Es noticia
"Laporta es un cretino y Florentino miente": Franco y el indigno pecado original de Bernabéu
  1. Deportes
  2. Fútbol
El fútbol es así

"Laporta es un cretino y Florentino miente": Franco y el indigno pecado original de Bernabéu

Julián García Candau —decano del periodismo deportivo español— ha vivido tantas broncas entre el Madrid y el Barcelona que ha perdido la cuenta. A sus 83 años, pone a los dos clubes en su sitio en esta entrevista a calzón quitado

Foto: Julián García Candau posa en su domicilio para EC. (A. M. V.)
Julián García Candau posa en su domicilio para EC. (A. M. V.)

A Laporta se le calentó la boca contra el Real Madrid; el Madrid respondió tachando al Barcelona de franquista, y Julián García Candau es una leyenda.

De eso va este tema.

Tras desvelarse que pasó muchos años pagando fuerte al vicepresidente de los árbitros —Negreira— por unos informes fantasmagóricos, el Barcelona lleva dos meses tragando agua. El presidente Laporta asomó esta semana la cabeza (por fin) para defenderse atacando: acusó al Real Madrid de cinismo por escandalizarse ahora y callar cuando era, según él, el equipo del régimen.

El Real Madrid de Florentino, habitualmente lacónico en sus comunicados oficiales, respondió con un anonadante vídeo bomba en el que, apoyado en imágenes que se archivaron, acusó al Barcelona de ser el verdadero equipo franquista de España. Y se armó el quilombo.

Ruptura total de relaciones institucionales (o escenificación ruidosa de tal cosa) cuando se suponía que el Madrid y el Barcelona eran aliados contra la UEFA para crear la Superliga; aunque, quizás, una cosa —divorcio de consumo interno— no quite la otra (superamigos en la Superliga).

¿Estamos ante una crisis institucional de largo alcance entre las dos locomotoras del fútbol español? ¿O ante una sobreactuación que conviene a los dos para mantener cohesionadas y calentitas a sus parroquias contra el enemigo interno y por si los resultados deportivos se tuercen? ¿Qué pasó en el fútbol español durante el franquismo que aún colea?

Foto: Florentino Pérez y Joan Laporta, en Madrid. (EFE/Mariscal)

Hablamos con el valenciano Julián García Candau, exjefe de deportes en AS, El País, EFE y TVE, uno de los últimos históricos del periodismo deportivo español, de la primera generación que denunció los trapicheos y falta de democracia del fútbol español.

placeholder 'El deporte en la Guerra Civil' de Julián García Candau. (A. M. V.)
'El deporte en la Guerra Civil' de Julián García Candau. (A. M. V.)

A sus 83 años, Candau ha vivido tantas broncas entre el Madrid y el Barcelona que ha perdido la cuenta, pero mantiene la buena forma de los pugilistas clásicos: memoria elefantiásica para el dato histórico y pegada demoledora a diestra y a siniestra. Segundos fuera.

"Lo de Negreira ha sido el timo de la estampita de Tony Leblanc"

PREGUNTA. ¿Cómo de grave es el caso Negreira?

RESPUESTA. En mi opinión, bastante, pero igual no por los motivos que algunos creen. Los dirigentes del Barcelona que han pagado a este tío son unos auténticos imbéciles. Este tipo era el vicepresidente de los árbitros, pero no mandaba nada, no designaba quién pitaba. Ha sido el timo de la estampita, digno de Tony Leblanc en Los tramposos. Son unos cretinos.

Mira, Alfonso Azuara, que en paz descanse, dividía a los árbitros entre palomas y halcones. No es lo mismo que te toque un halcón fuera de casa que una paloma. Eso es así. Ahora bien: el señor al que ha pagado el Barcelona no era nadie.

Es un asunto lamentable que emborrona la historia del Barcelona.

P. ¿Qué le pareció la defensa de Laporta?

R. Laporta ha hecho como los defensas antiguos: balones fuera para perder tiempo. No ha aclarado nada y, encima, ha acusado al Madrid de ser el equipo del régimen. Mire, ¡váyase usted a cagar y asuma que ha metido la pata!

Ahora bien: lo que hay que demostrar es si algún árbitro se vendió, pero aún no ha aparecido nada de eso.

¿A ti te parece razonable pensar que el Barcelona de Messi, Xavi, Pujol, Piqué e Iniesta necesitaba elegir a los árbitros?

P. ¿Por qué atacó Laporta al Madrid?

R. Eso fue una salida de pata de banco. Lo que hace Laporta es buscarse un enemigo. Su estupidez es de tal grado que ha atacado a la persona, Florentino, que le ha llevado de la mano hacia la Superliga y que, además, le ayudó a obtener financiación para la construcción del nuevo campo. Lo de Laporta es de juzgado de guardia. ¿Para defenderse hay que desenterrar otra vez el penalti de Guruceta? Vamos, hombre. [En 1969, en un Clásico, el árbitro Guruceta pitó un penalti a favor del Madrid por una falta un metro fuera del área, y el Camp Nou ardió].

A ver, diga usted la verdad, señor Laporta, quisieron influir y les tomaron el pelo. Y, si no hubo compra de árbitros, ¿por qué cojones pagaron todo ese dinero?

placeholder Partido del Real Madrid y el Barcelona. (Europa Press)
Partido del Real Madrid y el Barcelona. (Europa Press)

P. ¿Y la respuesta del Real Madrid vía vídeo arrojadizo?

R. Me parece absolutamente lamentable. Si los dirigentes del Barcelona condecoraron a Franco, no fue por gusto, sino por obligación. Como todos.

