Una denuncia sobre la 'fiesta' de Salobreña obliga a Franco a mover ficha contra Rubiales

Mientras la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda, que investiga los ‘Supercopa Files’ desvelados por El Confidencial, ha solicitado todos los detalles de la 'fiesta' celebrada por miembros de la Federación Española de Fútbol (RFEF) en un chalé de Salobreña, entre ellos, si hubo pagos con tarjetas de crédito corporativas, hay un asunto que se escapa a sus competencias y que, por contra, no podrá ser ignorado por el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), quien ha justificado su inacción con el argumento de que la vía deportiva no puede actuar en asuntos que están en los juzgados, algo que, según expertos, es falso.

Lo adelantamos en este diario. Si como aseguraron desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, lo de Salobreña no fue una "fiesta", calificada incluso como orgía, sino "una convivencia de planificación y organización de ejecutivos federativos", resulta que tanto Rubiales, en aquel momento presidente de la Comisión Gestora y no de la RFEF al estar en pleno proceso electoral, y sus directivos, casualmente todos hombres, cometieron una grave irregularidad que, como en el caso de Ángel María Villar, no puede ser obviada por la justicia deportiva y, por tanto, le deja sin escapatoria, aunque para ello es necesario que el CSD la eleve al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). De no hacerlo, tal y como le han hecho saber sus asesores jurídicos, José Manuel Franco podría ser acusado por prevaricación.

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En un escrito de 57 páginas, con fecha 5 de octubre de 2022 y dirigido al secretario de Estado para el Deporte, el presidente del Dux Internacional de Madrid y portavoz de la Asociación de Clubes de Fútbol de la Tercera categoría Nacional presentó una denuncia "contra el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales Béjar, y siete miembros de su personal directivo", a saber, Antonio Gómez Reino, José María Timón, Rubén Rivera, Alfredo Olivares, Pedro González Segura, Jorge Mowinckel y Miguel García Caba, "por las actividades que realizaron en el mes de agosto de 2020 en pleno proceso electoral, agravada por la condición que ostentaban de personal a sueldo de la RFEF".

La denuncia de Stephen Newman se basa en la declaración ante la Fiscalía Anticorrupción de Juan Rubiales, tío y director de gabinete del presidente de la RFEF, quien aseguró que "existió al menos una fiesta que, supuestamente, era para cuestiones de trabajo a la que asistió el denunciado Rubiales y su equipo más directo, un grupo de ocho o diez chicas jóvenes y fue pagada con tarjetas de crédito de la propia RFEF". A través de un comunicado, desde la RFEF aseguraron que se trató de "una convivencia de planificación y organización de ejecutivos federativos en la localidad de Salobreña" y confirmaron la presencia del denunciante, Juan Rubiales López, contra quien anunciaron tomar acciones legales por haber atentado contra el honor y haber proferido injurias sobre la actividad profesional.

Diferentes versiones... y diferentes irregularidades

"Esta actividad lúdico-laboral ha permanecido opaca al conocimiento de los miembros de la RFEF durante dos años y, por supuesto, también al de los aficionados al fútbol y a toda la ciudadanía española", expone Newman en el escrito dirigido a Franco. "Fiesta, orgía o convivencia, son las distintas versiones que, de un solo hecho, testimonian los asistentes (...) Lo que para unos fue convivencia, para otro fue orgía y fiesta. Si los denunciados reconocieran haber mentido a la ciudadanía y cambiaran su versión por la de fiesta-orgía del presidente de la RFEF con sus directivos y diez chicas que llevó un exfutbolista, deberían responder por las infracciones muy graves que hubiere lugar por estos actos notorios y públicos porque atentan a la dignidad o decoro deportivos", añade el presidente del Dux.

Aunque 'Rubi' ha cambiado su versión en varias ocasiones, la exposición de Newman es irrefutable: "Las elecciones a la presidencia de la RFEF fueron convocadas por Rubiales y la Junta Directiva, dos meses antes, el 10 de junio de 2020, pero una resolución del TAD las suspendió por segunda vez el 30 de junio (...) Sin embargo, el 29 de julio, una resolución del TSJM reactivó nuevamente el calendario. Las elecciones estaban en marcha y quedaba poco tiempo para obtener los respaldos necesarios. De hecho, ya se estaba votando por correo. En estas circunstancias, Rubiales decidió convocar a sus más cercanos colaboradores, trabajadores a sueldo de la RFEF, a una convivencia de organización y planificación en un chalé privado en Salobreña. El objetivo era que, en un ambiente festivo, habrían de organizarse y planificarse todos los trabajos dirigidos a relanzar su candidatura, una vez que los tribunales habían vuelto a reiniciar el proceso electoral".

