"Es un 10 en todo". Así es Adama Traoré, el último fichaje de Xavi desde la Roja

El regreso de Adama Traoré al Barça es oficial tras días de especulaciones. El excanterano culé se marchó para la temporada 2015/16, sin sitio en la plantilla de Luis Enrique. Ahora regresa como cedido en este mercado invernal, cumplidos los 26 años, para cubrir el vacío que deja un marginado Dembélé en la banda derecha del ataque. Además, el contrato incluye una opción de compra y la ilusión del jugador es quedarse.

Adama es hoy un futbolista maduro después de pasar por Aston Villa, Middelsbrough y asentarse en el Wolverhampton, acaso lo que más necesita el Barça actual. Un equipo con mucha juventud y en plena reconstrucción. Para salir adelante, parece claro que Xavi precisa futbolistas en edad de mantener la ambición pero, a la vez, acostumbrados a competir. Los culés necesita equilibrio en todos los aspectos posibles, no solo nivel técnico o rol a desarrollar, algo que busca en sus refuerzos. Y es interesante este punto en lo referente a Traoré, porque el catalán también fue parte de la Selección española semifinalista de la Eurocopa celebrada en 2020. El poso competitivo y el hecho de haber sido dirigido por Luis Enrique recientemente, técnico que comparte interpretación del juego con Hernández, son puntos positivos para el conjunto azulgrana.

Pese a que el extremo apenas jugó en la fase final de la Eurocopa, sabe lo que es ganar un torneo europeo siendo imprescindible. Adama levantó la primera Liga de Campeones de edad juvenil, finalizada en 2014. Y lo hizo como barcelonista, con la carga sentimental que conlleva para un canterano. Sin duda, el sentimiento es otro valor a considerar a la hora de apostar por un futbolista. Junto a Munir, Traoré era el referente ofensivo de aquel equipo campeón, donde el fútbol se generaba en las botas del pivote Jordi Ortega, hoy jugador del Talavera. La pareja formada por Ortega y Traoré fue una asociación ganadora en aquel Barça.

El Adama personal y profesional

El Confidencial ha charlado con Jordi Ortega para conocer más a Adama Traoré. El mediocentro recuerda: "Además de un jugador determinante, Adama siempre fue una persona centrada. Era alguien de perfil introvertido, no el típico líder de vestuario. No le gustaba llamar la atención, pero tenía carácter, sólo que lo sacaba donde se tiene que sacar: en el campo".

"Pese a ser juvenil, estaba en la rutina del Barça B por su nivel (por entonces en Segunda), donde igualmente era determinante. Esta situación suele confundir a los futbolistas jóvenes, que pueden tomarse mal volver a jugar con los compañeros de una categoría inferior, o mostrar que le importa poco. Pero cuando Adama jugaba con nosotros no iba de sobrado, ni se dejaba llevar. Era uno más, un chico humilde. Además, estaba muy dedicado al futbol: hacía entrenamientos preventivos, de gimnasio… Era muy trabajador. En general, era un diez", explica Ortega.

Su perfil como futbolista

En lo referente a su fútbol, a estas alturas es sabido que Traoré juega como extremo, su pie dominante es el derecho y su principal virtud, el regate explosivo. Para ahondar en su figura, Ortega precisa: "Sin necesidad de considerarlo el crack del equipo, todos éramos conscientes de que Adama era el más desequilibrante. Sabíamos que cuando él cogía el balón, algo iba a pasar. Siempre la pedía, encaraba, se atrevía y acababa por desestabilizar a los equipos rivales, aunque estos te estuvieran generando más ocasiones. Tenía mucha personalidad".

"Para mí era un lujo tenerlo en el equipo, porque te daba soluciones. Aun cuando el contrario te hacía buena presión en la salida de balón, teníamos la variante de jugar directo a la espalda de sus defensores; sabíamos que, por su velocidad, Adama iba a llegar. Prácticamente cada vez que entraba en juego teníamos una ocasión de gol. Por ponerte ejemplos, recuerdo que en cuartos de final de Youth League contra el Arsenal estábamos sufriendo mucho y acabamos ganando 4-2 porque Adama cambió el partido. O, sin ir más lejos, en la final contra el Benfica dos jugadas individuales suyas decidieron. Al final todo se resume en que Adama era y es un jugador determinante", concluye Ortega.