Florentino Pérez está que echa humo con las imágenes del lesionado Jovic de barbacoa

Estaba el ambiente muy calmado en el Real Madrid. Florentino Pérez pudo comprobar el 21 de mayo, en una visita a la Ciudad Deportiva de Valdebebas, las ganas y la actitud de Zidane y los jugadores para regresar a la Liga y jugar en el estadio Alfredo Di Stéfano. De allí salió el presidente convencido de que no se va a bajar la guardia y permanece el hambre por ganar. No se ha perdido con el parón de la competición provocado por el coronavirus. Hasta que se ha encontrado un nuevo episodio de Luka Jovic que produce malestar e incomoda en el club. Entre los dirigentes, siguen sin comprender cómo es posible que el serbio cometa la torpeza de exhibir en las redes sociales que está de barbacoa y en la piscina con unos amigos cuando está recuperándose de una lesión. Este tipo de comportamientos produce rechazo en Florentino, harto de conductas inmaduras, y puede volver a plantear si el chico tiene que tener más oportunidades en el Real Madrid o hay que buscarle un destino.

Luka Jovic regresó del confinamiento en Serbia lesionado. No se sabe muy bien cómo se produjo un percance que le ocasionó una fractura extraarticular en el hueso calcáneo del pie derecho. Alrededor de él empieza a existir la sospecha de que no cuenta toda la verdad. Se pudo lesionar en Belgrado. Comunicó que fue el día antes de regresar a los entrenamientos individuales para hacerse los test. El padre pretendió dar la cara por su hijo e hizo pública su frustración. “Está deprimido y tiene un poco de miedo”, dijo el padre en un medio de comunicación de su país. Ni deprimido ni con miedo se le ve en las fotografías que aparecen en las redes sociales, y que han tenido que ser eliminadas, cuando está de barbacoa con la férula, de pie, y en la piscina.

Es un nuevo acto de irresponsabilidad que ya no puede tapar el club. A Jovic le ayudaron para que se fuera a su país a pasar el confinamiento con la familia. Viajó en un avión privado y antes se hizo un test en España (cuando escaseaban) con motivo del positivo que dio Trey Tompkins y que obligó a cerrar el recinto de entrenamiento. Cuando saltó el escándalo de su escapada en pleno confinamiento en Belgrado, en el Madrid le quitaron importancia y confiaron en que hiciera todo aquello que estaba planificado por el cuerpo técnico. Luka Jovic está denunciado por la policía de su país y fue señalado como un mal ejemplo para la sociedad por las autoridades políticas.

Su difícil adaptación

No tiene fecha para un regreso a la competición y no se descarta que sea baja en las 11 jornadas que restan para acabar esta Liga. Es una noticia negativa para un delantero que solo lleva dos goles en los 24 partidos que ha jugado y con el que Zidane se ha mostrado comprensivo con el tema de su adaptación. “Jovic es el futuro y va a marcar muchos goles”, decía el entrenador francés para echarle un cable y darle confianza. No ha funcionado o directamente el serbio continúa sin enterarse (y ya lleva 11 meses en el club) de lo que significa la exigencia y estar en el Real Madrid.

Desperdició la oportunidad de mostrar sus condiciones y por qué le fichó el Real Madrid en la Supercopa de España celebrada en Arabia Saudí. En un torneo en el que estaban ausentes por lesión tres delanteros (Benzema, Hazard y Bale), el serbio demostró estar desenchufado del juego. Tiene problemas de comunicación y una personalidad fría que no corresponde con los informes que se tenían sobre su contratación. Se esperaban en el Real Madrid a un delantero más agresivo y con carácter.

Zidane no quiere que este asunto altere la normalidad en el trabajo y en el buen ambiente de la plantilla a pocos días del partido contra el Eibar (domingo, 19:30). Se olvida de Jovic. El entrenador se centra en arrancar con una victoria y adaptarse a una situación nueva para todos. Pero entre los jugadores es inevitable, como en el club, comentar la imprudencia de Luka Jovic con la férula en la barbacoa y en la piscina. Su mejor consejero en el vestuario es Luka Modric. El croata no estaba en la celebración de Luka Jovic.

Puede que el serbio tenga que vigilar su entorno si no quiere seguir cayendo en desgracia y cometiendo errores. Es joven (22 años) y cuando acabe la temporada habrá que sentarse con él para saber qué quiere. El Real Madrid, como dice Florentino, exige darlo todo en comportamiento y sacrificio. A Jovic puede que no le veamos en lo que queda de Liga, porque primero tiene que recuperarse de la lesión y después ponerse en forma. Más le vale reaccionar, porque la apuesta del club fue pagar 60 millones de euros (más cinco en variables) al Eintracht de Fráncfort.