El deportista a seguir | La nueva vida en la Premier del último gran fracaso de Guardiola en el City

El Manchester City tiene el honor de ser uno de los mejores equipos del mundo. No solo por su capacidad económica -principal clave del éxito-, la gran labor de Pep Guardiola desde el banquillo o los grandes nombres de su once inicial. Posiblemente, la gran diferencia del conjunto del Etihad radica en la enorme profundidad de plantilla con la que cuenta, con jugadores de renombre en todas las posiciones que lo convierten en un club con muchos recursos deportivos.

Echando un vistazo a los jugadores del club citizen, prácticamente cuenta con dos futbolistas internacionales por puesto, lo que lo convierte en una de las mejores plantillas del planeta fútbol. Y, al mismo tiempo, hace que aquellos menos habituales vean muy complicado contar con minutos. Eso es, precisamente, lo que le ha pasado al protagonista de esta semana, un mediocentro que ha buscado una salida en invierno en busca de jugar más partidos.

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Rubén Rodríguez

Kalvin Phillips anunció este viernes que se convertía en nuevo jugador del West Ham, club al que llega en calidad de cedido para lo que queda de temporada, después de jugar solo 319 minutos en 10 partidos en la primera mitad de curso. Mediocentro puro, con mucha llegada y buena colocación, en el City se ha encontrado con un indiscutible en esa posición como es Rodri Hernández, además del invento de John Stones que tantas alegrías le ha dado a Guardiola estos meses.

Formado en la escuela del Leeds, Phillips fue una de las grandes estrellas de cada categoría por la que pasó, hasta dar el salto al primer equipo en 2014, con solo 19 años. No tardó en confirmarse como un jugador fundamental y, de hecho, se convirtió en una de las piezas claves de Marcelo Bielsa para lograr el ascenso a la Premier. Aquel año, sería convocado por Inglaterra para jugar la Eurocopa en la que quedaría subcampeón, siendo nombrado Mejor Jugador Inglés del año.

Guardiola no perdió la oportunidad de hacerse con un futbolista que apuntaba unas maneras únicas en una posición clave en su equipo, por lo que no dudó en desembolsar 49 millones para ficharle. Pero nunca llegó a ofrecer todo lo que se esperaba de él: en un medio del campo con piezas claves como Rodri, De Bruyne, Gündogan, Bernardo Silva, Foden o Grealish, sus oportunidades fueron escasas. Y, entonces, aparecieron los problemas físicos.

Después de sufrir varias lesiones y de tener que pasar por el quirófano por culpa de uno de sus hombros, sí fue convocado para disputar el Mundial de Qatar y, a su vuelta, Guardiola no quedó muy contento con su estado físico. Fuera de forma y con exceso de peso, trabajó con un plan específico para recuperar su mejor tono pero, cuando lo consiguió, ya no logró contar con demasiadas oportunidades. De hecho, lo mismo que le ha pasado este inicio de temporada.

"Siento los pocos minutos que le he dado, pero veo el equipo que tengo y me cuesta encajarlo. Lo siento mucho", afirmaba Guardiola hace no demasiado. Y es que, ni con la lesión de Rodri y De Bruyne, ha tenido su oportunidad este año. Esa situación es la que ha llevado a Phillips a tener claro que, en este mercado de invierno, estaba obligado a salir si quería jugar. Una vez apareció el West Ham en su camino, el mediocentro tenía claro que no debía desaprovechar la oportunidad.

"Podemos conseguir grandes objetivos en esta segunda mitad de temporada. Estoy deseando ser parte de ello. En el West Ham hay un grupo increíble y, si puedo entrar y aportar la calidad que tengo, estoy seguro de que podemos darles a los seguidores grandes emociones", confirmaba Phillips en su presentación. Ahora, es el momento de que el mediocentro, a sus 28 años, reivindique que la próxima temporada puede ser una pieza importante en el City de Guardiola.