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El inconsistente relato del adiós de Xavi, el último cruyffista aplastado por el Barça
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Calendario asequible a corto plazo

El inconsistente relato del adiós de Xavi, el último cruyffista aplastado por el Barça

El (todavía) entrenador del Barça asegura que la decisión la lleva meditando desde el pasado verano, a pesar de renovar en septiembre. Cree que es lo mejor para el futuro culé

Foto: Xavi Hernández, en la última rueda de prensa. (EFE/Alejandro García)
Xavi Hernández, en la última rueda de prensa. (EFE/Alejandro García)
Las claves
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Cuatro meses son los que le quedan a Xavi Hernández como entrenador del FC Barcelona. Desde la Ciudad Condal no se descarta un cese temprano si no acompañan los resultados en las próximas citas, aunque la decisión del técnico de anunciar su marcha en diferido, así como un calendario aparentemente asequible antes de la Champions League, (Osasuna, Alavés, Granada y Celta de Vigo) deberían servir para calmar las aguas.

Con ese panorama, Xavi salió a rueda de prensa a valorar su adiós en frío. Las palabras del entrenador, una absoluta leyenda del fútbol español como jugador, arrojaron más incógnitas que certezas. Este es su relato.

Capítulo uno, la decisión

"Es la mejor decisión. Necesitamos una reacción, necesitamos más ilusión de cara al próximo curso, lo pienso como culé. Hay que pensar en el barcelonista, en el presidente, en Deco... El proyecto continúa. Es la mejor decisión. Necesitamos una reacción". Es decir, Xavi entiende que su marcha es necesaria para que el proyecto blaugrana vaya a buen puerto. Pero, a partir de junio.

Foto: Robert Lewandowski se lamenta en un partido del Barça. (REUTERS Pablo Morano)

Los tiempos de adiós, según aseguró Què T’hi Jugues de SER Catalunya, no sentaron bien a Joan Laporta, que trató de persuadir al técnico para que no hiciera pública su decisión en pleno mes de enero, con los meses más importantes de la temporada por disputarse. La reunión en las entrañas de Montjuic no fue fructífera para el plan de Laporta, cuando las decisiones deportivas y estructurales del Barça cada vez se antojan más improvisadas y apresuradas, con la cúpula deportiva bajo la siempre inquietante influencia de Jorge Mendes.

Capítulo dos, ¿por qué se va Xavi?

Xavi nunca fue el entrenador de Laporta. El español era una de las bazas del máximo rival del actual presidente en su segunda carrera por el sillón del Camp Nou, Víctor Font, que, tiempo después, desvelaría la opinión de Laporta sobre el técnico: "Xavi está verde". La situación deportiva de Ronald Koeman se tornó insostenible y el presidente viajó -mejor dicho, hizo viajar- hasta Qatar para convencer al icónico centrocampista culé.

En la cabeza del presidente siempre estaba una opción de banquillo más consolidada, un técnico extranjero. Obviamente, esta opción era mucho más cara. Y un club como el Barça necesita impulsos mediáticos y sociales, y eso fue Xavi. Las discrepancias entre jefe y entrenador fueron continuas durante estos años, a veces acentuadas por los cambios de opinión públicos de Hernández (a veces el Barça estaba para competir por todo, a veces en reconstrucción), algo que no gusta en la directiva, cuya obsesión es vender un ciclo ganador que, atendiendo a los resultados, no está sucediendo.

placeholder Xavi lamenta una decisión arbitral. (EFE/ Enric Fontcuberta)
Xavi lamenta una decisión arbitral. (EFE/ Enric Fontcuberta)

Pese a ello, Xavi no disparó contra él en su adiós en diferido: "Me siento valorado por Laporta, siempre lo he sentido. También agradecido por la oportunidad, la confianza... él me decía que no. No se valora todo lo que se hace, no es de dentro. Por eso lo decidí [marcharme]".

Preguntado por cuál es la reacción que se encontró en el club y en el vestuario tras el anuncio de su marcha, Hernández aseguró que le pidieron que no se fuera. "[Me dicen] que es una mala decisión. Entiendo que haya personas que no me comprendan. Recibo cariño, estima de la afición, de los jugadores, del presidente... Me siento muy querido y eso no tiene precio".

Es decir, que Xavi se sentía respetado por la estructura, sentía el apoyo del vestuario y el cariño de la afición. Entonces, ¿por qué marcharse? "Creo que hemos hecho un buen trabajo, pero esta temporada no hemos estado a la altura. Es un 'hasta aquí hemos llegado'. Se han sentado bases para el futuro, para el próximo entrenador".

Capítulo tres, el culpable

No hay ambiente mediático que implique tanto desgaste como el banquillo del Barcelona y el Real Madrid. Tampoco tanta gloria. Es el precio a pagar, además de un sueldo bastante acorde a las exigencias. Para Xavi, esta presión "es cruel y desagradable". "Te hacen sentir que no vales a diario. Ya me lo dijo Pep, Valverde, vi sufrir a Luis Enrique... tenemos un problema en cuanto a la exigencia. No se disfruta, te juegas la vida en cada momento", reflexionó sobre el papel de la prensa.

Foto: Xavi, junto a Laporta y Deco. (Reuters/Albert Gea)

"No tiene nada que ver el desgaste con la situación económica. He sido un hombre de club y lo seré hasta el final. Nos hemos adaptado a las circunstancias. Creo que se ha hecho un muy buen trabajo. Tengo la conciencia tranquila. He priorizado al club por delante de mi persona. Me habéis dicho que he puesto 200 excusas, y es lo contrario", insistió. Según su relato, no es algo tomada a la ligera y lleva digiriéndose desde el pasado verano. Acertadamente, periodistas preguntaron por aquella renovación en septiembre del 2023, y Xavi tiró balones para fuera, "está hecha hace mucho tiempo".

"Cuando he comparecido aquí, he dicho siempre lo que pensaba. Si digo que estamos en construcción, me matáis. Si digo que no tenemos el Barça del 2010, también hay críticas. Haga lo que haga, hay críticas. No me compran nada". A Xavi, que defendió siempre el estilo cruyffista para su equipo, pero que pocas veces lo puso en juego, entre otras cosas, por no tener a jugadores de calidad suficiente para ejercer dicho fútbol, sufrirá el desgaste blaugrana, como máximo, cuatro meses más. Mientras tanto, el Barça nada en el mar de las dudas, sin proyecto deportivo estable, palideciendo una economía herida y una crisis de identidad. Entre todos la mataron y ella sola se murió.

Cuatro meses son los que le quedan a Xavi Hernández como entrenador del FC Barcelona. Desde la Ciudad Condal no se descarta un cese temprano si no acompañan los resultados en las próximas citas, aunque la decisión del técnico de anunciar su marcha en diferido, así como un calendario aparentemente asequible antes de la Champions League, (Osasuna, Alavés, Granada y Celta de Vigo) deberían servir para calmar las aguas.

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