Lo mejor y lo peor | Xavi impone su supremacía y Simeone vive un delirio

El Atlético de Madrid ha tocado fondo. No ha importado que haya atravesado varios posibles puntos de inflexión esta temporada (la victoria en Porto y la remontada contra el Valencia en casa). El equipo de Simeone es de todo menos un equipo de Simeone. Un conjunto de jugadores superados por los rivales y por las circunstancias y que no presenta ningún rasgo característico propio de los equipos del preparador argentino. No hay personalidad, fortaleza defensiva, determinación en las áreas, resistencia ni capacidad de superar las adversidades. Esta vez, fue el Barça de Xavi Hernández quien le endosó un durísimo correctivo (4-2) en un partido que se le puso de cara al Atlético en los primeros compases y que ni aun así pudo ganar.

Venían los de Simeone de vivir una previa muy caliente y alentada por sus entrenadores. Primero, el argentino atizó al azulgrana haciendo referencia a unas palabras de 2016 en 'Universo Valdano', donde Xavi cargó contra el estilo colchonero. "Él decía que el fútbol del Atlético no era para el estilo de los equipos grandes, ahora tiene la posibilidad, con esta llegada de tantos futbolistas para usar, sobre todo tres en la parte ofensiva, para poder desplegar lo que él busca, quiere, se imagina y, en realidad, fue creciendo en su cuna que es el Barcelona. Y nada, nosotros, a nuestro juego y a llevar el partido donde queremos". El catalán solo reafirmaría sus ideas en la rueda de prensa: "No creo que la afición del Barça entendiera la forma de jugar del Atlético, no encaja. No podríamos jugar con los 11 atrás". Una vez que rodó la pelota, Xavi ganó la batalla.

Lo peor | Este Atlético es insostenible

La directiva del Atlético de Madrid debe plantearse si Simeone sigue siendo su hombre adecuado o si quiere un cambio de rumbo. Si opta por lo primero, una limpieza en la plantilla en verano es una asignatura obligada. No es normal que un equipo que marca un gol en el minuto 8 de partido en un escenario como el Camp Nou no sea capaz de aguantar el resultado más de dos minutos. Habla mal de Simeone, sin la solvencia suficiente en la pizarra para defender en su propio campo ni la versatilidad necesaria para presionar arriba. El Atlético marcó, pero ya no supo qué más hacer con la pelota ni sin ella. Cada centro lateral era un Vietnam particular. Cada acción a balón parado, un problema de Estado, y el ritmo del Barça lo acabó pasando por encima. A pesar de jugar casi media hora con uno más, no encontró el camino de la remontada.

Lo malo | ¿Cuánto más hay que esperar a Joao Félix?

El portugués tiene más talento que todo el resto de atacantes del Atlético de Madrid. Le pegan mucho y siempre está muy marcado por el rival. Además, Joao Félix suele jugar muy lejos de la portería contraria y esta argamasa de condicionantes minan su posible explosión. El problema es que ya hace tres años que el Atlético de Madrid compró a un jugador con la promesa de ser diferencial y a sus 22 años solo hemos visto chispazos sin continuidad. Simeone lo mimó en la previa, pero no tuvo el efecto deseado: "João va a jugar mañana y es un gran momento para que las palabras sean hechos. Tiene todas las condiciones para hacerlo. Ha entrenado muy bien esta semana, con ilusión, ganas de demostrarlo y mañana seguramente hará un gran partido, que es lo que queremos todos", afirmó en sala de prensa.

Sin embargo, el encuentro del portugués no pudo ser más decepcionante. Desconectado del juego, fallón cuando tuvo un par de ocasiones de cambiar el rumbo del partido y poco implicado en defensa. El gol de Dani Alves, donde el brasileño atacó el balón en la frontal del área colchonera con las ganas que Joao Félix nunca tuvo, le dejó en evidencia. Simeone, muy cabreado en la banda del Camp Nou, no se perdió el detalle y lo mandó el banquillo para dar entrada a Matheus Cunha y Ángel Correa, injustamente sacrificados en favor del luso.

Lo mejor | El primer gran día de Xavi en el Barça

Por primera vez en la temporada, el Barça de Xavi Hernández fue lo que su técnico prometía en rueda de prensa. Un equipo atrevido y vertical con el balón a la par que preciso. Un conjunto amplio, ofensivo y atento en la presión pospérdida. Reaccionó al primer gol de Yannick Carrasco de la mejor manera posible (marcando dos en 11 minutos y remontando el choque). El Barça fue superior en todas las facetas del juego a su rival en la primera parte y además tuvo la consistencia ideal para reponerse a la expulsión de Dani Alves en el minuto 69 y dejar seco a su rival. El Atlético no disparó a puerta ni una sola vez en los 21 minutos más seis que se añadieron y el Barça controló el partido a su antojo a través de la pelota, algo que no había sucedido hasta el momento.

Lo bueno | Con Adama a este nivel, Dembélé sobra

La gestión de la renovación del jugador francés ha sido un despropósito. Aunque ahora el Barça quiera darle la vuelta a la tortilla y recuperar un jugador importante para Xavi Hernández hasta el punto de pedir en rueda de prensa que no le silben más, la realidad es que el Camp Nou ya no acepta a Ousmane Dembélé. Cuando su nombre sonó por megafonía durante las alineaciones, el público azulgrana reaccionó con una sonora pitada que evidencia el cabreo de la masa social azulgrana. Es lo que sucede cuando un jugador "que ya no queremos y no está comprometido", en palabras de Mateu Alemany, vuelve a la convocatoria. La buena noticia es que Adama Traoré lo clavó en su debut.

El extremo español dio amplitud al juego azulgrana, desafió una y otra vez a Mario Hermoso en la banda y salió victorioso en la mayoría de ocasiones. Además de dar una asistencia, su notable actuación fue crucial para romper la poca fortaleza defensiva colchonera. A través de su potente zancada, su desborde y verticalidad, el jugador del Barça abrió la puerta de la remontada por puro talento individual. Xavi valora al máximo los extremos y Adama ha dejado claro en el primer día en la oficina que está para ser titular.

Lo normal | El Barça gana peso para estar en la Champions

Al Barça le sale todo de cara menos la lesión de Ansu Fati. Para solucionar un contratiempo sensible, Mateu Alemany ha jugado al límite con el límite salarial para incorporar a Ferran Torres, Pierre-Emerick Aubameyang, Dani Alves y Adama Traoré. Con estos refuerzos, lo más normal es que el Barça esté en la próxima Champions League. Un objetivo vital a nivel deportivo, pero también económico. No estar en la competición más pomposa del Viejo Continente significaría un impacto crítico en la línea de flotación de su recuperación económica. Algo que el Atlético de Madrid debería empezar a plantearse si sigue jugando tan mal al fútbol y siendo uno de los equipos más endebles del 'top 10' de LaLiga. Con 30 goles en contra, ninguno de sus potenciales rivales por ocupar las plazas de Champions suma tantos a estas alturas de la competición. Y es más, ya suma cinco más que en toda LaLiga pasada (25).