¿Miedo al Manchester City? Ojo, que este Real Madrid tiene la motivación de Bellingham

El enfrentamiento entre el Real Madrid y el Manchester City en los cuartos de final es una final anticipada de la Champions a doble partido. Tiene la dificultad de que la vuelta se juega en Inglaterra, pero nada es imposible para el equipo de Ancelotti, pese a los pesimistas que ven a los de Pep Guardiola como un equipo invencible. Le viene bien al Real Madrid que no le den como favorito, que la presión la tenga el actual campeón de Europa y se hable de las excelencias de un superequipo que asusta con Haaland, De Bruyne, Rodri, Foden, Julián Álvarez…

Al Real Madrid no conviene darle por muerto nunca porque te sorprende en los escenarios más impensables. Es una eliminatoria grande y el Real Madrid necesita retos para sacar su mejor versión. El desafío es hacer un partidazo en el Etihad Stadium. Lo que no consiguió demostrar el equipo de Ancelotti la temporada pasada en el partido de vuelta. En el Bernabéu fue superior al City y, pese al empate, se vio a un City con precauciones.

Pep Guardiola sufrió al Real Madrid de la remontada en el Bernabéu y sintió un alivio enorme la pasada temporada por jugar la vuelta con su gente. El aprendizaje del Real Madrid es repetir el partido de ida de la pasada temporada y competir mucho mejor en la vuelta. Todo es posible estando el Real Madrid por medio, un equipo que esta temporada parecía tierno con la salida de Benzema y sin ningún fichaje estelar en la delantera, con lesiones de jugadores importantes, y que ha demostrado que se sobrepone a todo.

La fuerza mental del Real Madrid, su gen para no rendirse y la mejor versión de Bellingham y Vinícius ya son motivos para creer que el Real Madrid va a competir la eliminatoria al Manchester City. La esperanza es que Jude Bellingham llegue en su plenitud a dos partidos que tienen que ser un estímulo fuerte para escribir sus primeras grandes páginas en la historia europea del club blanco.

Con la rebeldía y ambición de Vinícius siempre se cuenta. El brasileño, autor del gol en el partido de ida de la temporada pasada, no se arruga en ningún escenario. Tiene callo en partidos de envergadura y es determinante. Lo demuestra siempre que tiene un enorme desafío por delante. La clave en el Real Madrid está en ser un equipo que sepa contrarrestar los puntos fuertes del City, y uno de ellos es frenar a Haaland. Esto lo consiguió la temporada pasada. Rüdiger anuló al noruego en el Bernabéu y, de manera extraña, no jugó la vuelta. En esta ocasión, si no pasa nada, el central alemán estará en los dos partidos.

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El funcionamiento colectivo tiene que ser perfecto para hacerse un equipo rocoso e incómodo y jugar como más le gusta a Ancelotti. Una buena defensa y un juego vertical que supere por velocidad, desequilibrio y contundencia el plan de Guardiola. La reacción de Carlo Ancelotti al emparejamiento es decir que "no hay favorito y nosotros estamos mejor que nunca". La de Guardiola va en la línea de la cautela: "Si la gente dice que es un rival fácil, lo infravaloran".

Será una eliminatoria táctica. Al Manchester City le gusta llevar la iniciativa del juego, proponer, pero seguro que veremos fases en las que Guardiola no querrá asumir riesgos porque sabe qué potencial futbolístico y el carácter que tiene el Real Madrid. Todo hace pensar que se decidirá en el partido de vuelta, en el país de Bellingham, el jugador al que se agarra el Real Madrid para eliminar al campeón de Europa.