Tras ganar la Guerra Civil, los franquistas impusieron al Barcelona un presidente: Enrique Piñeyro, Marqués de la Mesa de Asta. Curiosamente, Piñeyro se acabó enamorando del club. En 1943, durante una eliminatoria de copa, el Madrid fue recibido en Les Corts [antiguo campo del Barcelona] con una pitada descomunal. No porque fuese el Madrid, sino porque venía de la capital, se le trató como si fuera el Gobierno. Al Barcelona le cayeron 25.000 pesetas de sanción.

Los cronistas deportivos madrileños, que antes habían sido cronistas franquistas de la guerra, azuzaron todo lo que pudieron el partido de vuelta. Ese día, en el viejo Chamartín madrileño, dieron un silbato con cada entrada. La pitada al Barcelona fue tremenda. Antes de que empezara el partido, el director general de seguridad (o el jefe superior de policía, uno de los dos, no está claro) entró en el vestuario del Barcelona a decirles a los jugadores: “Mucho cuidado ahí fuera, que aquí muchos jugáis al fútbol gracias a la generosidad del régimen”. El resultado final del partido fue 11-1 a favor del Madrid. El Barcelona salió acojonado al campo; un testigo presencial dijo que, si le hubieran disparado desde la Castellana, al portero del Barcelona le hubieran metido gol también.

La Federación multó al Madrid por la pitada... y al Barcelona, que tiene cojones. El presidente Piñeyro dimitió, lo que obligó políticamente a que dimitiera también el presidente del Real Madrid.

P. Y apareció por ahí un tal Santiago Bernabéu…

R. Rafael Barroso —presidente de la Federación, exportero del Atlético de Madrid y hermano de un ministro— colocó a Bernabéu en el Real Madrid porque eran muy amigos e iban juntos de putas.

P. ¿Cómo?

R. Lo que oyes. Eso me lo contó a mi Santiago Bernabéu.

P. Siga…

R. Bernabéu fue designado presidente del Madrid y Luis Sanz, falangista de primera hora, del Barcelona. Bernabéu y Miró se llevaban tan bien que los futuros arquitectos del Camp Nou visitaron el estadio de Chamartín para inspirarse.

placeholder Bufanda del Villarreal Club de Fútbol en el domicilio de García Candau. (A. M. V.)
Bufanda del Villarreal Club de Fútbol en el domicilio de García Candau. (A. M. V.)

P. Que hubiera presidentes franquistas designados, ¿significa que el Barcelona era franquista?

R. Mira, durante la primera huelga sonada de la posguerra, la de los tranvías barceloneses, los aficionados del Barcelona fueron a pie al campo, nadie cogió el tranvía. Los barcelonistas eran más bien catalanistas. Es verdad que los directivos iban a El Pardo a condecorar a Franco, pero porque no había más cojones que hacer eso.

Por cierto, en una de las crónicas de la prensa catalana sobre el 11-1, se insinuó el trasfondo político de lo sucedido en los vestuarios. Al cronista le retiraron el carné de prensa; se llamaba Juan Antonio Samaranch.

P. ¡Toma ya!

R. Esto que te cuento va a misa.

"Discutir los triunfos de Messi y de Di Stéfano —yo vi jugar al Madrid glorioso y era una cosa increíble— no es de recibo. Ni árbitros, ni leches"

P. Correcto... Laporta ha deslizado que, en esa época, había mucho dirigente arbitral y federativo vinculado al Real Madrid (socios o exjugadores). ¿Influyó esto en los resultados deportivos?

R. Eso son exageraciones de Laporta. De hecho, el Madrid no fue el equipo que es hoy hasta que llegó Alfredo Di Stéfano en 1953. Ahí cambió la historia.

P. Con el fichaje de Di Stéfano hubo un buen follón…

R. Sí, sus dos primeros partidos en España los jugó con la camiseta azulgrana (por cierto, no gustaron). Pasó que el Barcelona compró los derechos del jugador a su primer equipo, el River Plate argentino, y el Madrid al segundo, el Millonarios colombiano.

En pleno lío, y quizá no por casualidad, al presidente del Barcelona le amenazaron con una inspección fiscal. Más tarde, una sentencia judicial salomónica determinó que Di Stéfano jugara dos años en cada equipo, pero al final el Barcelona renunció al jugador (fue una gran cagada).

placeholder Foto: A. M. V.
Foto: A. M. V.

P. El Barcelona se queja a veces de que los poderes fácticos favorecen al Madrid... coincidiendo con crisis económicas o deportivas del club blaugrana. ¿Hay victimismo?

R. Hay épocas de victimismo, en efecto, pero también es verdad que al Madrid se le ha tenido siempre más respeto arbitral que al Barcelona (y al Barcelona más respeto que al resto de clubes). Dicho lo cual: discutir los triunfos de Messi y de Di Stéfano —yo vi jugar al Madrid glorioso y era una cosa increíble— no es de recibo. Ni árbitros, ni leches.

P. ¿El choque actual entre el Madrid y el Barcelona es más grave que otros del pasado?

R. Ha escalado por las tonterías que ha dicho Laporta. Nos hemos pasado 40 años diciendo que el Madrid era el equipo del régimen, y ahora nos pasaremos otros 40 diciendo que el Barcelona es el equipo de Negreira; y que ambos clubes ganaron sus títulos gracias a los árbitros. Mira: ¡no! Y lo del Madrid de Florentino diciendo que el Barcelona fue franquista es una broma, una auténtica mentira, el Madrid fue más franquista que el Barcelona de largo. Se han salido las cosas de madre.

A Laporta se le calentó la boca contra el Real Madrid; el Madrid respondió tachando al Barcelona de franquista, y Julián García Candau es una leyenda.

FC Barcelona Real Madrid
El redactor recomienda