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¿Locos por el fútbol? LaLiga pierde un 6% de audiencia pese a tener los estadios vacíos
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REGRESO FRÍO DE LA COMPETICIÓN POR TELEVISIÓN

¿Locos por el fútbol? LaLiga pierde un 6% de audiencia pese a tener los estadios vacíos

El fútbol ha vuelto, pero sin aficionados en las gradas y con 200.000 espectadores menos

Foto: Aficionados ven un partido en un bar durante el pasado Mundial de Rusia. (Reuters)
Aficionados ven un partido en un bar durante el pasado Mundial de Rusia. (Reuters)

El fútbol ha regresado a España. Lo hace justo tres meses después de la suspensión, con los estadios vacíos y una sociedad más casera y proclive a pagar por contenidos que nunca. Parecería el terreno perfecto para que florezca, de una vez por todas, el negocio del fútbol televisado, pero no parece que vaya a ser así. Según los datos de audiencia acumulados de los principales partidos de la jornada, LaLiga ha perdido 200.000 espectadores en su reaparición con respecto a los mismos partidos de la primera vuelta. Esto significa, a grandes rasgos, que durante la pandemia el 6% de los aficionados ha perdido interés por el fútbol en televisión.

En teoría esto no debería estar sucediendo. El principal motivo es que nos encontramos en un escenario ideal para las televisiones, porque ahora no hay otra forma para seguir el fútbol más allá de comprar el partido en casa o acercarse al bar. Antes del virus, los estadios de Primera División recibían en torno a 350.000 espectadores de media cada fin de semana. Cabría pensar que estos aficionados, dispuestos a pagar una entrada o un abono en la segunda liga más cara del mundo, se han pasado en bloque al fútbol televisado y, aunque solo fuese por ellos, debería notarse un repunte en las audiencias.

Tampoco nos encontramos en el mismo momento de la temporada que cuando se produjeron los partidos de ida. Ahora quedan 10 jornadas de Liga y se está decidiendo todo: desde el ganador del torneo hasta el descenso, pasando por los puestos de Champions y Europa League. Los partidos analizados de la primera vuelta, por contra, son a menudo jornadas perdidas en el invierno, cuando los equipos aún no funcionan a pleno rendimiento y cualquier error tiene solución.

Pongamos un ejemplo: el 7 de diciembre de 2019, el Barça goleó al Mallorca en el Nou Camp. Era la jornada 16 y no había urgencias sobre el césped: el Barcelona colideraba con el Madrid y el Mallorca estaba fuera de los puestos de descenso. Por ese partido pagaron 858.000 personas para verlo por televisión y otras 100.000 en directo en el estadio.

Foto: Messi celebra su tanto al Mallorca, que cerraba el marcador, con Jordi Alba. (EFE)

Siete meses después, el domingo pasado, el Barcelona volvió a golear al Mallorca, esta vez en Son Moix. Fue la jornada 28 y la presión había subido para todos: el Mallorca necesitaba los puntos para no irse a Segunda y el Barcelona está inmerso en una serie de once finales en las que, si no falla más que el Madrid, ganará el título de Liga. También había curiosidad general por saber en qué estado físico regresarían los equipos. Por este partido pagaron 740.000 espectadores. Ninguno en el estadio.

En resumen: por el mismo partido, pero con más alicientes, pagaron 118.000 personas menos.

Encontramos tendencias similares en todos los casos analizados, que se corresponden con los equipos más seguidos por televisión. El Athletic-Altético de Madrid se dejó 15.000 aficionados con respecto al de la primera vuelta, pese a que los madrileños venían espoleados por el espíritu de Anfield, mientras que el Levante-Valencia perdió 136.000 y el Celta-Villarreal vio cómo casi la mitad de su audiencia se esfumaba. Solo crecieron, de los partidos estudiados, el Sevilla-Betis, con 81.000 espectadores más que en el derby de 2019 y el Real Madrid-Eibar, que creció 116.000 televidentes gracias al buen desempeño del segundo canal con audio enlatado.

Foto: Diego Costa marca ante Unai Simón. (EFE)

Así, los equipos de LaLiga han pasado de los 538.000 espectadores de media por partido a 485.000 después del brote de coronavirus, una pérdida de 53.000 espectadores en promedio que le alejan aún más de su modelo corporativo, la Premier inglesa, que supera los 800.000 televidentes por partido a través de Sky. Siguiendo las comparaciones, la única liga que se activó antes que la española, la Bundesliga alemana, ha disparado su difusión un 27% y está marcando récords históricos de audiencia en televisión. ¿Dónde está el síndrome de abstinencia del futbolero español?

