Galán impugna la proclamación de Rocha como presidente de la RFEF y le denunciará por falso testimonio

Miguel Galán vuelve a la carga en el caótico proceso electoral que vive la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). El principal opositor a Luis Rubiales y al rubialismo que heredó la RFEF ha presentado un recurso contra la resolución que proclama a Pedro Rocha como candidato único y exige que "se acuerde la nulidad de la resolución por no ser válidos los avales presentados por el sr. Rocha, bien por estar caducados o bien porque se han obtenido en un presunto fraude electoral".

El extremeño, exvicepresidente económico de Luis Rubiales, presidente de su Comisión Económica y testaferro tras la inhabilitación del andaluz, ha sido el único candidato capaz de concentrar los 21 avales necesarios para presentarse a las elecciones. Una condición indispensable para gobernar la RFEF que Carlos Herrera y Eva Parera, entre otros, no consiguieron lograr.

Galán pide consecuentemente que "se suspenda la proclamación como único candidato a la presidencia de la RFEF de Pedro Rocha hasta que se resuelva el recurso contra el acuerdo del 03 de abril de 2004 de la Comisión Gestora de convocar elecciones a la presidencia de la RFEF hasta que se resuelva el recurso contra el acto de convocatoria".

Reitera la "indefensión" del resto de candidatos

Entre las causas alegadas por el opositor, conocido como Querellator en los círculos federativos, se encuentra su demanda de que alrededor de 40 asambleístas deberían ser sustituidos, puesto que los motivos por los que entraron en la Asamblea ya no están vigentes, tal y como explicó este periódico.

"Quienes en la actualidad no están en posesión de la licencia expedida por la RFEF han perdido su condición de asambleístas toda vez que la posesión de la licencia en vigor es el título o conditio sine qua non que habilita la inclusión en el censo electoral como elegible y por ende la legítima condición de asambleísta", explica el texto al que ha tenido acceso El Confidencial. Entre ellos, por ejemplo, se encontrarían Jorge Vilda y Luis Enrique.

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En el documento impugnatorio se esgrime que varios miembros de la Comisión Gestora no han demostrado la neutralidad que se requiere en sus cargos. Pone como ejemplo el caso de Joan Soteras, presidente de la Federación Catalana (FCF), que en unas declaraciones públicas mostró su apoyo por la candidatura de Rocha.

Todo atado y bien atado por el rubialismo

"El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) será quien los presidentes de las territoriales quieran que sea". Así, sin ningún rubor y en una confesión del clientelismo tantas veces aquí denunciado, Joan Soteras reveló el sentir del núcleo duro de la RFEF. "Si vamos más o menos de la mano, quien se quiera presentar lo tendrá muy difícil", añadió Soteras en Ràdio Sabadell, para acabar confirmando lo que es un secreto a voces: "Si Pedro Rocha se presenta, que creo que lo hará, le apoyaremos".

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En el documento, además, se reitera la "indefensión" de los posibles candidatos —Herrera, Parera y el propio Galán— y se señala la "opacidad y falta de transparencia" de la RFEF, que ni siquiera da acuse de recibo de los emails que les envían en lo que es, según el demandante, una vulneración del "derecho constitucional a la tutela judicial efectiva".

Este nuevo requerimiento administrativo por parte de Galán no será su último movimiento en la larga batalla que mantiene con los mandatarios de la Federación, incluso después de la salida de Rubiales. El presidente de CENAFE también tiene previsto denunciar a Pedro Rocha por falso testimonio por su declaración del pasado viernes en el juzgado de Majadahonda. Rocha declaró como testigo en la causa, lo que obliga a decir la verdad, y Galán señala sus incoherencias y lo que él considera mentira.

La jueza de los Supercopa Files, a instancia de la Fiscalía Anticorrupción, cambió la condición de testigo con la que Pedro Rocha entró en el juzgado y procedió a su imputación. Este cambio se produjo después de escuchar durante 45 minutos las respuestas de Rocha, quien trató de marcar distancias con su antecesor, Luis Rubiales: "Me nombró vicepresidente, pero no sé por qué", respondió Rocha. Las explicaciones no convencieron a la jueza.