"Vamos, Carlos": las cinco lecciones que nos deja la exhibición entre Alcaraz y Djokovic en Arabia

Este miércoles, los amantes del tenis tenían marcado en rojo un partido de cierre de temporada realmente atractivo. Es cierto que solo era un encuentro de exhibición en Arabia Saudí, pero ni Carlos Alcaraz ni Novak Djokovic estaban por la labor de dejarse perder. Los dos jugadores dieron un espectáculo único, demostrando que ninguno quería salir derrotado y que la victoria iba a ser muy trabajada. Y así es como el español logró un triunfo que deja varias claves y lecturas (4-6, 6-4 y 6-4).

El partido tuvo tiempo para todo, donde se vio el magnífico catálogo de golpes de Alcaraz, la resiliencia de Djokovic y el enorme nivel de los dos. De hecho, es posiblemente el mejor partido de tenis que se puede ver en la actualidad y la pena es que no sea un duelo que se puede repetir demasiadas veces más en el circuito por la edad del serbio. Pero también se vieron taconazos, remates de cabeza y celebraciones de puntos como si de un gol en una final se tratara.

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El Confidencial EFE

El partido comenzó con Alcaraz muy enchufado, pero Djokovic fue capaz de sacar su mejor tenis para dar la vuelta a la ventaja que tenía el español y llevarse el primer set. Pese a ello, el murciano no le perdió la cara al partido y en la segunda manga supo aprovechar sus oportunidades para lograr la igualada. En el tercer set, solo los detalles hicieron que el partido cayera del lado de Alcaraz, más afortunado con el saque y con los golpes profundos desde el fondo de la pista.

Tan impresionante fue el nivel y la intensidad del partido que incluso la grada entró en trance. Era el tercer set, con el partido muy igualado, cuando Djokovic sacaba para evitar que el español se alejara en el marcador. Entonces, desde el público, se escuchó un potente "Vamos, Carlos", que hizo que a los dos tenistas les entrara un ataque de risa antes de poner la bola en juego. Una confirmación más de que los partidos entre ambos son de muchísimo nivel.

Pero el partido, a pesar de ser una exhibición, nos dejó cinco lecciones:

1 - El ritmo de bola es infernal

Ambos jugadores son, posiblemente, dos de los mejores pegadores del circuito y, al mismo tiempo, dos finos estilistas. Esto les permite intercambiar puntos con una velocidad descomunal pero, de vez en cuando, bajar el ritmo de manera radical. En el caso de Alcaraz es claro con las dejadas que se inventa, mientras que Nole lo hace con ese revés cortado con el que es capaz de bajar la velocidad de bola. Pero, como norma general, los estacazos son el leitmotiv de ambos.

2 - El servicio, que Alcaraz debe mejorar

Cada vez que ambos jugadores se han enfrentado, Djokovic ha encontrado un resquicio para hacer daño al español con el saque. En ocasiones, el murciano no pega esquinado con su saque, especialmente cuando lo hace con segundo, lo que permite que el serbio sea muy agresivo al resto, complicando la siguiente bola para Alcaraz y haciéndole perder muchos puntos en esta suerte. Algo parecido le ha pasado este año con Medvedev y con Sinner.

3 - La derecha, ángel y demonio

Los dos jugadores son de los mejores del circuito con su derecha, incluso en carrera, donde son capaces de meter golpes que parecen imposibles respondiendo a bolas al límite. Pero esa capacidad para hacer magia se convierte, al mismo tiempo, en un problema. ¿Por qué? Pues porque muchas ocasiones abusan de este golpe, tratando de esquinarlo al máximo y cometiendo demasiados errores no forzados a veces innecesarios.

4 - Alcaraz siempre te obliga a un esfuerzo más

Posiblemente, la mayor virtud de Alcaraz es que nunca da un punto por perdido, incluso aunque parezca que es una bola que es muy difícil de responder. Y, pese a ello, el español termina metiendo esas bolas que ningún otro jugador es capaz de conseguir. Por ello, cualquier jugador que se mida a Alcaraz sabe que tiene que estar dispuesto a dar más de sí mismo y no frustrarse para seguir con vida en los partidos. El aspecto mental se antoja fundamental ante el murciano.

5 - La solidez de las ventajas

Rafa Nadal es un ejemplo de dominio en pista y, como sea capaz de hacer un break, es muy difícil de recuperarlo. Sin embargo, Alcaraz a veces demuestra lo contrario, pues muchas veces se pone por delante pero sufre desconexiones que permite que le remonten, como ocurrió en el primer set. Es posiblemente, el principal elemento que debe de corregir el español para ser intratable. Pero que le quiten lo bailao: de momento, ya ha ganado otra vez a Djokovic.