La 'inspección' de Florentino y el voto de confianza a Zidane en el Real Madrid
En el Real Madrid se habla de ser infalibles. Zidane no llevaba bien encarrilada la temporada hasta el parón por el coronavirus. Una visita del presidente al puesto de trabajo sirve para activar el radar
Todo OK en el Real Madrid. Una visita de Florentino Pérez a las unidades de producción tiene un significado muy amplio. Aunque se trate a responsables (Zidane y Pablo Laso) y trabajadores millonarios (jugadores) que capean con solvencia la crisis pese a los recortes salariales. El presidente se interesa por el trabajo y la situación personal de las plantillas de fútbol y baloncesto. Le sirve para activar el radar. Es la inspección de Florentino, que se deja ver por primera vez en el desconfinamiento. Coincide la visita con una fecha señalada. Hace tres años que el Real Madrid ganó su última Liga y la hegemonía del Barcelona (siete campeonatos de los últimos diez) es un asunto que preocupa en el club blanco.
Para acabar con el dominio azulgrana en España regresó Zidane, el último técnico que levantó el título en Málaga. El cambio que ha sufrido el once del Real Madrid de tres años a esta parte es la salida de dos jugadores claves: Cristiano Ronaldo y Keylor Navas. Del once que se proclamó campeón de la Liga en Málaga quedan ocho jugadores: Sergio Ramos, Varane, Marcelo, Modric, Casemiro, Kroos, Isco y Benzema. No hubo revolución. Se mantienen un buen número de intocables con ZZ y, aún así, Florentino vuelve a dar un voto de confianza al entrenador francés. Perder otra Liga sería doloroso.
La visita del presidente Florentino Pérez al @realmadrid y @RMBaloncesto. #RealMadrid pic.twitter.com/3k6A84SLKE
— Real Madrid C.F.⚽ (@realmadrid) May 21, 2020
En el Madrid se habla de ser infalibles. Zinédine Zidane no llevaba bien encarrilada la temporada hasta el parón por el coronavirus. Si bien es cierto que había sido capaz de ganar al Barcelona en el Bernabéu e, incluso, mereció más en el empate en el Camp Nou, queda la sensación de haber estado flojo en citas claves para haber cogido distancia. La Liga se reanudará (cada vez hay más opiniones que piden que sea el 12 de junio) con el Real Madrid a dos puntos del Barça de Quique de Setién (por si se nos había olvidado la tabla). Lo que obliga a Zidane a la remontada. Como en la Champions contra el Manchester City. En ninguna de las dos competiciones, el Madrid parte con ventaja.
La batalla que le espera a Zidane
A Zidane le interesa borrar lo malo o los errores anteriores al 8 de marzo (el último partido y en el que perdió el liderato contra el Betis). El regreso a los entrenamientos, ya en grupos reducidos, es aprovechado por el entrenador para incidir en el mismo mensaje con el que afrontó cada una de las finales de la Champions. Más heroico. Y no le fue mal. Hay once finales en la Liga y una contra el City. Si antes del parón había pesimismo en la Champions, ahora se mira con más confianza poder eliminar al equipo de Pep Guadiola. No hay dudas que, en cuanto a moral y optimismo, no se le puede criticar a Zidane. Pero el Madrid jugará en Manchester con la obligación de levantar un 1-2 y sin Sergio Ramos (expulsado en el Bernabéu). Contra un City que tiene dos meses para preparar este partido. El equipo de Guardiola es segundo en la Premier, a 25 puntos del Liverpool, y se centra en la cita de agosto con el Real Madrid. Da igual, ZZ ya empieza a trasladar el discurso de la gesta.
¿Se juega el puesto Zidane si no consigue un título? Este tipo de pregunta siempre está sobre la mesa de Florentino Pérez, acostumbrado a la vara de medir de los títulos como el criterio más válido para mantener o quitar entrenadores. Zidane ganó la Supercopa de España y no fue ante cualquier rival. Vencer al Atlético de Madrid siempre es un plus. Pero puede no ser suficiente si en esta atípica temporada, que se alargará hasta el mes de agosto con la reanudación de la Champions, no consigue cumplir con un mínimo de las expectativas. Sin títulos, se pierde crédito a ojos del presidente. Y esto bien que lo sabe Zidane, que aparece después de más de dos meses en silencio, para lanzar un mensaje ‘florentiniano’.
“Los jugadores ven que quedan once partidos y quieren acabar fuertes para ganar algún título. Está en el ADN del club”, es el relato que construye el entrenador. Muy necesario para resetear las cabezas de los jugadores, en el desconfinamiento, e ilusionar a los aficionados. También lo necesita Florentino Pérez para saber qué pulso tiene este equipo con un tono irregular. Lo del ADN del Real Madrid es una expresión muy manida entre los dirigentes y los futbolistas cuando se trata de apelar a la exigencia, la superación y todos esos términos que se refieren a la resistencia y la prohibición de rendirse. Zidane vuelve a apelar a la épica con un discurso que no es futbolero, pero sí muy necesario en una temporada interrumpida y extraña.
Todo lo que ha sucedido antes del parón por el coronavirus tiene un valor numérico. Los puntos en la clasificación de la Liga y la derrota, preocupante, contra el Manchester City en el Bernabéu. Las sensaciones eran de dudas porque Zidane no supo darle la puntilla a un Barcelona en crisis de juego. También en lo institucional. Con Messi cargando contra todos y un escenario propicio para que lo hubiera aprovechado el Madrid en el césped.
Cuando el balón eche a rodar empezará una nueva temporada dentro de la misma temporada. Una Liga, con 33 puntos en juego, con partidos a contrarreloj. Sin el factor público, a favor o en contra, y una gestión nueva en lo anímico y lo físico en la que la adaptación al nuevo fútbol y la intensidad pueden estar por encima de las tácticas. Zidane maneja nuevos parámetros, pero no se olvida de lo más importante: el llamamiento al ADN, o lo que es lo mismo, poner a prueba a cada jugador y que demuestre por qué juega en el Real Madrid. Una batalla que examina a ZZ.
Todo OK en el Real Madrid. Una visita de Florentino Pérez a las unidades de producción tiene un significado muy amplio. Aunque se trate a responsables (Zidane y Pablo Laso) y trabajadores millonarios (jugadores) que capean con solvencia la crisis pese a los recortes salariales. El presidente se interesa por el trabajo y la situación personal de las plantillas de fútbol y baloncesto. Le sirve para activar el radar. Es la inspección de Florentino, que se deja ver por primera vez en el desconfinamiento. Coincide la visita con una fecha señalada. Hace tres años que el Real Madrid ganó su última Liga y la hegemonía del Barcelona (siete campeonatos de los últimos diez) es un asunto que preocupa en el club blanco.