Traiciones, guerra sucia y denuncias: así son las elecciones a la Federación Catalana de Fútbol
La lucha por el control del fútbol catalán ha acabado con el organismo judicializado, con la junta del expresidente Soteras obligada a dimitir del cargo y la repetición de los comicios. La segunda candidatura más votada se ha caído
El próximo 13 de febrero se celebrarán las elecciones a la presidencia de la Federación Catalana de Fútbol (FCF)... por segunda vez en menos de un año. La anterior votación, en mayo de 2022, donde venció el anterior presidente del organismo catalán y exvicepresidente de Luis Rubiales en la Real Federación Española, Joan Soteras (376), por una diferencia de 26 votos, fue impugnada por el candidato Àlex Talavera (370) tras detectar más de 175 papeletas irregulares. Así lo decidió el Tribunal Català de l'Esport (TCE) el pasado mes de enero. La justicia dictaminó, entre otros motivos, que ejercieron su derecho a voto "ciertas personas que alegaron su condición de vicepresidentes de dichos clubes sin figurar inscritos como tales en el Registro de entidades deportivas".
La nulidad de las elecciones el pasado 12 de enero de 2023 provocó la ira de Soteras, que catalogó la decisión judicial de una "autentica cacicada" a causa de una "injerencia política y una manipulación total" por unos audios filtrados de Juanjo Isern, el tercer candidato más votado (238 papeletas) en las anteriores elecciones y que en el pasado fue vicepresidente de Soteras. "Son acusaciones absolutamente falsas, lo demostré en sede judicial y ya llegará el desenlace en su momento. Pasamos unos audios falsos porque dentro de nuestro equipo había un topo. Así fuimos filtrando noticias falsas para manipularlos y que se los pasara a José Miguel Calle, exdirector general de la FCF", cuenta a este periódico el candidato. A pesar de que se esperaba la renuncia de Soteras después de conocer la sentencia del TCE, así como el traspaso de sus responsabilidades y funciones a una comisión gestora, no sucedió.
En cambio, el presidente de la FCF sí presentó entonces un recurso en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que denegó también la cautelar solicitada por el exmandatario. Entonces, sin más margen de maniobra, acabó con la dimisión obligada de su junta y del propio Joan Soteras el pasado 29 de enero por orden de un juez. Esto es solo es la punta del iceberg de una guerra sucia sin cuartel que tiene al fútbol catalán en vilo y abonado a los tribunales.
Además, es fácil de comprobar cómo hay decenas de perfiles anónimos en Twitter que tratan de desacreditar a los distintos candidatos con insultos, trapos sucios y acusaciones. Estos perfiles, por citar algunos, (@ManolitoGafotas, @OtraPaquita, @pepebirlas, @atila1052, @capita_america1, @vengadores32, @swat_comando o @Kgon_10w) han infestado las redes sociales de la FCF.
Como si se tratara del pasaje de la Biblia en donde Judas negó a Cristo tres veces, en el mundo del fútbol català nos ha tocado la desgracia de tener a este traidor reincidente: Andreu Subies, actualmente intentando volver a sus corruptelas tras la candidatura de @JuanjoIsernFCF pic.twitter.com/bsZWsYE88F
— Manolito Gafotas (@ManoIitoGafotas) February 8, 2023
Solo hablas de dinero Calle. No hablas de futbol sala. Ni hablas de gestión, por cierto inexistente, Solo dinero y dinero. Vamos a hablar de dinero. Bueno, ya hablan los papeles por si solos 🧐
— VIKINGOS (@VIKINGOS32) February 2, 2023
Los papeles de Calle. Los que lo van a empapelar fijo 🕵️ Lo que cobra la famiglia 💵💰 pic.twitter.com/84qv1tQmSA
Ruido de sables
Las elecciones, además, han dado un vuelco en la última semana. Àlex Talavera ya no está en la carrera por la presidencia del fútbol catalán a pesar de personificar la segunda candidatura más votada tras Joan Soteras en mayo. El motivo reside en que 10 personas de su candidatura se han pasado a la de Juanjo Isern, el tercer candidato más votado en los últimos comicios. Pero todavía ha habido un giro de guion más retorcido e inesperado: Àlex Talavera y Juanjo Isern, a los que Soteras acusa de querer volver a entrar en la Federación Catalana de Fútbol "para volver a espoliarla", habían mantenido conversaciones para ir de la mano de cara a estas nuevas elecciones... hasta que todo se rompió en el último momento.
