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El hachazo de Fede Valverde que da al Real Madrid la Supercopa de España
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la dura entrada del uruguayo a morata

El hachazo de Fede Valverde que da al Real Madrid la Supercopa de España

El Real Madrid gana su primer título de la temporada en una final que se decidió en los penaltis (0-0 tras la prórroga). Con una acción clave. Una entrada por detrás de Fede Valverde a Morata

Foto: El Real Madrid celebra la Supercopa de España en Arabia Saudí. (EFE)
El Real Madrid celebra la Supercopa de España en Arabia Saudí. (EFE)

La final de la Supercopa de España llegó a los penaltis (los 90 minutos acabaron con empate a cero) por una acción violenta, pero necesaria para su equipo, de Fede Valverde. El uruguayo 'cazó' a Morata (minuto 115, en la prórroga) en una acción de contraataque del equipo rojiblanco. Hay quien entiende que hizo lo que debía. Pararlo como fuera. Hay quien lo ve (los aficionados atléticos) como una entrada criminal. La reacción de los futbolistas de Simeone fue la normal en una situación en la que el título podía caer del lado rojiblanco. Hubo un amago de tangana. Correa, Savic... se encararon con Carvajal. Morata quedó tendido en el césped. Fulminado por la patada de Fede Valverde. El uruguayo se llevó la tarjeta roja. Una expulsión vital para su equipo. Clave para que el partido llegara a los penaltis. No sabemos si Morata habría definido con acierto ante Courtois, pero la ocasión era clara.

En los penaltis, triunfó la pegada del Real Madrid (4-1). Después de 120 minutos sin gol, el Madrid encontró la puntería desde el punto de penalti. A destacar la ejecución de Rodrygo en el segundo lanzamiento. El joven brasileño puso el balón en la escuadra. Con una seguridad y una precisión asombrosas. Es su primer título de blanco. Empezó marcando Carvajal y falló Saúl el primer lanzamiento. Con la mala fortuna de que su disparo ajustado pegó en el poste. Marcó Modric y Courtois paró el disparo de Thomas. Al Atleti le quedaba una bala y esperar los fallos del equipo blanco. Marcó Trippier y acto seguido lo hizo Sergio Ramos. El gol de penalti del capitán sirvió para ganar la Supercopa de España en Arabia Saudí.

Fede Valverde se convierte, si no lo era ya, en uno de los jugadores del Real Madrid más queridos por sus aficionados. Un nuevo ídolo. Por el contrario, es desde ya un demonio para los rojiblancos. Cuando le toque jugar otro derbi (le quedan muchos) no podrá evitar que el rival busque cómo vengar esta jugada. Lo que hizo Fede Valverde fue tirar del manual del superviviente. El uruguayo no se anda con medias tintas. Es de los que juegan con altísima intensidad, concentración y mucha energía. Habrá, y con razón, quien diga que es una agresión o una salvajada. Pero en este tipo de partidos de máxima rivalidad, más tratándose de un derbi y todavía más en una final, cuenta mucho lo que Luis Aragonés definió como el 'otro' fútbol. Hay que ser pícaros. No se puede ser blando ni dar concesiones. Valverde es de la escuela sudamericana, que tiene los genes del futbolista altamente competitivo. Un canchero.

Joao Félix y Jovic, sin gol

El Real Madrid gana un título más de un año después. El último fue el Mundial de Clubes con Solari en el banquillo. Con el regreso de Zinédine Zidane, recupera la inercia ganadora. Son ya 16 partidos sin conocer la derrota. El técnico blanco consigue formar un bloque que tiene regularidad y que ha competido este nuevo torneo sin Eden Hazard, Benzema y Bale. Gana un título que tiene una importancia especial. Es la primera Supercopa de España fuera del territorio nacional. Pero es, sobre todo, un triunfo ante un excelente Atlético de Madrid.

Todo lo que sucedió antes de la prórroga carece de interés. Tiene poco valor por la racanaría de dos equipos que priorizaron no cometer errores que los penalizaran. Tanto Zidane como Simeone buscaron mantener la portería a cero por encima de asumir riesgos. El Real Madrid repitió con el planteamiento de los cinco centrocampistas que tan bien le salió en la semifinal contra el Valencia. No tuvo ni la claridad, ritmo y velocidad de circulación adecuados. Tampoco encontró la profundidad ni conectó con el único delantero: Luka Jovic. Chocó contra la esencia del mejor Atleti. El equipo de Simeone organizado y con un plus de intensidad hizo más daño. Fue un partido de alternativas en el juego. Sin un dominador. En el que se comprobaron los problemas que tienen ambos conjuntos con el gol.

Sergio Ramos regaló, al inicio del partido, un balón a Joao Félix. Un error de bulto. El portugués no definió con contundencia ni precisión. Luka Jovic solo tuvo una ocasión clara en un disparo cruzado. Se impusieron Oblak y Courtois. Dos de los artífices de que el partido llegara a los penaltis. El portero del Madrid sigue en su mejor momento. Inspirado. Seguro. Sacó dos balones de peligro tras la expulsión de Fede Valverde. Uno en un disparo que pegó en Mendy y otro a Correa. Tan solo falló en una salida en un córner. Courtois está de dulce. De Oblak, lo mismo de siempre. Detuvo de todo. Tuvo de su lado, incluso, la fortuna de un mal remate de Fede Valverde con la cabeza. Con su pierna, el uruguayo desvió su propio remate de cabeza picado.

Llegó la prórroga. Los equipos se soltaron con los cambios. Zidane despojó al equipo de los cinco centrocampistas y giró a los cuatro para acabar con tres medios y una delantera nueva: Mariano, Rodrygo y Vinícius. Pero ni aun así. El Real Madrid no conseguía ver portería. El Atleti hizo daño con la entrada de Vitolo y la fuerza de Marcos Llorente. Hasta que llegó esa acción, a falta de cinco minutos para los penaltis, en que un pase en profundidad a Morata cogió desprotegido al Madrid y Fede Valverde, colosal en sus esfuerzos, se tiró a los tobillos del delantero. Una jugada que queda para el recuerdo. Bueno, desde el prisma madridista. Un revés para el Atlético de Madrid. Los dos equipos jugaron con la necesidad de tener que ganar un título que, aunque menor, supone una inyección de moral.

Fede Valverde, el protagonista del derbi, se llevó el premio al mejor jugador de la final. "Le he pedido disculpas a Morata. No está bien lo que hice, pero solo podía hacer eso. Estoy feliz por el título, pero me queda esa espinita. Mis compañeros y el cuerpo técnico me han apoyado. Simeone también se acercó y eso no lo hace cualquiera", comentó tras la final el uruguayo.

La final de la Supercopa de España llegó a los penaltis (los 90 minutos acabaron con empate a cero) por una acción violenta, pero necesaria para su equipo, de Fede Valverde. El uruguayo 'cazó' a Morata (minuto 115, en la prórroga) en una acción de contraataque del equipo rojiblanco. Hay quien entiende que hizo lo que debía. Pararlo como fuera. Hay quien lo ve (los aficionados atléticos) como una entrada criminal. La reacción de los futbolistas de Simeone fue la normal en una situación en la que el título podía caer del lado rojiblanco. Hubo un amago de tangana. Correa, Savic... se encararon con Carvajal. Morata quedó tendido en el césped. Fulminado por la patada de Fede Valverde. El uruguayo se llevó la tarjeta roja. Una expulsión vital para su equipo. Clave para que el partido llegara a los penaltis. No sabemos si Morata habría definido con acierto ante Courtois, pero la ocasión era clara.

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