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El Villarreal roza la gesta, pero el Liverpool de Klopp sepulta la insurrección de Emery (2-3)
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Día y Coquelin, goleadores locales

El Villarreal roza la gesta, pero el Liverpool de Klopp sepulta la insurrección de Emery (2-3)

El Villarreal es eliminado de la Champions League en la semifinal después de lograr empatar la eliminatoria con una magnífica primera mitad. Fabinho, Luis Díaz y Mané remontaron

Foto: Gerard Moreno se lamenta tras la remontada. (EFE/Biel Aliño)
Gerard Moreno se lamenta tras la remontada. (EFE/Biel Aliño)

El Villarreal se vio durante 60 minutos en la final de la Champions League. El equipo de Unai Emery fue superior al todopoderoso Liverpool de Jurgen Klopp, logrando empatar la eliminatoria 2-2 en la primera mitad tras los goles de Día y Coquelin. Demostraron los 'groguets' ser un equipo digno de unas semifinales de la Copa de Europa. Aún mayor pudo ser el castigo si el árbitro hubiese señalado una polémica acción de Alisson Becker sobre Giovani Lo Celso, que habría supuesto la expulsión del portero ‘red’. Un penalti más que dudoso. El Liverpool resurgió en una última media hora feroz. Fabinho, con colaboración de Gerónimo Rulli, Luis Díaz y Sadio Mané fueron los autores de la remontada. Klopp regresa a la gran final, donde espera al Real Madrid o al Manchester City.

La Cerámica rugía como nunca minutos antes de comenzar el encuentro. “Sí se puede, sí se puede”, cantaban en Villa-real. Y tanto que se podía. El equipo dócil que se vio en Anfield dejó paso a un tigre que salió a morder al Liverpool. Klopp había insistido durante toda la semana en que el trabajo no estaba hecho tras el 2-0 de la ida. La nueva norma que elimina el valor doble de los goles fuera de casa provoca que resolver una eliminatoria implica, sí o sí, una goleada de escándalo. En el minuto 3 de partido, los pupilos de Emery se habían puesto por delante.

placeholder Día adelantó a los locales. (EFE/Biel Aliño)
Día adelantó a los locales. (EFE/Biel Aliño)

Buscó las bandas el conjunto 'groguet' nada más comenzar el encuentro. Un centro lateral mal defendido por el todopoderoso Virgil Van Dijk e Ibrahima Konaté propició un tema franco de Capoue, quien la pegó mordida. Ese remate fallido se convirtió en una asistencia perfecta para que Día marcase a placer. Noventa minutos por delante para perseguir el sueño de la remontada.

Amenazó, en una de las escasas ocasiones de los ‘reds’ en los primeros 45 minutos, Salah adueñándose de una pelota que Ruli dejó muerta en el área, tras no poder despejar. El balón del egipcio salió mordiendo el palo, pero la jugada era anulada por fuera de juego. Solo Thiago, con un tímido disparo desde fuera del área, puso algo de tensión en la meta del guardameta argentino.

La fiesta local continuaría con un golazo de Coquelin, que se transformó en delantero centro para adelantarse a Alexander Arnold (muy, muy pasivo en dicha defensa) tras un magnífico centro de Capoue y hacer el segundo. El centrocampista francés hizo un mal control escorándose dentro del área para luego amagar y colgar un balón perfecto para la cabeza de su compatriota. No es un experto en el juego aéreo el exvalencianista, pero saltó valiente, bravo, para poner un testarazo en la escuadra custodiada por Alisson.

