Manual para entender al nuevo Ancelotti: ¿ha aprendido la lección en los partidos grandes?

El Real Madrid consiguió un importante triunfo en el Diego Armando Maradona, logrando tres puntos fundamentales ante el Nápoles en sus aspiraciones por cerrar, cuanto antes, la clasificación a los octavos de final de la Champions. Pero más allá del triunfo, el partido dejó una lectura clara: Carlo Ancelotti acertó plenamente en el planteamiento táctico del partido. El técnico italiano dio una lección de cómo afrontar, ajustar y mejorar a su equipo para llevarse el triunfo en una salida complicada.

En las cinco temporadas -en dos etapas- que lleva en el conjunto blanco, Ancelotti siempre ha recibido la misma crítica: genera muchas dudas en los partidos contra los grandes equipos. Vaya por delante que el italiano puede presumir de haber levantado dos Champions, dos Mundiales de Clubes, una Liga y dos Copas, entre otros títulos, con el Real Madrid y, pese a ello, siempre ha convivido con la crítica. Se le ha calificado como gran gestor de egos por delante de entrenador.

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Esta crítica creció de manera exponencial la pasada temporada, cuando buena parte de la afición no entendía que, en los partidos grandes, siempre apostara por la dupla Kroos-Modric. La calidad de ambos es innegable pero, ante medulares más pobladas y más físicas, sufrían en exceso, especialmente cuando el alemán jugaba como 5 puro. El Madrid lo pasaba mal cuando anteponía la clase al músculo sobre el césped. Especialmente, cuando faltaba pólvora arriba.

Ante el Barcelona en Liga (2-1), ante el conjunto culé en la final de la Supercopa (1-3) o ante el City en Champions (4-0) son algunos de los claros ejemplos. La diferencia de que funcionara aquel sistema en el famoso partido del Camp Nou de semifinales de la Copa (0-4) es que Benzema estuvo inspirado de cara a gol. Pero cuando la pelota no entraba y el Madrid tenía que defenderse, el equipo se veía claramente superado y con carencias a la hora de contener a su rival.

Este curso ha empezado con un Madrid muy enchufado, ganando partidos complicados en San Mamés, Balaídos, Montilivi o en el Maradona. De hecho, de los diez partidos jugados, suma nueve victorias y solo una derrota... ante el Atlético de Madrid, precisamente el único encuentro en el que han coincidido de inicio Modric y Kroos en el campo. Son jugadores de talla mundial y no hace falta descubrirlos a estas alturas, pero el Madrid sufre físicamente cuando juegan juntos.

Retoques en el once inicial

Ante el Nápoles, fue el primer partido grande en el que Ancelotti mantuvo su idea de juego de este curso. Apostando por su 4-4-2 en rombo, ofreció la responsabilidad de 5 a un especialista como Tchouaméni, liberó a Bellingham como mediapunta, lo que permitió a Kroos, como interior, brillar y desplegar todo su fútbol sin estar tan encorsetado a labores tácticas o defensiva. Una medular que contrasta con el del partido contra el Atlético, con Camavinga como stopper y Belingham desdibujado.

Pero el medio del campo no fue el único cambio sustancial de Ancelotti ante el Nápoles con respecto al Atlético. La presencia del propio Camavinga en el lateral izquierdo confirma que no termina de confiar ni en Mendy ni en Fran García y, al mismo tiempo, es uno de sus grandes descubrimientos. Y es que, al contrario de lo que pasó el curso pasado, el francés ofreció dos versiones: en defensa, es un lateral; en ataque, se incorpora a la medular por dentro para generar superioridades.

Este hecho permite ver a un Madrid más sólido, más rocoso y, sobre todo, con más músculo, algo fundamental en partidos físicos de máxima exigencia. Y, además, contar en la plantilla con un perfil de delantero como el de Joselu le ofrece más soluciones: ante el Nápoles, cuando más apretaba en la presión y menos circulación tenía el Madrid, su entrada en el campo permitió descargar al equipo con balones en largo. Una solución que los blancos no tenían desde hacía mucho tiempo.

De momento, en lo que va de curso, el Madrid se ha enfrentado a dos rivales de entidad con diferentes resultados. En ambos partidos, Ancelotti ha probado situaciones tácticas diferentes y ahora queda por ver si el entrenador ha aprendido la lección para los encuentros más exigentes. Será dentro de 23 días cuando el Real Madrid visite al Barcelona, en una nueva prueba de fuego donde se verá si el técnico italiano ya ha olvidado sus errores del pasado más reciente.