Es noticia
Traición y mucho dinero: la batalla de egos entre Xavi, Laporta y Dembélé por quitarse un problema
  1. Deportes
  2. Fútbol
UN CASO ENQUISTADO EN EL CLUB

Traición y mucho dinero: la batalla de egos entre Xavi, Laporta y Dembélé por quitarse un problema

El conjunto azulgrana se ha encontrado con otro problema más que no ha sido capaz de solucionar antes de que acabe el mercado de invierno y en el que alguien deberá de ceder

Foto: Dembélé, de querido a odiado. (EFE/Alejandro García)
Dembélé, de querido a odiado. (EFE/Alejandro García)

El Barcelona se ha convertido en la casa de los líos en los últimos meses. Los problemas económicos e institucionales que rodean a la entidad azulgrana se multiplican con el paso de los días, con algunas situaciones que empiezan a enquistarse y que no parecen tener fácil solución: la más evidente, el caso de Ousmane Dembélé. Y es que el conjunto presidido por Joan Laporta ha pasado de considerarlo un jugador indispensable, "mejor que Mbappé", a querer quitárselo de encima por lo civil o por lo criminal tras negarse a renovar a la baja. Pero el mercado de invierno expiró sin encontrarle ubicación y, ahora, es obligatorio encontrar un acuerdo por el bien de todos.

Laporta ha sido el primero en descolgarse explicando cómo está la situación del francés: "Un jugador que no estará aquí porque seguramente se irá a otro club, será muy difícil que juegue ahora porque estamos reconstruyendo un equipo y Xavi sabe con lo que puede contar ahora y el próximo año. Ellos no han aceptado la propuesta de renovación, aunque será el entrenador el que decida qué hacer", explicaba este miércoles durante la presentación de Adama Traoré. O, lo que es lo mismo, el club está dispuesto a ingresar cero euros por un jugador por el que pagó 140 millones y a dejarlo en la grada pese a ser uno de los salarios más altos, cerca de los 20 'kilos'.

Foto: Aubameyang se lamenta durante un encuentro con el Arsenal. (Reuters/David Klein)

Desde que el internacional francés llegara a 'can Barça' en 2017, fue considerado como un jugador diferente: rápido, de regate eléctrico, gran disparo con las dos piernas y facilidad para superar defensores, se trataba de un extremo con gran proyección y un verdadero dolor de muelas para los rivales. Pero un problema pronto se cruzó en su camino: las lesiones. Desde que aterrizó en el Camp Nou, el Barça ha jugado 231 partidos, de los que el francés se ha perdido 102 por culpa de los problemas físicos. Es decir, casi la mitad de los encuentros no los ha podido disfrutar debido a las más de 15 lesiones que acumula en su etapa como culé.

Mientras que el club funcionaba deportiva y económicamente, nada importaba: ni sus lesiones, ni su elevado salario, ni tan siquiera su rendimiento en el campo. Pero ha llegado el tiempo de apretarse el cinturón tras ver las orejas al lobo. El Barça necesita meterse en la Champions para paliar el grave problema monetario con el que cuenta y, para ello, tiene dos caminos: o ganar la Europa League o meterse entre los cuatro primeros de la Liga. Las dos sendas parecen igual de complicadas y, por ello, han 'tirado' de refuerzos en el mercado invernal... momento en el que definitivamente ha quedado marcado Dembélé... pero con el que habrá que tragar de algún modo.

Como ha pasado con otros jugadores, el Barça estaba convencido de que Dembélé se rebajaría sus emolumentos para renovar y continuar en el club, pero cuál fue la sorpresa de los directivos culés cuando el francés se negó en redondo, provocando que no pudiera inscribir al recién fichado Ferran Torres como tenían previsto. El club tuvo que hacer encaje de bolillos, gestionando una renovación a la baja con Samuel Umititi, cediendo a Philippe Coutinho y Álex Collado, y no ejecutando la opción de compra de Yusuf Demir para poder contar con el español y el resto de fichajes: Dani Alves, Adama Traoré y Pierre-Emerick Aubameyang.

placeholder FOTO: EFE/Enric Fontcuberta.
FOTO: EFE/Enric Fontcuberta.

Y explotó la crisis

Ahí estalló la calma. El primero en hacerlo fue Mateu Alemany, director de fútbol del Barcelona: "A Dembélé se le han hecho distintas ofertas en seis meses, hemos estado muy encima de este tema, ha sido un tiempo más que suficiente para que el jugador decida. No quiere continuar y nosotros queremos a jugadores comprometidos con el futuro del Barça y, por lo tanto, él debería salir lo antes posible". Escasas horas después, Xavi se expresaba en la misma línea: "Yo también me pregunto por qué me dice que quiere renovar y no lo hace. No quiero faltar al respeto a nadie, pero o renueva o le buscamos una salida. Si no, no jugará más".

Tanto el club como el entrenador le pusieron a los pies de los caballos después de que Dembélé entendiera que, por las cantidades económicas que le ofrecían, no debía de renovar. Y todos daban por hecho que se lo podrían quitar de encima en el mercado invernal, pero nuevo error: el francés no ha salido del club y, ahora, quedan seis meses muy largos por delante. Por ello, la pregunta es clara: ¿quién dará su brazo a torcer, entonará el 'mea culpa' y cederá por el bien de ambas partes? Una batalla de egos en toda regla en la que alguien debe de reconocer su error para buscar una solución que permita dejar en el olvido todo lo sucedido.

"Me pregunto por qué dice que quiere renovar y no lo hace. No quiero faltar al respeto a nadie, pero o renueva o se va. Si no, no volverá a jugar"

Es en este punto en el que se ponen sobre la mesa todas las opciones posibles: la más cómoda, que Dembélé acepte la carta de libertad para irse del club sin más; la más difícil, que Xavi se la 'envaine', dé marcha atrás, y siga contando con el jugador hasta final de curso para conseguir el objetivo de entrar en la Champions; y, el camino intermedio, que es mandarle a la grada hasta que acabe la temporada, que evita un malestar entre las partes, pero que hace que el club pierda un factor determinante sobre el césped. Queda tiempo para buscar la solución que más se ajuste a las necesidades culés, pero la situación no es cómoda ni fácil.

El propio Joan Gaspart, expresidente culé, ha analizado el caso: "Mientras que Dembélé esté en el Barça, tiene que jugar. No estamos para dar lecciones educativas y él va a jugar igual. Tenerle y no ponerle es de cornudo y apaleado", explicaba en 'Radio Marca'. Ahora, queda por resolver cómo se arregla el entuerto y quién es el primero que da su brazo a torcer para dotar de normalidad a la situación. El 'caso Dembélé' se ha enquistado en la entidad culé y la incomodidad se empieza a dejar notar en todas las partes implicadas: ahora queda por encontrar el mejor arreglo al último lío de un Barça que sigue poniéndose la zancadilla a sí mismo.

El Barcelona se ha convertido en la casa de los líos en los últimos meses. Los problemas económicos e institucionales que rodean a la entidad azulgrana se multiplican con el paso de los días, con algunas situaciones que empiezan a enquistarse y que no parecen tener fácil solución: la más evidente, el caso de Ousmane Dembélé. Y es que el conjunto presidido por Joan Laporta ha pasado de considerarlo un jugador indispensable, "mejor que Mbappé", a querer quitárselo de encima por lo civil o por lo criminal tras negarse a renovar a la baja. Pero el mercado de invierno expiró sin encontrarle ubicación y, ahora, es obligatorio encontrar un acuerdo por el bien de todos.

FC Barcelona
El redactor recomienda