El deportista a seguir | El 'sparring' de Nadal que será un dolor de muelas para Alcaraz en 2024

Rafa Nadal está a punto de volver a las pistas en Brisbane. Después de casi un año de baja por culpa de su maldita lesión en el psoas ilíaco de la pierna izquierda durante la pasada edición del Open de Australia, el tenista español regresa a la batalla. Y lo hace sin ninguna pretensión, solo con la intención de tratar de coger ritmo para llegar de la mejor manera posible al primer grande de la temporada. Pero, en su primera prueba, el mejor joven de 2023 le sufrió en sus carnes.

Durante la pasada semana, el tenista español realizó parte de su pretemporada en Kuwait, donde coincidió con un joven jugador francés que está llamado a ser uno de los mejores tenistas del mundo en los próximos meses. Tras varias sesiones, Nadal y el galo echaron un partido, en el que el español solo buscaba recuperar sensaciones. Pero lo que el jugador que acaba de ganar el premio de la ATP a la Irrupción del Año 2023 no podía esperar es que le pasara por encima.

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Rubén Rodríguez

Se trata, ni más ni menos, que de Arthur Fils, un joven de 19 años que ha vivido un 2023 para el recuerdo. En su primera temporada como profesional, los números hablan por sí solos: colocado muy por detrás de la 250º posición de la ATP, sus grandes resultados le permitieron crecer como la espuma en la clasificación, para acabar el curso tenístico como 36º del mundo. Y es que, en cuestión de meses, Fils ha pasado de ser un completo desconocido a un candidato a todo.

Empezó el año a un nivel pocas veces visto, pues consiguió diez victorias consecutivas para ganar el Challenge de Oeiras 2 y perder en la final en el de Quimper. Era el reflejo de lo que iba a pasar en el año. Ya en 2021, cuando era júnior, había sido capaz de demostrar de sus posibilidades, ganando Rolnd Garros en dobles y quedando subcampeón en individual para ponerse como número tres del mundo de la categoría. Pero el salto a profesionales no le asustó.

De hecho, solo unos meses después de su irrupción en el circuito ATP, era capaz de ganar su primer título como profesional. Sucedió en el ATP 250 de Lyon, donde fue capaz de derrotar a Francisco Cerúndolo en la final para inaugurar su vitrina. Y no sería la única vez que iba a llegar a una final, pues alcanzó el partido por el título en otras dos ocasiones, pero con diferente suerte: en Amberes cayó ante Aleksandr Búblik y en las NextGen Finals, ante Hamad Medjedovic.

Fils lo tiene todo para triunfar en el tenis. No solo tiene un juego rocoso, un saque contundente y una lectura de los partidos que le permite marcar diferencias, sino que tiene un físico privilegiado que le ayuda a destacar. De hecho, durante las NextGen Finals, tuvo lugar un torneo paralelo de pruebas físicas en las que el francés ganó con solvencia. Y es que, aunque mide 1,85 metros y pesa 83 kilos, es un jugador ágil, veloz y muy rápido de pies en la pista.

Su camino recuerda al de Carlos Alcaraz, vigente número dos del mundo. El español, que en su primera temporada solo soñaba con estar entre los 150 mejores del mundo, acabó como 32º del mundo para, un año después, ya hacerlo en primera posición del ránking ATP. El murciano, que en su primer año era un desconocido, ahora es una referencia del tenis mundial y, de hecho, es el espejo en el que se mira un Fils que sueña con repetir su camino y ser uno de sus grandes rivales.

Fils lo tiene todo para, en 2024, ser la gran revelación del tenis mundial y convertirse en uno de los principales enemigos de Alcaraz. Son dos tenistas con un juego similar y con algunas características parecidas, pero llegar a lo más alto del tenis solo está al alcance de los privilegiados. ¿Podrá Fils estar a la altura? De momento, en su primera prueba de fuego, no pudo con un Nadal en pleno rodaje. Pero 2024 es muy largo y el galo está llamado a ser uno de los nombres de moda.