hay amores inesperados y que están destinados a encajar, aunque el de Joao haya sido todo lo contrario. No siempre lo que bien empieza, bien acaba.

El divorcio con Diego Pablo Simeone es evidente. En la rueda de prensa previa a la eliminatoria de Copa del Rey, El Cholo fue rotundo: "Quiero lo mejor para el club. Nadie es imprescindible". El portugués, además, le pidió a su agente, Jorge Mendes, que sondeara el mercado en enero en busca de una salida. Se niega a aguantar una temporada más condenado al ostracismo por la terquedad del entrenador.

Los peores años de Simeone

Su primera temporada quedó empañada por la pandemia, que conllevó la detención de las competiciones e impidió que mostrara todo su repertorio. En el regreso del año siguiente, el que ganaron la última Liga, Joao empezó como un fijo en el ataque. De hecho, era el acompañante habitual de Luis Suárez en la delantera. Una lesión, sin embargo, lo dejó fuera dos meses y luego no encontró su sitio en el equipo. Marcos Llorente, a un nivel excelso, se había consagrado en la mediapunta.

El último año, además del presente, han sido los peores de la década que lleva Simeone al frente del club. El pasado, tuvieron que hacer una reunión de conjura para analizar detenidamente los problemas y conseguir un objetivo claro: entrar en la Champions. Joao tuvo más protagonismo entre febrero y abril, pero una lesión de nuevo lo aportó del equipo. Quizá estaba ante su mejor momento en el club.

El gesto de Joao Félix

El portugués -consciente de las necesidades que tenía el equipo, especialmente en la zona de ataque- se ofreció a jugar incluso sin estar recuperado del todo. El Cholo agradeció el gesto, pero le pidió que no forzara. Todo parecía arreglado entre ellos. Aunque este tenía que ser el año de Joao, el luso se enfrenta al mismo problema de siempre: su escaso protagonismo.

Joao ha demostrado durante el Mundial que puede ser un jugador determinante, pero no lo es para Simeone. Su paciencia parece que ha llegado al límite. No quiere esperar más y Jorge Mendes lo sabe. Si no sale en enero, el verano es la fecha máxima para que el portugués abandone el Atlético de Madrid. Eso sí, si se marchara El Cholo todo puede cambiar.