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El disgusto de Kepa, el gran derrotado del Real Madrid que hace más piña que paradas
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tiene una actitud constructiva

El disgusto de Kepa, el gran derrotado del Real Madrid que hace más piña que paradas

El disgusto de Kepa es no haber podido responder a la confianza de Ancelotti. A cambio decidió hacer equipo. El entrenador apostó fuerte por él y Lunin le devoró

Foto: Kepa, durante el calentamiento de los porteros antes de un partido. (AFP7)
Kepa, durante el calentamiento de los porteros antes de un partido. (AFP7)

Kepa vino al Real Madrid a reivindicarse como un gran portero y finaliza su cesión sin dejar huella. No se le recuerda una exhibición como las paradas de Lunin contra el Leipzig y los penaltis que detuvo el ucraniano en la tanda contra el Manchester City. Courtois, en su regreso, ha destacado más en tres apariciones. Lo que deja Kepa es la imagen de un profesional que ha hecho más piña que paradas y, esto, de alguna forma también suma para el equipo.

El disgusto de Kepa es no haber podido responder a la confianza de Ancelotti. El entrenador apostó fuerte por él, puso en valor su experiencia y cualidades para suplir la baja por lesión de Courtois y lo que sucedió es que Lunin devoró a Kepa. El argumento del técnico italiano era que Kepa tenía una trayectoria de cinco años en la Premier League y daba más garantías. Se le cayó su apuesta, se agarró a Lunin y ahora da bola a Courtois.

Kepa ha jugado cuatro partidos en lo que llevamos de año. Uno menos que Courtois, que ha disputado tres de Liga y ha dejado la portería a cero en todos. Se esperaba que contra el Alavés volviera a jugar, a modo de reconocimiento y despedida de la afición. Pero Ancelotti volvió a poner al belga y comentó que los dos que quedaban antes de la final de Wembley (Villarreal y Betis) eran para Lunin y Courtois. Kepa se llevó otro disgusto. Solo se podrá despedir del Bernabéu si es uno de los cambios en el último partido de la Liga.

La competencia en la portería ha sido exigente, como ha podido comprobar Kepa, que acabará su temporada con 19 partidos disputados, 18 goles encajados y 8 porterías a cero. No le ha llegado para ser imprescindible. Pero hay algo que reseñar. Su comportamiento ha sido en todo momento ejemplar, con una actitud constructiva. Afectado por no jugar, pero sin bajar los brazos, ni un mal gesto y sumando para hacer equipo. En las celebraciones contra el Bayern de Múnich por pasar a la final y en la de la Cibeles por la Liga, la imagen de Kepa es la de la felicidad absoluta por sentir que está en un equipo campeón.

placeholder Kepa con Joselu y Bellingham en la celebración de la Liga en la Cibeles. (AFP7)
Kepa con Joselu y Bellingham en la celebración de la Liga en la Cibeles. (AFP7)

Kepa Arrizabalaga desapareció de la portería del Real Madrid en la sufrida victoria contra el Almería en el Bernabéu. El equipo necesitó una remontada tras irse al descanso con dos goles en contra, en uno de los pocos partidos de la temporada en el que el sistema defensivo hizo aguas y el bloque fue vulnerable. Los goles de Bellingham, de penalti, Vinícius y el de Carvajal, en el minuto 99, en la segunda parte, dieron un triunfo que tuvo consecuencias. Kepa pasó a mejor vida y Lunin ganó peso y se armó de confianza.

Quería quedarse

Quedó tocado. Normal en un portero que vino cedido y dijo en su presentación, a mediados de agosto, que llegaba más maduro. "Ojalá pueda quedarme", manifestó en su presentación junto a Florentino Pérez. Era la mejor solución que encontró el club para suplir la grave lesión que sufrió Courtois. Estaba por delante de Lunin. El presidente presentó a Kepa como uno de los grandes porteros del mundo y, como sucedió con Joselu, celebró su incorporación como un chollo.

La cesión de Joselu ha funcionado mejor que la de Kepa si valoramos que el delantero llegó con el rol de suplente y el portero como titular. Joselu ha sido determinante en varios partidos con dobletes en la Liga (Getafe) y en Champions (Unión Berlín). Fundamental con los dos goles en la remontada al Bayern de Múnich para pasar a la final. Kepa no ha hecho milagros.

Foto: Xabi Alonso, con gesto serio, tras perder la final. (Jan Woitas/DPA)

A Kepa le ha costado asimilar que ha perdido la gran oportunidad de su vida de ser el portero protagonista en la consecución de la Liga y la Champions. Es duro y lleva un proceso de aceptación. Hay un sentimiento de culpabilidad. No se puede obviar que era el preferido de Ancelotti y el entrenador llegó a decir públicamente que "si Kepa está bien es el que va a jugar" tras una excelente actuación de Lunin en Cádiz.

El Real Madrid no tiene opción de compra por Kepa, que regresará al Chelsea, donde le queda una temporada más de contrato. El club está negociando la renovación de Lunin, con el que tienen esperanzas de llegar a un acuerdo. No hace falta Kepa. El portero, que en 2018 fue rechazado por Zidane porque consideraba que con Keylor Navas, Kiko Casilla y su hijo Luca tenía el puesto bien cubierto, ha comprobado lo difícil que es jugar en el Real Madrid.

Kepa vino al Real Madrid a reivindicarse como un gran portero y finaliza su cesión sin dejar huella. No se le recuerda una exhibición como las paradas de Lunin contra el Leipzig y los penaltis que detuvo el ucraniano en la tanda contra el Manchester City. Courtois, en su regreso, ha destacado más en tres apariciones. Lo que deja Kepa es la imagen de un profesional que ha hecho más piña que paradas y, esto, de alguna forma también suma para el equipo.

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