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La renovación de Ansu Fati: del "ya vende camisetas" de Laporta al toque de Koeman
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el jugador firma hasta 2027

La renovación de Ansu Fati: del "ya vende camisetas" de Laporta al toque de Koeman

A Koeman no le interesa el efecto que sí explota Laporta con la figura de Ansu Fati. El entrenador pide más humildad al jugador para sacar un mejor redimiendo colectivo

Foto: Laporta abraza a Ansu Fati tras firmar la renovación. (@FCBarcelona)
Laporta abraza a Ansu Fati tras firmar la renovación. (@FCBarcelona)

Cada paso que da Laporta para levantar el ánimo e ilusionar a los aficionados, encuentra una zancadilla de Koeman. La última es la renovación exprés de Ansu Fati. El presidente necesita dar buenas noticias antes de la reanudación de la Asamblea del sábado y del Clásico del domingo y acelera la ampliación del contrato de Ansu. Lo hace tras otro mal partido del Barça, al que solo fueron poco más de 45.000 aficionados al Camp Nou para ver a su equipo ganar al Dinamo de Kiev por la mínima y con un gol de Piqué.

No podía acostarse el barcelonismo con la decepción del juego plomizo del equipo y la angustia de ver cómo el Real Madrid, el día antes, goleó al Shakthar. La comparación entre cómo llega uno y otro al Clásico hunde más las esperanzas de los culés. La jugada de Joan Laporta, la carta que tenía guardada en caso de otra decepción, era darle un impulso a la operación Ansu Fati. El presidente, el vicepresidente deportivo (Rafael Yuste) y el director deportivo (Mateu Alemany), habituales en los gabinetes de crisis que montan tras un mal resultado o un partido gris, adelantaron los plazos de la firma.

Taparon otro mal día de Koeman con la foto oficial de Ansu Fati en las oficinas rubricando su compromiso con el Barcelona hasta 2027 y una cláusula de 1.000 millones de euros. Todos sonrientes, felices y tranquilos. Es el mensaje de esperanza, ilusión y de fuerza que envía Laporta. Pero su propósito para levantar la moral del barcelonismo no está en sintonía con el de Koeman. El presidente gasta sus energías en transmitir esperanzas y el entrenador tiene un tono apático. Laporta graba vídeos para hacer un llamamiento a los aficionados porque está preocupado por la baja asistencia de público una vez que ya no hay restricciones de aforo y Koeman se mantiene en sus trece de que no le puede exigir la Champions.

El egoísmo del joven

Ansu Fati tendría que ser una excelente noticia que podría aprovechar el entrenador para generar optimismo. Pero ni aun así van de la mano. Koeman marca distancias con Laporta, huye de la euforia presidencial y pone los pies en la tierra al futbolista. "Estamos muy contentos. Ha sido ponerle el '10' y empezar a vender camisetas", dice el presidente en el acto oficial. El técnico holandés no está para vender humo. Tiene otras preocupaciones. Como que el equipo sea más efectivo en la definición y contra el Dinamo de Kiev no le gustó el egoísmo de Ansu Fati. El chico pudo cerrar el partido en una jugada en la que tenía solos ante la portería a Busquets y Coutinho. Quiso hacer un golazo y le salió un churro.

Foto: Luka Modric celebra junto a Rodrygo el pase de gol a Vinicius en Kiev. (Efe)

Koeman no oculta su enfado con la acción de Ansu Fati. No tenía la sonrisa que compartieron el jugador y el presidente en las oficinas del club tras un resultado apurado. "A Ansu aún le faltan cosas y es normal. Hay que pensar que es un jugador que ha estado mucho tiempo fuera y necesita un margen para mejorar en todos los sentidos. A finales de mes va a cumplir 19 años. A esta edad no se le puede pedir que resuelva todo lo que ha dejado Messi. Tengo que hablar con él sobre esa jugada. Yo también creo que tenía que dejarla de cara para Coutinho o Busquets. Hay que ir paso a paso. No se pueden esperar milagros de Ansu. Necesita trabajo para volver y es muy joven", es la valoración de un entrenador que enfría la euforia.

¿Es Ansu Fati la solución a los problemas del Barcelona? En lo deportivo no lo ve así el entrenador holandés, que saca el nombre de Messi en un día que Laporta hace oficial la renovación de su heredero. El trabajo que hacen desde el club para salir de la crisis institucional y cambiar el catastrofismo por optimismo no encuentra los apoyos del entrenador. El ejercicio de Koeman pretende ser más realista. La plantilla ha perdido a Messi y Griezmann en una misma temporada. Son más de 50 goles los que ya no tiene el equipo. Los chicos que llegan al primer equipo (Gavi y Nico) necesitan tiempo y no se les puede pedir que asuman responsabilidades, los lesionados (Ansu Fati y el Kun) todavía no están en su mejor nivel físico, falta Dembélé, recae Pedri...

Ir tan rápido con Ansu Fati puede confundir a la gente. Saltarse los plazos del regreso a la alta competición con un jugador que sufrió una grave lesión y la inactividad de un año es peligroso. Koeman contempla la reaparición de Ansu Fati con otra perspectiva y no le interesa el efecto que sí explota Laporta. Pero, además, el entrenador no regala elogios a un jugador joven que tiene tics de estrella y se olvida del colectivo cuando hay una jugada en la que se la puede pasar a un compañero que está mejor posicionado para la definición en el gol.

Cada paso que da Laporta para levantar el ánimo e ilusionar a los aficionados, encuentra una zancadilla de Koeman. La última es la renovación exprés de Ansu Fati. El presidente necesita dar buenas noticias antes de la reanudación de la Asamblea del sábado y del Clásico del domingo y acelera la ampliación del contrato de Ansu. Lo hace tras otro mal partido del Barça, al que solo fueron poco más de 45.000 aficionados al Camp Nou para ver a su equipo ganar al Dinamo de Kiev por la mínima y con un gol de Piqué.

Ansu Fati Joan Laporta
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