La táctica en la sombra de Rubiales para que la UEFA castigase a España y a todos los clubes

La suspensión de Luis Rubiales por parte de la FIFA prohibió al expresidente de la Real Federación Española intervenir en cualquier actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional. Sin embargo, la trama de aliados del motrileño, que poco a poco se va deteriorando, todavía encuentra en Aleksander Ceferin uno de sus principales apoyos. Aunque Rubiales ya no es presidente de la RFEF ni vicepresidente de la UEFA por orden de la FIFA, el máximo organismo del fútbol europeo no se ha pronunciado sobre los actos del dirigente español.

En las últimas horas, Rubiales buscó castigar a España y a sus clubes en las competiciones europeas en una medida clara de presión para el fútbol español, ahora en pie de guerra contra su expresidente. La UEFA no hizo caso al dirigente español. Según informó Onda Cero, la mano derecha y secretario general de la RFEF, Andreu Camps, "ha solicitado la actuación de la UEFA en defensa del presidente de la RFEF y vicepresidente del máximo organismo del fútbol europeo, tras las acciones emprendidas por el Gobierno de España como consecuencia del escándalo desencadenado por el tocamiento en el palco y el beso "sin consentimiento", tal y como afirmó Jennifer Hermoso, a la campeona del mundo.

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La denuncia, en caso de prosperar y en el más extremo de los supuestos, podría haber llevar a la suspensión de la RFEF por parte de la UEFA, algo que conllevaría la expulsión de los clubes y selecciones nacionales de las diferentes competiciones organizadas por la UEFA: Eurocopa, Champions, Europa League o la Conference League. Tal y como apuntó este mismo medio, "Andreu Camps acusó directamente a los miembros del gobierno español que han solicitado públicamente medidas drásticas, como dimisión e inhabilitación, contra Luis Rubiales.

Sin embargo, EFE informó que la UEFA no adoptará ninguna decisión contra la participación de los clubes y equipos españoles en sus competiciones, pese a la denuncia hecha por la Federación Española de Fútbol (RFEF) para que actúe por posible injerencia gubernamental. El documento de la RFEF a la UEFA pidió la actuación de esta, ya que su normativa establece que sus asociaciones "gestionarán sus asuntos de forma independiente y sin influencias indebidas de terceros", aunque la UEFA no va a adoptar ninguna medida contra los clubes y equipos españoles.

Camps mueve sus hilos

Según los estatutos de UEFA, sus asociaciones "gestionarán sus asuntos de forma independiente y sin influencias indebidas de terceros. Cualquier órgano o decisión de un órgano que no haya sido elegido o nombrado de acuerdo con dicho procedimiento, incluso de forma provisional, no será reconocido por la UEFA". Hasta ahora, la UEFA no ha hecho ningún pronunciamiento público sobre el escándalo de Rubiales.

Hasta el momento, ni la UEFA, ni la RFEF (cuya dirección se reúne esta tarde bajo la presidencia interina de Pedro Rocha) se ha pronunciado sobre este asunto. El denunciante Andreu Camps ejerce de secretario general, un cargo retribuido y cuyo nombramiento y cese es una prerrogativa exclusiva del presidente.

Además, el escrito de la mano derecha de Rubiales se mandó antes de que Pedro Rocha fuera designado como máximo mandatario de la RFEF. El asunto será tratado hoy en la Comisión de Presidentes de Federaciones de Ámbito Autonómico y Territoriales. La denuncia se produjo después de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) anunciara que elevaría el Caso Rubiales al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y antes de que la propia FIFA suspendiera de forma provisional a Rubiales como presidente de la RFEF.