"Es una traición en toda regla por parte de un bloque que ya traicionó en su día a Soteras y hará lo mismo con Isern. Son personas que por puros intereses personales y económicos han decidido coger otro camino y forma parte de un plan perpetrado para controlar la federación, que es su único objetivo. Éramos 29, nos quedamos con 19 y ya no podemos presentarnos", explica Talavera a El Confidencial. Preguntado por esa misma cuestión, Juanjo Isern afirma que "tuvimos reuniones para hacer una única campaña y pactar un programa electoral juntos, pero, en caso de ganar, me pedía una composición de la junta de 25 personas para ellos y solo siete para mí, en lugar de un 60-40% por los votos recibidos en mayo. Esa composición relegaba a personas de su candidatura a posiciones residuales y esas personas se pusieron en contra de sus decisiones. Como no ha sabido controlar y unificar su candidatura, ha estallado por los aires", cuenta el expresidente del Europa.
🔴 Presentació d'ahir de la candidatura 'Tots junts fem força' a Vilafranca del Penedès (Cal Figarot).
— Tots Junts Fem Força (@JuanjoIsernFCF) February 9, 2023
🎙️ Juanjo Isern: "Tenim un projecte exclusivament dedicat als presidents. Sense ells no hi ha futbol. No venim a cobrar, estem aquí per il·lusió"#futbolcat pic.twitter.com/xuOYyozMsW
Sobre la gestión de Soteras, Isern dispara a quemarropa: "La gestión de Soteras es la peor gestión de la historia del fútbol de Cataluña. Una gestión que acaba siendo juzgada por el Tribunal Català de l'Esport como manipuladora y corrupta, que deja un reguero de despidos improcedentes y denuncias que le costará mucho dejar atrás al fútbol catalán. Al exdirector general de la FCF, José Miguel Calle, le han llovido las denuncias por administración desleal, alzamiento de bienes, despidos improcedentes, facturas falsas... no tiene límites. Soteras solo busca colocar a sus familiares para que ganen grandes sueldos en la FCF".
De las contrataciones de familiares a dedo consta, por ejemplo, la organización, presuntamente, a dedo de un campus de personas en "riesgos de exclusión social" por el que el yerno de Soteras cobró 33.880 euros en 2019 tal y como aparece en la propia pagina del organismo. La explicación de la FCF fue que se escogió al yerno de Soteras y exfutbolista, Lucas Viale, por "su experiencia dilatada en la organización de campus de fútbol y por tratarse de una propuesta bien estructura y estimulante". A finales de 2021, la policía nacional registró la sede de la FCF y la investigación sigue su curso.
Más de 20 denuncias se acumularon en la Oficina Antifraude de Cataluña y ahora están ya en manos de la Fiscalía. Tanto Soteras como Calle, además, han sido denunciados por Joan Anton Ruiz, exjefe de compras, y José Domingo Valls, exdirector de servicios jurídicos, por una supuesta consulta ilegal de sus correos electrónicos. Soteras, que cobraba 120.000 euros, consiguió su subida de sueldo en plena pandemia. Calle, con un sueldo similar, está imputado judicialmente por cobro de facturas presuntamente ilegales y por delito de administración desleal contra la FCF y también fue blindado en plena pandemia.
Además, en julio de 2021, l’Autoritat Catalana de la Competència sancionó a la Federación Catalana de Fútbol con una multa de 876.827,67 euros por abusar de su posición de dominio en el mercado de expedición de licencias federativas para la práctica del fútbol en Cataluña. Isern, por su parte, defiende que no cobrará "ni un solo euro como presidente de la Federación Catalana de Fútbol" ni dará cobijo a "ningún miembro de mi familia" si finalmente gana las elecciones. Talavera sí abogaba por cobrar, pero mucho menos de lo que percibía Soteras.
