Ferran, el líder de la camada valenciana que 'echaba' a sus competidores: "Ni los renovaban"

El nombre propio de la victoria de España ante Italia (1-2) fue Ferran Torres. El valenciano estuvo secundado por un buen elenco de compañeros. No es la única ocasión en la que ha contado con escuderos así. Desde muy pequeño, en la cantera del Valencia, ya tuvo a buenos futbolistas a su lado. Cuatro jugadores de aquella generación –Abel Ruiz, Hugo Guillamón, Víctor Chust y él- han llegado a Primera.

El miembro más destacado de aquel equipo era Abel Ruiz. Empezó en el equipo del pueblo, Almusafes, cuya población supera ligeramente los 9.000 habitantes. Al Valencia llegó cuando tenía ocho años. Su consagración en la cantera llegó en la actual Liga Promises en 2012, donde fue MVP por delante de los hermanos Obama. Los mejores jugadores de ese torneo son reclutados por agencias de representación. No fue el caso de Abel, que ya tenía agente en ese momento.

"Llevo 18 años como representante y es una de las excepciones que he hecho", confiesa a El Confidencial Sergio Barila, agente de Abel entre 2011 y 2018. "Yo no suelo representar a jugadores tan jóvenes, pero Abel era un jugador especial. Y su generación era muy buena, tanto que varios han llegado a Primera".

"En todo el tiempo que llevo como agente, es el mejor equipo alevín que he visto. Si la familia no tiene prisa, alguno puede llegar. Pero en ese equipo se intuía que varios acabarían como jugadores", confirma Barila.

La gran actuación del equipo en dicho torneo dejó al Valencia sin dos de esos cuatro jugadores, Abel y Víctor. Ruiz se marchó al Barcelona, que no pagó nada por el traspaso. Aquella decisión no gustó en Paterna.

Los culés apostaron decididamente por Abel, a diferencia del Madrid, que apareció cuando el traspaso estaba prácticamente cerrado. Habla Barila: "Se pudo ir porque su hermano se mudó y continuó allí sus estudios. Él vivió en La Masía hasta los 18 años. Su familia y sus agentes los visitamos todos los fines de semana".

En La Masía empezó con gente un año mayor porque “era muy superior a la gente de su edad”, según apunta Barila, que separó sus caminos de Abel por el hermano del jugador. “Se involucró más y teníamos puntos de vista diferentes. Desde que él tuvo más protagonismo, la evolución de Abel fue diferente”.

Chust también salió del Valencia en 2012, pero no en junio como Abel. Martín Vila, director de la cantera, le dio la baja federativa en diciembre. El motivo: la negativa de su padre, que trabajaba en una empresa en la que le exigían movilidad, a firmar una cláusula que le impediría jugar en otro club. Vila lo dejó sin equipo y lo echó de la ciudad deportiva. El Madrid estuvo al acecho y se hizo con sus servicios. Ahora está cedido en el Cádiz de Álvaro Cervera.

La semana pasada, en una entrevista en Radio Marca Valencia confesó lo ocurrido: "No me fui del Valencia, me echaron. Tuve que marcharme y se dijo que me iba porque tenía una oferta del Madrid. Yo no entendí nada porque era pequeño, pero luego mis padres me explicaron qué pasó y está claro que el Valencia me echó".

Ferran y Hugo fueron los que continuaron en Paterna. Torres se crio en su localidad natal, Foios. Desde muy pequeño jugó a la pelota. Primero, en la planta baja de su casa, donde tenía una portería y sus perros hacían de defensores. Después pasó al fútbol sala en la Escuela Profesionales Luis Amigó (EPLA). Su equipo marcó el número máximo de goles en la historia del colegio. Al Valencia llegó con siete años y estuvo hasta los 20, cuando Guardiola lo convenció.

"Se hablaba de que era una generación muy fuerte. Además de Abel y Enric (centrocampista que también ficharon), se quisieron llevar a Hugo y Ferran. No sé hasta qué punto iban en serio, pero sí sé que hubo interés del Barcelona y del Madrid", confirma a El Confidencial Sergio Arias, compañero de ambos en la etapa cadete y único jugador que le ha disputado el puesto a Ferran.

"Ferran tenía algo por encima del resto, la ambición. Quería participar en todo: los goles, los regates… No le tenía miedo a nada, como ahora en la absoluta. Yo sufrí con él delante porque explotó muy pronto", explica Arias.

El primer año de cadetes fue el único en el sufrió Ferran. Así lo explica Arias: "Tuvo mononucleosis en la pretemporada. Como estuvo ausente, gocé de más minutos y le disputé el sitio casi toda la temporada. Jugábamos el 50% de los minutos cada uno. Yo fui el primer extremo derecho que renovaron de esa generación porque todos se acababan yendo: no jugaban nada con Ferran como competidor".

"La competencia con Ferran fue muy sana. Estuvo en baja forma tras sufrir la mononucleosis. Le dieron muchas oportunidades tras aquello porque sabían en cantera quién era y tenía su nombre. A otro no le hubieran dado tantas oportunidades", sostiene Arias.

Hugo Guillamón empezó con cuatro años en la cantera valencianista. Con 12 años, ya tenía representante. Fue uno de los pocos que fue al torneo de Arona (organizado por la Fundación José Ramón de la Morena en diciembre de 2012) con agente. Antes de saltar al campo, siempre se coloca primero el zapato de la pierna izquierda.

Arias también habla de Hugo, capitán de aquel equipo. "Es un caso aparte. Con 14 años tenía una madurez increíble. Era un líder, no sólo hablando. Nunca le hizo un feo a nadie. Nació para ser líder".

Aquella generación 'made in' Paterna, cuyo máximo exponente es Ferran, no sólo quiere afianzarse en Primera, también en la Selección. Torres es el jugador más destacado del equipo de Luis Enrique, que ya hizo debutar a Abel Ruiz. Ahora sus tres compañeros esperan su oportunidad en la sub-21, con el deseo de reencontrarse defendiendo a su país.