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La última excusa de Xavi para tapar el mal juego del Barça y cómo pierde el relato de la excelencia
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partido gris contra el oporto

La última excusa de Xavi para tapar el mal juego del Barça y cómo pierde el relato de la excelencia

Xavi ha llegado a los 100 partidos como entrenador del Barcelona y tiene la asignatura pendiente de mejorar el juego. Después de dos años en el banquillo, se pueden contar con los dedos de la mano

Foto: Xavi, cabizbajo, en la sala de prensa del Oporto. (EFE/EPA/Jose Coelho)
Xavi, cabizbajo, en la sala de prensa del Oporto. (EFE/EPA/Jose Coelho)

En Oporto ganó el Barcelona y perdió Xavi. No es incompatible con un entrenador que dice que jugar bien al fútbol es tan importante o más como el resultado. En Do Dragao se vio un Barça gris, sin el control del partido y con el VAR como aliado en la mano anulada a Cancelo. El mejor fue Koundé en una noche de sufrimiento defensivo que dio para celebrar un corto, pero buen resultado. La cara de susto de Xavi, cómo el equipo perdía tiempo en los minutos finales y la expulsión de Gavi para cortar una acción de contraataque, es la fotografía de cómo compite ahora el Barça en la Champions.

Xavi ha llegado a los 100 partidos como entrenador del Barcelona y tiene la asignatura pendiente de mejorar el juego. Después de dos años en el banquillo se pueden contar con los dedos de la mano los partidos en los que ha practicado un fútbol vistoso. Lo sabe el de Terrasa, que en Oporto hizo poca autocrítica, aunque dijo, con la boca pequeña, que "hay que mejorar el juego", aunque luego matizó que "ya lo haremos. Son tres puntos de oro".

Foto: Assane Diao celebra un gol con el Betis. (EFE/Julio Muñoz)

Los resultados son la prioridad para Xavi con tal de que no se repitan los fracasos de las dos últimas temporadas con el equipo yendo a la Europa League. En el segundo nivel de Europa tampoco le dio el buen juego para ganar este torneo. Xavi pierde el relato de la excelencia. Está más cerca del ejercicio de realismo que manejan la mayoría de los entrenadores, por no decir todos. Lo primero es ganar y lo segundo, si se puede, hacer un fútbol bonito.

La Champions cuesta mucho

A Xavi no le importa decir que contra el Oporto el equipo se dejó la piel para conseguir tres puntos de oro. "Esto es la Champions y cuesta mucho", afirma para justificar la dificultad que tiene ganar en la máxima competición europea. Está bien que lo reconozca para darse cuenta de la exigencia de esta competición, el nivel y el valor de saber competir. Lo que choca es que cuando ganan otros equipos (en este caso el Real Madrid), en Barcelona cale el relato de la suerte en las remontadas para ganar una Champions.

Xavi es un maestro poniendo excusas para justificar por qué el equipo no juega bien. Ha dicho que no le viene bien jugar con sol ni el césped seco. Reivindica que los campos de fútbol sean alfombras que favorezcan el espectáculo. El corte del césped tiene que ser el justo y necesario para que ruede bien la pelota. Quiere superficies como en el golf. Por quejarse, ha denunciado el antifútbol que practica el Getafe de Bordalás. El pobre partido en Oporto lo esconde por las bajas de Frenkie de Jong y Pedri, el golpe en el tobillo que sufrió Lewandowski, la expulsión de Gavi y una extraña indisposición de Lamine Yamal para ausentarse del partido. Demasiadas adversidades, dice Xavi.

Los resultados en los dos primeros partidos de la Champions, contra el Amberes y el Oporto, son buenos para cumplir el objetivo de pasar la fase de grupos. Ninguno de los dos son huesos. De aquí en adelante, en las eliminatorias, queda la sensación de que tiene que mejorar bastante para ser más competitivo. No está para hablar de la excelencia. Le preocupa más darle consistencia, solidez y equilibrio al bloque. En Oporto sacó adelante el partido con dos excelentes acciones defensivas de Koundé y Araújo y el equipo pidiendo la hora. Un 0-1 en su partido centenario en el banquillo. El mismo resultado que en el primero, con un 1-0 en el derbi contra el Espanyol.

Xavi, en los 100 partidos como entrenador del Barcelona, ha ganado 63, empatado 18 y perdido 19. Son peores registros que los de Luis Enrique (80 victorias, 11 empates y 9 derrotas) y Guardiola (71 victorias, 19 empates y 10 derrotas). El buen fútbol es tan subjetivo que el propio Xavi, el que decía que en el Barça no vale solo con ganar, ahora dice tras ganar al Oporto que "nos hemos quitado los fantasmas" y no se puede ver la botella medio vacía. Para buen fútbol, el recital que dio la Real Sociedad en Salzburgo.

En Oporto ganó el Barcelona y perdió Xavi. No es incompatible con un entrenador que dice que jugar bien al fútbol es tan importante o más como el resultado. En Do Dragao se vio un Barça gris, sin el control del partido y con el VAR como aliado en la mano anulada a Cancelo. El mejor fue Koundé en una noche de sufrimiento defensivo que dio para celebrar un corto, pero buen resultado. La cara de susto de Xavi, cómo el equipo perdía tiempo en los minutos finales y la expulsión de Gavi para cortar una acción de contraataque, es la fotografía de cómo compite ahora el Barça en la Champions.

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