Y prosigue: "Existen indicios de que lo que expresa el testigo directo Juan Rubiales es veraz. Recordemos que la Junta Directiva se encontraba disuelta y sus funciones habían sido asumidas por una Comisión Gestora, lo que supone, que a los directivos les estaba absolutamente vedado realizar cualquier acto que no fuera ordinario de mera administración y gestión de la RFEF; o los dirigidos a garantizar el ordenado desenvolvimiento del proceso electoral, lo cual es otro indicio de que lo único que planificaban eran los actos destinados a la reelección de su jefe". De hecho, Stephen Newman hace extensiva esta denuncia contra Maximino Martínez, Juan Soteras, Julen Lopetegui, Jesús Gil Manzano, Antonio Suárez Santana, José Ignacio Gómez Mardones, María Dolores Martínez Madrona, Elvira Andrés, Francisco Goya, Miquel Bestard, Pablo Lozano y Eduardo Bandrés, en su condición de miembros de la Comisión Gestora en el citado proceso electoral.

En el acta de la reunión de esta Comisión Gestora también se pone de manifiesto el momento electoral en que se encontraba la RFEF. A este respecto, en la denuncia de Newman se destaca a una persona que no consta entre los asistentes, Tomás González Cueto, a quien se le dio la palabra y dijo que "como consecuencia de este auto (en referencia a unas medidas cautelares de un contencioso-administrativo por cuestiones formales, tras la polémica convocatoria electoral para el 17 de agosto) se reinició el proceso electoral, con la publicación del calendario actualizado a 30 de julio. El 6 de agosto se reunirá la Comisión Electoral para hacer proclamación definitiva de candidatos a la Asamblea General; el 17 finalizará el plazo para el voto por correo; y el 24 de agosto se llevará a cabo la elección de miembros de la Asamblea General en las circunscripciones en las que sea preciso". Entre medias, Salobreña...

Una querella contra el tribunal que debería intervenir

Además, y tal y como puede comprobarse en la documentación con la que Newman acompaña su denuncia, "se solicitó autorización para presentar una querella por un delito de prevaricación administrativa contra el presidente y uno de los miembros del TAD. Con la abstención de Rubiales se acuerda formalizar dicha querella. Los presentes realizan distintas observaciones acerca del proceso electoral. Concluye el Sr. Rubiales expresando su agradecimiento al Secretario General, Gabinete de Presidencia y Asesoría Jurídica, así como el Sr. González Cueto por su labor, profesionalidad y compromiso hacia la RFEF".

Por si todo esto fuera poco, el presidente del Dux también recuerda a Franco que en una de las grabaciones que hizo Rubiales a miembros del Gobierno, mostró su descalificación a los miembros del TAD por una resolución que ese tribunal había tomado sobre las elecciones. Este motivo es coincidente con la querella que la Comisión Gestora ordena interponer contra los miembros del citado tribunal el 30 de junio de 2020, solo unos minutos después de que los siete componentes del TAD tumbaran por cinco votos a dos la convocatoria de las elecciones de la RFEF en que Rubiales pretendía ser reelegido. “Está claro que aquí, o das miedo o das asco”, aseguró el presidente de la RFEF a la expresidenta del CSD, Irene Lozano, en tono amenazante. “Lo de hoy es un antes y un después. Y UEFA y FIFA no se van a quedar quietas”, le advirtió 'Rubi'.

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En resumen, que en agosto de 2020, en pleno proceso electoral, Rubiales podría haber cometido una doble y grave irregularidad. La 'fiesta' con dinero federativo, un delito societario, perseguible en la esfera deportiva o en la civil/penal, o, si sostiene que era una reunión de trabajo, igualmente perseguible por el hecho de faltar a la neutralidad electoral, precisamente lo que le costó el cargo a Villar, y con las agravantes de emplear medios materiales y humanos de la RFEF en beneficio propio, lo que, al tratarse de una presunta irregularidad electoral, el CSD, su presidente y la Comisión Directiva están obligados a trasladar la denuncia al TAD, único órgano competente en esta materia. Cualquier excusa o pretexto para no actuar así sería una actuación prevaricadora.

Stephen Newman lo avisó en una entrevista concedida a este diario: "Yo iré hasta el final, cueste lo que cueste. Que Rubiales diga que el dinero del contrato de Arabia va al fútbol modesto es una burla. Su única aspiración es controlar todo para engordar el presupuesto total por el efecto que ello tiene en sus ingresos. No tengo ningún temor e invito a mis colegas a reflexionar sobre ello y que rompan las cadenas". Lo cierto es que el presidente del Dux Internacional de Madrid y portavoz de la Asociación de Clubes de Fútbol de la Tercera categoría Nacional no solo parece tener pillado a Rubiales en cualquiera de los dos supuestos, sino que está dando una lección a todos aquellos que han decidido ponerse de perfil.