La súplica de Laporta a Ceferin para esquivar la bala letal de la sanción en la Champions League
El presidente azulgrana peregrinó esta semana hasta Eslovenia con el objetivo de persuadir al máximo dirigente de la UEFA mientras la competición estudia expulsar al Barça
El presidente azulgrana está tratando de reconducir la relación rota con la UEFA. No significa esto que el FC Barcelona se baje de la Superliga, pero el proyecto europeo parece estar tocado de muerte después de que el Real Madrid se personara en el caso Negreira y de que la Juventus esté en horas bajas y atascada en los tribunales italianos. El viaje telegrafiado de Joan Laporta a Eslovenia, con múltiples filtraciones y fotografías, para reunirse con Aleksander Ceferin es una súplica pública al máximo mandatario de la UEFA. El objetivo es pedir que no se sancione al Barça con no jugar la próxima Champions League. Hay muchos millones en juego, y la tesorería azulgrana sigue en estado crítico... con un agujero operativo de 200 millones de euros. Quedar fuera de la próxima competición europea sería letal para los azulgranas en una temporada donde el traslado forzado a Montjuic se traducirá en 100 millones de pérdidas.
El viaje lo avanzó Joan Fontes en Twitter y lo confirmaron varios medios de comunicación después. La postura del presidente es la misma. Laporta explicó a Ceferin que el club catalán no ha comprado jamás árbitros y tampoco ha pagado para tener influencia entre ellos. Es más, Laporta informó de que el Barça podría haber sido una víctima en todo este asunto. Las explicaciones del presidente azulgrana fueron en la línea de lo visto en LaLiga y en la rueda de prensa. Justificaciones vagas que no se sostienen. Las mismas que llevaron a varios presidentes de LaLiga y al propio Javier Tebas a la conclusión de que "Laporta no ha aclarado nada y no ha convencido".
Después de que Ceferin calificase el caso Negreira como "el mayor escándalo que había visto en su trayectoria en el mundo del fútbol" en el diario esloveno Ekipa, Laporta se puso manos a la obra para tender la mano a la UEFA. El presidente envió una carta al despacho de Ceferin para demandar que no se les condenara de antemano antes del juicio. En la rueda de prensa del pasado lunes, donde Laporta jugó al despiste con los informes del hijo de Enríquez Negreira y los inexistentes del vicepresidente del Comité Técnico Arbitral, Laporta no perdió la oportunidad de mandar más mensajes a Ceferin. Hubo preguntas para las que el presidente estaba preparado con antelación. Cuestiones medidas al detalle.
Laporta agasaja a Ceferin
Preguntado sobre la posible sanción de la UEFA, Laporta se mostró poco beligerante: "Pienso que vamos por el buen camino y que UEFA, tal como está actuando, no se apunta a este linchamiento público sin juicio que se está realizando desde algunas esferas, y estoy seguro de que esto no sucederá. Sería un hecho sin precedentes con un club como el FC Barcelona, al que se le está linchando públicamente sin ser juzgado. Esto lo sabe la UEFA y estamos en constante contacto con ellos, y la capacidad de diálogo existe todavía a pesar de que existan algunas discrepancias por otros temas".
Laporta volvió a halagar la actitud del dirigente esloveno: "Ceferin ha actuado con prudencia y está actuando de una forma responsable. No ha caído, de momento, en lo que pretendía Tebas. Yo creo que se pronunciarán cuando seamos juzgados, y estoy convencido". Además, el azulgrana quiso también agradecer la postura de Rubiales y Franco, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), no el otro dictador utilizado para desviar el foco de atención. A un mes de conocer si la UEFA sanciona finalmente o no al Barça, cabe recordar lo que rigen los estatutos de la UEFA.
"La admisión de una competición UEFA para las federaciones miembro o clubes directa o indirectamente involucrados en cualquier actividad dirigida a arreglar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional puede ser rechazada con efecto inmediato, sin perjuicio de cualquier medida disciplinaria posible", explica el texto. Contratar a un vicepresidente en activo para "asegurar la neutralidad de los colegiados", tal y como declaró Enríquez Negreira según su opinión, encajaría en esa descripción.
En sus reglamentos disciplinarios de la UEFA, el organismo establece que todas las personas obligadas por las reglas y normas de la UEFA deben abstenerse de cualquier conducta que dañe o pueda dañar la integridad de los partidos y competiciones, y deben cooperar plenamente con la UEFA en todo momento en sus esfuerzos para combatir este tipo de comportamiento (artículo 12). Por ejemplo, la integridad de los partidos y las competiciones se viola por cualquier persona: quien actúa de una manera que es probable que ejerza una influencia ilegal o indebida en el curso y/o resultado de un partido o competición, con vistas a obtener una ventaja para sí o para un tercero o quien usa o proporciona a otros información que no está disponible al público, que se obtiene a través de su posición en el fútbol y hace daño o podría dañar la integridad de un partido o una competición.
Si la UEFA concluye a su entera satisfacción que un club ha sido directa y/o indirectamente involucrado desde la entrada en vigor del artículo 50 (3) de los Estatutos de la UEFA, es decir, del 27 de abril de 2007, en cualquier actividad dirigida a arreglar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional, la UEFA declarará que dicho club no podrá participar en la competición. Esta inelegibilidad es eficaz solo para una temporada de fútbol. El problema para el Barça está en cómo puede planificar la plantilla de la próxima temporada sin saber si podrá contar o no con los ingresos que debería reportarle la Champions League.
El presidente azulgrana está tratando de reconducir la relación rota con la UEFA. No significa esto que el FC Barcelona se baje de la Superliga, pero el proyecto europeo parece estar tocado de muerte después de que el Real Madrid se personara en el caso Negreira y de que la Juventus esté en horas bajas y atascada en los tribunales italianos. El viaje telegrafiado de Joan Laporta a Eslovenia, con múltiples filtraciones y fotografías, para reunirse con Aleksander Ceferin es una súplica pública al máximo mandatario de la UEFA. El objetivo es pedir que no se sancione al Barça con no jugar la próxima Champions League. Hay muchos millones en juego, y la tesorería azulgrana sigue en estado crítico... con un agujero operativo de 200 millones de euros. Quedar fuera de la próxima competición europea sería letal para los azulgranas en una temporada donde el traslado forzado a Montjuic se traducirá en 100 millones de pérdidas.
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