Mientras LaLiga cae un 6%, la liga alemana crece un 27% en la televisión

Hay varias explicaciones para el bajón de audiencia de LaLiga. La más sólida pasa por el clima: los espectadores consumen más contenidos cuando la temperatura es fría y tienden a salir a la calle cuando hace calor. A finales de primavera y durante el verano bajan las audiencias en la televisión, en la radio y en internet. En ese caso, además, el fenómeno se daría potenciado por el largo confinamiento que ha sufrido el país.

Después hay otros factores que pueden influir en la caída del interés por el fútbol, como los horarios de los partidos, el temor por la situación económica o la desinformación inicial. Pese a que LaLiga se ha esforzado por comunicar su vuelta a los estadios, el calendario se ha compactado tanto que es difícil seguir la actualidad cuando hay partido todos los días de la semana. Cabe mencionar, por último, que una pequeña parte de la base de espectadores de LaLiga ha desaparecido en el brote de coronavirus, que se ha llevado por delante la vida de casi 30.000 españoles.

Malos tiempos para LaLiga

Desde que se marchó Cristiano Ronaldo a Italia, la liga española no ha vuelto a ser la misma. El portugués no solo mantenía el flujo de títulos en el Real Madrid, que solo ha ganado una Supercopa de España en dos años, sino que era un foco de atención constante, tanto para los futboleros, que se divertían viéndole jugar, pero también teorizando enconadísimas rivalidades con Messi, como para otro tipo de espectadores, que disfrutaban con su faceta como extravagante millonario. En consecuencia, la temporada 18/19, la primera sin Cristiano, registró una fuga de espectadores del 13%. Durante esa temporada, Vodafone dio la señal de alarma: decidió dejar de emitir la liga en su plataforma doméstica al considerar que no le salía rentable pagar los altos precios que exige Telefónica que, además de titular de los derechos del fútbol, es la principal competidora de la teleco británica.

Foto: El espontáneo en el césped del partido entre el Mallorca y el Barcelona corre hacia Messi

Durante el parón, Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha luchado contra los elementos para reanudar la competición. Se ha enfrentado a los jugadores, desde Fali hasta Piqué, que no se sentían seguros para volver con tanta premura, pero también contra la Federación y el CSD, que por extensión supone plantarle cara al Gobierno, aunque con ellos tenía un frente común. Y es que salvar el contrato televisivo de LaLiga, el objetivo primero y casi exclusivo del regreso del fútbol, suponía también garantizar el 2,5% que se llevan el resto de deportes del acuerdo con Telefónica, que a la postre supone su principal vía de financiación.

Tener que devolver parte del dinero de los derechos de televisión habría puesto en una situación límite a la mayoría de los equipos de Primera y Segunda, que moldean sus presupuestos en torno a este ingreso. En el caso de los equipos de media tabla, la televisión supone entre un 70% y un 95% de sus ingresos. En esta línea, la precariedad de los clubes está afectando a la imagen de la competición en otra vertiente, la del fútbol presencial. Equipos como Osasuna, Barcelona o Atlético de Madrid no ofrecen a sus abonados la opción de recuperar el dinero por su asiento, ofreciéndole en su lugar descuentos para la tienda o el abono de la próxima temporada. Esta medida, orientada a proteger la cuenta de resultados de los clubes, choca contra un Real Decreto de marzo.

Convencido el Gobierno y salvados los muebles del contrato televisivo (y después de sufrir episodios absurdos como que se te cuele un espontáneo en un partido a puerta cerrada), Tebas creía haber atravesado el desierto. Lo que nadie esperaba es que le fallase el público.

* Nota: en una primera versión, este artículo sostenía que la caída de audiencia era del 15%, en lugar del 6% real. Esto es porque LaLiga ha comenzado a emitir los partidos en dos canales simultáneamente, uno de señal directa y uno con sonido y público enlatados, y no se tuvo en cuenta la audiencia de este canal añadido en la primera versión.

El fútbol ha regresado a España. Lo hace justo tres meses después de la suspensión, con los estadios vacíos y una sociedad más casera y proclive a pagar por contenidos que nunca. Parecería el terreno perfecto para que florezca, de una vez por todas, el negocio del fútbol televisado, pero no parece que vaya a ser así. Según los datos de audiencia acumulados de los principales partidos de la jornada, LaLiga ha perdido 200.000 espectadores en su reaparición con respecto a los mismos partidos de la primera vuelta. Esto significa, a grandes rasgos, que durante la pandemia el 6% de los aficionados ha perdido interés por el fútbol en televisión.

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