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El 'puñetazo' de Marcelo a Messi que celebran en el Real Madrid... y Cristiano Ronaldo
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el alegrón del brasileño en el clásico

El 'puñetazo' de Marcelo a Messi que celebran en el Real Madrid... y Cristiano Ronaldo

Zidane apostó por Marcelo en el Clásico y el brasileño jugó con alma. Evitó el gol del empate de Messi y lo celebró con rabia. En la grada, el que más se alegró fue su amigo Cristiano Ronaldo

Foto: Marcelo celebra la acción en la que arrebata un balón a Messi para evitar el empate del Barcelona. (Efe)
Marcelo celebra la acción en la que arrebata un balón a Messi para evitar el empate del Barcelona. (Efe)

A Leo Messi le pudo dejar tocado la carrera que se dio Marcelo para quitarle un balón (minuto 74) cuando encaraba a Courtois. Aquí también cayó el Clásico del lado del Real Madrid. Era una ocasión manifiesta de gol para el empate del Barcelona. Llegó Marcelo, como un avión, y le rebañó la pelota. De la jugada queda la celebración del lateral brasileño con un gesto propio de un goleador. Un puñetazo al aire de rabia. Un gesto que sirve para exteriorizar y reivindicar que no es un defensa que está en declive y todavía tiene ganas y energías a sus 31 años (siete menos que Ferland Mendy).

El gesto de celebración de Marcelo por quitarle un balón a Messi se puede entender como la recuperación de un defensa señalado por su irregular condición física (sucumbió en la eliminación contra la Real Sociedad) o por el socavón, futbolístico y emocional, que transmite Leo Messi. Lo que no se puede negar es que Marcelo tuvo actitud. Ganas. Alma y orgullo para darse esa carrera en la que evitó el gol del empate. En el lado opuesto está Messi. El argentino está más espeso y lento de lo que en él es habitual. En muchas fases de los partidos se le ve andando. Sabe cómo gestionar sus esfuerzos, ahorrar energías y acelerar. Cuando enfila portería, Messi no perdona. Es prácticamente imparable. En el Bernabéu y en la misma portería en la que se quitó la camiseta para mostrarla a la grada (24 de abril de 2017) y celebrar un gol fue atrapado por Marcelo.

El Clásico deja muchas lecturas, reflexiones y conclusiones. Al paso adelante que da Zidane, después del petardazo con el Manchester City, y el patinazo de Quique Setién, con un plan que ni divierte (como se vio en Nápoles y en el Bernabéu) y tiene dificultades para hacer un equipo sólido y generar ocasiones, hay que destacar algunos nombres propios. Marcelo no estaba tan sentenciado, como se podía imaginar, por Zidane. Ni Messi tuvo un ataque de locura cuando apuntó las carencias que tiene el equipo con una frase que va a perseguir al Barça durante mucho tiempo. “Con esto no nos da para ganar la Champions”. Comentó el capitán (en Mundo Deportivo) y a la que se puede añadir que tampoco van sobrados en la Liga.

El alma y la actitud del brasileño

Quedan doce jornadas de campeonato y la igualdad entre Real Madrid y Barcelona hace pensar que el campeón se decidirá en las últimas fechas. Lo grave para el Barcelona es que no ha sabido aprovechar la lesión del jugador estrella del Real Madrid. Sin Eden Hazard, el Barcelona de Messi no ha sido capaz de ganar ni marcar ningún gol al Real Madrid en los dos partidos de esta temporada. Un dato a tener en cuenta. El Madrid, tanto en el Camp Nou como en el Bernabéu, ha demostrado tener más alma. Más espíritu y actitud. Primero contra el Barça de Ernesto Valverde y ahora contra el de Quique Setién. Y ese alma está representada en la reacción que tuvo Marcelo para irse a por Messi en una jugada en la que muchos todavía se están frotando los ojos.

Zinédine Zidane sorprendió, una vez más, con la alineación. Apostó por Marcelo y prescindió de Mendy en un partido en el que si algo había que tener son piernas y contundencia para contrarrestar a Messi. Marcelo le puso, además, oficio. Zidane acabó el partido orgulloso por haber acertado en su la alineación y, en especial, por esa jugada en la que el brasileño le demostró que, pese a haber perdido la condición de indiscutible, no se desenchufa cuando le toca jugar. El entrenador francés destaca la actitud de Marcelo cuando está en el banquillo. Es de los que no está quieto. Anima. Apoya. No pone una mala cara. La sensación de tener a un jugador que suma y hace equipo beneficia a Marcelo para que Zidane no se olvide de él.

Messi no olvidará este Clásico. No solo por la derrota y la sensación de que su equipo tiene serios problemas para ser competitivo, sobre todo, lejos del Camp Nou. Al argentino le ganó Marcelo. Uno de los veteranos del Real Madrid, señalado por su dudosa condición física, fue capaz de levantar de los asientos al público del Bernabéu con una jugada que se celebró con el mismo fervor que el gol de Vinicius. Y entre los que más festejaron y aplaudieron el robo de la pelota al argentino está Cristiano Ronaldo. Uno de los mejores amigos que tiene el portugués en la plantilla madridista es Marcelo. Cristiano acudió por primera vez al Bernabéu desde que salió del Real Madrid. Presenció en un palco privado el Clásico, se llevó la alegría de comprobar que su amigo era titular y mostraba que todavía tiene nivel y carácter para ser competitivo. Fue la gran alegría de Cristiano Ronaldo.

A Leo Messi le pudo dejar tocado la carrera que se dio Marcelo para quitarle un balón (minuto 74) cuando encaraba a Courtois. Aquí también cayó el Clásico del lado del Real Madrid. Era una ocasión manifiesta de gol para el empate del Barcelona. Llegó Marcelo, como un avión, y le rebañó la pelota. De la jugada queda la celebración del lateral brasileño con un gesto propio de un goleador. Un puñetazo al aire de rabia. Un gesto que sirve para exteriorizar y reivindicar que no es un defensa que está en declive y todavía tiene ganas y energías a sus 31 años (siete menos que Ferland Mendy).

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