Los fantasmas de la Champions que persiguen al Barcelona contra el Nápoles

Tres años. Esa fue la última vez que el FC Barcelona disputó un partido de octavos de la Champions League. El conjunto de Xavi Hernández, preso de una crisis que no cesa, se enfrentará al Nápoles italiano en la primera eliminatoria tras superar la fase de grupos. Los partenopeos cambiaron de entrenador el pasado mes de noviembre al cesar a Rudi García, pero la contratación del veterano Walter Mazzarri tampoco ha cambiado la dinámica de los italianos.

Quintos en la Serie A, los napolitanos han ganado tres de los últimos seis partidos disputados, mientras que han perdido otro tres ante los rivales de mayor entidad (Real Madrid, Inter de Milán y Juventus). La irregularidad marca el camino de un Nápoles que representa uno de los conjuntos más débiles de estos octavos de la Champions League, aunque con futbolista del calibre de Victor Osimhen.

"Hay tiempo para preparar el partido. El Nápoles es el vigente campeón de la Serie A. Y nosotros lo somos de la Liga. Es un rival duro. No existen rivales fáciles en la Champions, todos están aquí por algo", deslizó el director deportivo azulgrana, Deco, que se estrenó como representante del club en Nyon. "La última vez que vine fue como jugador", recordó.

La suerte sonríe por partida doble al Barcelona, puesto que es uno de los pocos equipos a los que Xavi Hernández ha logrado ganar en Europa. Fue hace dos temporadas en el play-off para entrar en la Europa League y en la primera eliminatoria europea que dirigió Xavi como entrenador del Barcelona. El equipo azulgrana empató a uno en el Camp Nou, pero luego fue capaz de pasar por encima de los partenopeos en el Diego Armando Maradona con goles de Jordi Alba, De Jong, Piqué y Aubameyang.

Los números de Xavi en Champions dan miedo

De ese partido solo quedan Pedri, De Jong y Ferran Torres y parece difícil que ter Stegen llegue al choque. Sin embargo, lo que preocupa en el Barcelona es el estado de tensión que vive el equipo y el club en estos momentos. Las últimas derrotas (Girona y Amberes) y el pinchazo en Mestalla han provocado muchas dudas en el seno del equipo y en la directiva.

Xavi ha criticado duramente a los jugadores, en especial a los delanteros, a los que ha señalado por su falta de efectividad. El equipo sigue teniendo lagunas defensivas y no gana por más de un gol de diferencia desde septiembre, ante el Amberes en Montjuic. La falta de solidez en las áreas, la carencia de gol y seguridad defensiva podrían agravarse en la Champions League como competición más exigente.

En este sentido, cabe recordar que al Barcelona de Xavi Hernández lo han eliminado de Europa cuatro veces en los últimos dos años. De los 14 partidos que ha dirigido el técnico azulgrana en la Champions, el catalán suma tantas victorias (6) como derrotas (un 43% de los partidos), a los que hay que añadir dos empates.

Fundido a negro en Europa

El Barça ha demostrado un bloqueo competitivo en Europa insólito entre la élite del fútbol europeo. Por enumerar, el Barça perdió 4-0 contra la Juventus (2017), 3-0 en Roma (2018), 4-0 en Liverpool (2019), 3-0 contra la Juventus (2020), 2-8 contra el Bayern (2020), 1-4 contra el PSG (2021), 0-3 contra el Bayern (0-3), 3-0 contra el Benfica (2021), otro 3-0 contra el Bayern (2021), el 2-3 contra el Eintracht de Fráncfort (2022) y la eliminación contra el Manchester United (2023). Demasiados tropiezos dolorosos.

En las últimas eliminaciones europeas, el Barça se ha visto superado emocionalmente y los partidos le han pasado por encima. Las circunstancias adversas, multiplicadas por una gestión autodestructiva, han enviado al pozo al Barça en multitud de ocasiones.

La sensación de impotencia hizo ver al club catalán como un equipo muy pequeño en Europa en las últimas temporadas. En todas estas derrotas estuvieron presentes las vacas sagradas del Barça, pero ahora ya no hay jugadores históricos a los que cargar la culpa. En un Barça que necesita resultados inmediatos que disparen los ingresos del club, llegar lejos en la Champions League es un objetivo primordial.