Paquita Linares, que presentó una denuncia por presuntas vejaciones, amenazas y acoso contra Calle y Soteras, se presenta ahora con Isern. También lo hace el vicepresidente de Joan Laporta y responsable del área social del Barça, Antonio Escudero. Sobre si no es incompatible que un directivo del club más poderoso de Cataluña pudiese estar dentro de la junta de la Federación Catalana de Futbol, Isern remarca que "Yo no incorporo a Escudero como vicepresidente del Barça, lo incorporo como empresario con prestigio dentro del mundo de los negocios. Tiene una gran experiencia y hemos de conseguir incrementar los ingresos de la FCF a través de agentes externos que nos hagan de patrocinadores, no a través de subir la cuotas". En esta línea, Isern desliza que "Él me aporta un plus de profesionalidad al abrirme las puertas del mundo empresarial. Es una garantía de seriedad el apoyo de la patronal de la PIMEC (pequeñas y medianas empresas de Cataluña), que dotará de asesoramientos fiscal y formación a los presidentes".
La sombra de Subies, exnúmero 2 de Rubiales
Los escándalos abruman a la Federación Catalana de Fútbol. El anterior presidente, Andreu Subies, fue obligado a renunciar a su cargo como vicepresidente en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) tras el escándalo de corrupción conocido como la operación Soule, que terminó con el mandato de Ángel Villar. Subies, hombre fuerte de Villar, como también del actual presidente, Luis Rubiales, dejó la FCF en 2018 (lo reemplazaría Joan Soteras) después de siete años en el cargo para saltar a la Federación Española. Duró un año en Madrid. En marzo de 2019, fue imputado por supuestos sobrecostes en las obras de remodelación realizadas en 2014 en la sede de la FCF en la calle Sicilia de Barcelona. Sin embargo, fuentes de la FCF a las que ha tenido acceso El Confidencial creen que Subies aún está detrás de otras candidaturas para las próximas elecciones.
En el escrito donde anunció que ya no se podía presentar a las elecciones, Àlex Talavera señaló que "se ha vuelto a demostrar que hay candidatos que priorizan los intereses personales sobre los intereses de los clubes y de la misma Federació Catalana, Y también que determinados personajes del pasado quieren seguir moviendo los hilos desde la sombra cuando aún no han resuelto sus conflictos con la justicia por casos vinculados con la propia Federación". Ese personaje es Andreu Subies. Lo que no está claro es detrás de quien está.
Según el propio Talavera, Isern se presentó "inesperadamente de la mano de Andreu Subies" en una reunión en la que se iba a firmar un pacto entre ambas candidaturas para hacer la unión pública de cara a las elecciones. "Isern me dijo que las condiciones habían cambiado y que me lo iba a explicar Subies. Me dijo que había cambio de planes y si me quería sumar y, si no lo hacía, ciertas personas de mi candidatura dimitirían y se cambiarían de bando porque son un bloque que siempre va junto. Les dijo que yo no iba a participar porque yo me había metido aquí para ayudar al fútbol catalán y a los clubes", detalla a El Confidencial.
Preguntado sobre la supuesta mano negra que mece la cuna, Isern acusa a Talavera de "mentir para defender su posicionamiento" y niega que Subies sea un hombre de su candidatura. Es más, Isern explica que "Subies solo ha ido con Talavera" y que el propio Talavera tenía "un pacto secreto con el exdirector general, Calle". Si bien Isern reconoce que "antes de las pasadas elecciones del 22 de mayo de 2022 me reuní con Subies y Talavera para llegar a un acuerdo, ese pacto nunca llegó". Talavera, por último, deja una reflexión en el aire: "Hasta que no se extirpe este tumor del fútbol catalán y se construyan proyectos saludables para los clubes, no parará la guerra sucia y habrá una convivencia sana en el fútbol catalán".
El próximo 13 de febrero se celebrarán las elecciones a la presidencia de la Federación Catalana de Fútbol (FCF)... por segunda vez en menos de un año. La anterior votación, en mayo de 2022, donde venció el anterior presidente del organismo catalán y exvicepresidente de Luis Rubiales en la Real Federación Española, Joan Soteras (376), por una diferencia de 26 votos, fue impugnada por el candidato Àlex Talavera (370) tras detectar más de 175 papeletas irregulares. Así lo decidió el Tribunal Català de l'Esport (TCE) el pasado mes de enero. La justicia dictaminó, entre otros motivos, que ejercieron su derecho a voto "ciertas personas que alegaron su condición de vicepresidentes de dichos clubes sin figurar inscritos como tales en el Registro de entidades deportivas".