La jugada de la discordia

Apenas dos minutos antes del gol, la polémica inundó el estadio de la Cerámica. Una gran recuperación del ‘Submarino Amarillo’ provocó un dos contra dos ejecutados a la perfección por un maltrecho Gerard Moreno. Hasta tocado (estaba mermado por problemas musculares), la calidad de la estrella del Villarreal es indiscutible. El delantero español puso un pase al hueco para Lo Celso. Llegó antes que Alisson, tocando con la bota la pelota para regatear. El argentino acabó en el suelo, barrido por el guardameta brasileño. Ni cinco repeticiones dejaban claro si había o no penalti. El árbitro holandés, Makkelie, lo vio clarísimo: no existía pena máxima. En las imágenes se pudo observar cómo Alisson barre al centrocampista, aunque rebaña la pelota con la mano derecha durante la acción. Muy discutible la decisión del juez, que fue reafirmada por el VAR. De ser penalti, habría supuesto la expulsión de Becker…

El Liverpool se reencuentra

A Jurgen Klopp le tocó hacer terapia de choque en los vestuarios. El partido lo estaba perdiendo el Liverpool por dos a cero con todo merecimiento. Se quitó el chaqué de los paseos para ponerse el mono de trabajo. El centro del campo empezó a carburar —espléndido trabajo de los 'groguets' en la primera mitad para secar a Fabinho y Thiago— y eso era mala noticia para las aspiraciones locales. Diego Jota cedió su puesto a Luis Díaz. Puede parecer exagerado, pero el colombiano lleva dos meses siendo el mejor delantero de un equipo que cuenta con Sadio Mané y Mo Salah. No es poca cosa.

El cansancio hizo mella en el conjunto dirigido por Emery, justo cuando el fútbol del Liverpool comenzaba a crecer. Fabinho pondría el 2-1 en el marcador tras un disparo seco, sin demasiado peligro, que acabó en gol. El pivote recibió algo escorado dentro del área. Amagó un centro para luego disparar al muñeco. Rulli falló y la pelota se coló entre sus piernas. Gol cruel en una competición como la Champions League, experta en castigar severamente cualquier error individual en la portería.

placeholder Mané acabó con el sueño. (EFE/Domenech Castelló)
Mané acabó con el sueño. (EFE/Domenech Castelló)

Cuando se intentaba rehacer el Villarreal llegaría el gol del empate del partido, que suponía el 2-4 en el conjunto de la eliminatoria. Alexander Arnold demostró que su tacto con la pelota no es un idilio exclusivo de su pierna derecha. El lateral inglés puso un caramelo con su zurda que rompió a la defensa local, ya que al tirar el fuera de juego fue sorprendido por un Díaz entrando desde atrás. Su remate de cabeza acabó con la euforia del Villarreal.

A quince minutos del final, cualquier esperanza desapareció. Mané acabó encarando a un Rulli que, desesperado, salió cuarenta metros para tratar de evitar que el delantero controlase el balón. Se pensó la contundencia demasiado, temiendo una posible roja, y en la incertidumbre reinó el senegalés. Tuvo paciencia y calma para acercarse a la portería y anotar a puerta vacía. 2-3 en el partido, 2-5 en el global. Adiós al sueño de la remontada, estuvo cerca. Poco quedaba por hacer en los minutos finales, donde hubo tiempo para una expulsión de Capoue por doble amarilla. Honor para el Villarreal, que se despide de la Champions League demostrando que su inclusión en la élite del fútbol no es casualidad, ni flor de un día.

El Villarreal se vio durante 60 minutos en la final de la Champions League. El equipo de Unai Emery fue superior al todopoderoso Liverpool de Jurgen Klopp, logrando empatar la eliminatoria 2-2 en la primera mitad tras los goles de Día y Coquelin. Demostraron los 'groguets' ser un equipo digno de unas semifinales de la Copa de Europa. Aún mayor pudo ser el castigo si el árbitro hubiese señalado una polémica acción de Alisson Becker sobre Giovani Lo Celso, que habría supuesto la expulsión del portero ‘red’. Un penalti más que dudoso. El Liverpool resurgió en una última media hora feroz. Fabinho, con colaboración de Gerónimo Rulli, Luis Díaz y Sadio Mané fueron los autores de la remontada. Klopp regresa a la gran final, donde espera al Real Madrid o al Manchester City.

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