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"Hay que refundar el Barcelona": las cinco consecuencias que tiene la humillación del Madrid
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DURA DERROTA EN LA SUPERCOPA

"Hay que refundar el Barcelona": las cinco consecuencias que tiene la humillación del Madrid

El Barcelona fue aplastado por el Real Madrid en la final de la Supercopa, un partido donde el conjunto culé dejó más dudas que certezas y en el que Xavi queda tocado y señalado

Foto: Xavi, con la medalla de subcampeón. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)
Xavi, con la medalla de subcampeón. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

"Esta vez, no ha tocado el lado amargo del deporte". Así hablaba Xavi Hernández al término de la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid (4-1), un partido en el que los blancos pasaron por encima del equipo culé desde el comienzo. Solo la decisión de los madridistas de dejar de pisar el acelerador evitó una goleada mayor al eterno rival, en un partido donde al conjunto catalán se le vieron las costuras y que deja varias lecturas claras.

Visto lo visto sobre el césped, no solo es evidente que, en este momento, el Real Madrid es muy superior al Barcelona, sino que, además, el proyecto azulgrana está muy tocado. Posesiones inofensivas, debilidad defensiva, escasa verticalidad y, sobre todo, pocas soluciones desde el banquillo, no solo por poca profundidad de plantilla, sino por la sensación de que Xavi no es capaz de corregir los errores que tanto penalizan a su equipo.

La dinámica en la que está inmerso el Barcelona es peligrosa y la Supercopa, que se podía antojar como un punto de inflexión, se ha convertido en un drama. Tanto que, en escasos días, tiene una final contra un Primera RFEF en la Copa del Rey. Ante Unionistas, Xavi tiene un match ball, en un partido trampa en el que debe de ser superior por nombres y equipo pero que, en caso de no ganar, puede tener castigo en forma de despido.

Así, estas son las cinco consecuencias de la humillante derrota del Barcelona ante el Madrid en la Supercopa de España:

1 - Xavi, desnudo ante el espejo

placeholder Xavi, en un momento de la final ante el Real Madrid. (EFE/EPA/STR)
Xavi, en un momento de la final ante el Real Madrid. (EFE/EPA/STR)

Xavi llegó al Barcelona el 5 de noviembre de 2021. Tras media temporada de transición y salvar los muebles, el pasado curso ya hizo el equipo a su imagen y semejanza, ganando Liga y Supercopa de España. Pero los números no engañaban... o mejor dicho, sí que lo hacían. Demasiados partidos ganados por 1 a 0, con actuaciones individuales que maquillaban los marcadores. Cuando estas apariciones estelares han desaparecido, bien por lesión, por bajo rendimiento o por devaluar la plantilla por ventas, se ha visto la cruda realidad: Xavi no tiene soluciones desde la banda para corregir el rumbo ni las dudas de su equipo.

2 - El entrenador se queda sin protección

Xavi llegó al Barça como solución de emergencia. La estrella, el hijo pródigo culé, regresaba como soplo de aire fresco. Y los títulos provocaron que Joan Laporta, que no le quería pero no tenía otra solución, decidiera renovarle. Pues bien, ahora las dudas son tantas que lo único que ha evitado que ya haya salido del equipo es su nombre y su estatus como leyenda del club. Hasta su gran valedor, Víctor Font, rival de Laporta en las elecciones y que sí llevaba a Xavi en su candidatura, le atizaba: "Toca refundar el club, profesionalizarlo, modernizarlo. De arriba abajo (...). No hay atajos que funcionen, por mucho que generen ilusión".

3 - El agujero que señala a Araújo

Una de las principales dudas del Barcelona radica en la pérdida de solidez defensiva, con Ronald Araújo como principal señalado. De ser un jugador rápido, potente, que llegaba a todo, que era muy difícil de superar y, además, aportaba en ataque, se ha convertido en su sombra, dejando muchas dudas en todas las parcelas. Este domingo, expulsión incluida tras un penalti y una absurda entrada por detrás en un balón sin peligro. Su bajón es el epítome de lo que le sucede al Barça que sí, además, se suma al malísimo momento de forma de Jules Koundé y las dudas de Andreas Christensen, provoca que la zaga culé sea más débil que nunca.

4 - Un centro del campo de andar por casa

La baja de Gavi en el Barcelona es más importante de lo que parece, pues es el único jugador que tiene intensidad suficiente para presionar e incomodar al rival. Este domingo, ni Pedri, ni De Jong (ambos recién salidos de lesión), ni Sergi Roberto (que acabó tocado), ni Gündogan (excelente en la distribución, pero de piernas lentas) mostraron agresividad suficiente para frenar a la medular del Madrid, que jugó a placer. Sin presión ni mordiente, el centro del campo culé se volvió vulgar y permitió hacer a los blancos, comandados por un brillante Kroos. Solo Fermín mostró orgullo -rozando la dureza- en los minutos finales.

5 - La dependencia total deTer Stegen

placeholder Ter Stegen, una baja muy sensible. (EFE/Alejandro García)
Ter Stegen, una baja muy sensible. (EFE/Alejandro García)

La lesión de Ter Stegen en la espalda, que le obligó a pasar por el quirófano, le dejó fuera de juego durante tres meses. El alemán era un seguro y el salvador del Barcelona en muchos partidos, un papel que no ha conseguido cubrir Iñaki Peña. La portería, que era la clave que servía para tapar todo lo que se hacía mal en otras zonas del campo, ahora es muy vulnerable y confirma que los milagros del alemán son más necesarios que nunca. Todo apunta a que estará de vuelta para los octavos de la Champions, pero quién sabe si cuando lo haga, ya estará todo el pescado vendido para el Barça en todas las competiciones.

"Esta vez, no ha tocado el lado amargo del deporte". Así hablaba Xavi Hernández al término de la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid (4-1), un partido en el que los blancos pasaron por encima del equipo culé desde el comienzo. Solo la decisión de los madridistas de dejar de pisar el acelerador evitó una goleada mayor al eterno rival, en un partido donde al conjunto catalán se le vieron las costuras y que deja varias lecturas claras.

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