La enésima lección del Real Madrid: así se explica a Europa cómo se ganan las Champions

El Real Madrid entró al infierno de Leipzig pisando las brasas y salió silbando (0-1). El golazo descomunal de Brahim Díaz decantó un partido en que el conjunto de Carlo Ancelotti logró sobrevivir, algo crucial cuando se visitan tierras alemanas, gracias también a las paradas extraordinarias de Andriy Lunin. El tanto del malagueño desatascó el encuentro y la seguridad bajo palos del ucraniano sostuvo al Real Madrid cuando peor lo estaba pasando.

Sin su portero titular (Thibaut Courtois), sin la pareja de centrales titular (Éder Militao, David Alaba), sin su tercer central (Antonio Rüdiger), sin Jude Bellingham y con Nacho Fernández en horas bajas. Con un inicio de partido anticompetitivo y a remolque de la presión asfixiante del RB Leipzig. Con una defensa llena de dudas que regaló ocasiones claras en los primeros minutos y donde hasta Dani Carvajal falló. Pero todo cambiaría gracias a la mentalidad de hierro blanca.

La victoria del Real Madrid tiene un mérito enorme, porque el equipo llegó en cuadro a una cita marcada en rojo en el calendario. Ancelotti tuvo que volver a reinventar la defensa y la puesta en escena blanca inicial no pudo ser peor. Incluso tras salvarse con el gol anulado a Sesko por fuera de juego de Henrichs. Sin embargo, el Real Madrid se mantuvo erguido en los peores momentos del encuentro en Alemania y contestó con contundencia en el momento adecuado.

El Real Madrid aprovechó su momento

El gol anestesió al Leipzig. Cuando el equipo de Marco Rose quiso imprimirle más ritmo y agresividad, se topó con el trabajo incansable de Fede Valverde, la sobriedad con balón de Toni Kroos, los cortes defensivos de Aurélién Tchouaméni, salvador de Nacho, y la exhibición de Lunin. Jugadores que no estaban llamados a tener un papel tan destacado dieron un claro paso al frente para recordar a todos qué camiseta defendían, la del club con más Copas de Europa.

Lo explicaría el propio Carlo Ancelotti en Movistar+ tras finalizar el encuentro. "Nos ha costado. Es así y aquí es así. El principio de la primera parte y de la segunda le cuesta a todos los equipos que juegan aquí", reveló el técnico blanco. "Ha sido un partido competido, pero el equipo estaba dentro del partido y hay muchos aspectos buenos, hemos defendido bien, muy sólido... a pesar de las bajas. Lunin fue el mejor del partido", añadió el italiano.

Fede Valverde también remarcaría lo frío que entró el equipo al encuentro: "Obviamente, no hicimos un gran partido, pero hay que felicitar a los tres de arriba, ayudaron bastante en la marca y eso se agradece", empezó. "Sobre todo nos costó en los primeros minutos, anulan ese gol por fuera de juego y debemos mejorar eso, no debemos encajar un gol para reaccionar. Esperamos bastante en esos minutos, estuvimos mejor defensivamente, mejor en ataque", remató el uruguayo en Movistar+.

El Madrid nunca se doblegó

¿Por qué el Real Madrid ganó en Leipzig? Porque nunca se cayó, a pesar de tambalearse. Ni dejó que las dudas iniciales se convirtieran en una losa goleadora demasiado pesada. El Real Madrid aguantó la salida en tromba alemana, desgastó su presión alta, sembró de dudas los emparejamientos al límite con sus delanteros y golpeó con más fuerza que su rival cuando llegó su turno en ataque.

El aguante sobrenatural a la derrota hace que el equipo supere los encuentros contra Getafe, Atlético de Madrid, Girona y Leipzig con un solo gol en contra, tres victorias y un empate. El gol del Brahim Díaz tras del descanso posibilitó que el Real Madrid también se echara atrás sin pelota y que se resguardara cuando no pudiese tocar con asiduidad.

"Parecía imposible lograr esto, lo estamos haciendo con buena actitud y compromiso, y calidad. Me ha gustado mucho cómo hemos defendido. El Leipzig en casa hace sufrir a la gente, hemos sufrido. Se pudo encajar, y se pudo marcar más. Salimos contentos, la ventaja es pequeña. Debemos aprovechar la vuelta en nuestro estadio", zanjó Ancelotti en rueda de prensa.

Entonces el equipo de Ancelotti pudo matar el encuentro en transiciones veloces, verticales y endiabladas, con Vinícius Júnior como gran agitador, Brahim Díaz, Rodrygo y Joselu en el tramo final. Incluso Vinícius Júnior envió un balón al palo y Rodrygo gozó de varias ocasiones claras para sentenciar el choque al contragolpe que desperdició. El Real Madrid salió vivo de Leipzig en un desafío mayúsculo donde otros hubiesen perecido.