El boquete del Real Madrid o cuando Benzema dimite de sus funciones

La ausencia de un goleador provoca pesadillas en la semana que el Real Madrid se enfrenta al Manchester City de Pep Guardiola y al Barcelona de Messi en el Bernabéu. Si Benzema dimite de sus funciones las posibilidades de mantenerse con vida en la Champions y en la Liga son menores. Es el principal problema de un equipo que ha perdido el liderato y en el que Zinédine Zidane comenta, sorprendentemente tras la derrota contra el Levante, que no le preocupa nada. Al entrenador se le pide algo más de sinceridad con este asunto, autocrítica y que reconozca que si su ‘9' está en sequía tiene que buscar otras soluciones.

Benzema lleva sólo dos goles en 2020 y al entrenador no le preocupa nada. No será porque no conoce la irregularidad que tiene su compatriota con la pegada. La urgencia es el gol del '9' vista su sequía contra el Celta y frente al Levante. La inquietud de encadenar dos malos resultados en una semana clave ronda en el club. La esperanza es que Benzema no se raje. La incertidumbre está en qué hará Zidane para resolver la escasez de gol y con qué sistema y alineación, de las múltiples variantes que lleva a lo largo de la temporada, pondrá para evitar que el boquete de la falta de gol evite que se empiece a hundir el proyecto a finales de febrero y comienzos de marzo.

El señalado es Karim Benzema. Empezó la temporada con olfato y eficacia goleadora y hoy no queda ni rastro de esa agresividad o la transformación de un mediapunta en un rematador. ¿Dónde está el martillo del Real Madrid? Es el instrumento que falta en la caja de herramientas de Zidane. Benzema ha vuelto a su ser natural: participar en el juego, retroceder posiciones, alejarse de zonas de remate... Inofensivo. La querencia de entrar en continuo contacto con la pelota penaliza a un equipo en el que acumula demasiados centrocampistas con la presencia de Isco junto a Modric, Kroos y Casemiro (en Levante) o Fede Valverde (cuando entra el uruguayo).

El desaprovechado Luka Jovic

No se le caen los goles por muchos que refleje en la clasificación histórica de realizadores blancos. Más de una década en el mismo equipo da para hacer goles. Algunos sí han sido claves y otros muchos se quedan en el montón. Del pasado no puede vivir ni Benzema, por mucho que tenga la admiración del entrenador y el presidente. Es Florentino Pérez el que subraya la exigencia de ganar siempre y, para conseguirlo, que menos que tener la garantía de que tu ‘9' tenga continuidad en la definición y no quedarse, como dice Zidane, en que se trata de un caso especial porque sabe hacer más cosas que marcar. Ayuda al equipo en la generación de espacios, la asociación y todas esas cosas que ahora no son prioritarias cuando se afronta la semana del Manchester City (Kun Agüero, Gabriel Jesús…) y el Barcelona (Messi). Gol, gol y gol. Es lo que le falta a Benzema y el motivo que provoca el enfado de los aficionados que echan de menos su cazagoles.

A Benzema, en el orden de prioridades de un jugador que lleva el dorsal que lleva y la posición que debería ocupar en el campo, se le necesita para que esté inspirado en el remate, la puntería o el último toque. Acabar las jugadas por delante de generarlas o darle fluidez es más acuciante para un equipo que se queda sin Hazard y en el que Gareth Bale, la otra estrella que debería estar más implicado y acertado (solo lleva tres tantos en la temporada), decidió hace tiempo que no está en el Real Madrid para hacer de Cristiano Ronaldo o ser ese líder que figura en la categoría de su nómina. Probablemente veremos a los dos contra el City o el Barcelona. Sin el lesionado Eden Hazard, a Zidane le queda tirar de los restos de la famosa 'BBC', que desde que se quedó sin la 'C' va dando tumbos y es poco fiable.

El Real Madrid, en definitiva, sigue teniendo un problema con el gol y no será por falta de delanteros. Uno (Luka Jovic) lo utiliza poco Zidane y el otro (Mariano) no cuenta. La confección de la plantilla contempló reforzar el puesto con el gasto de los 60 millones de euros en el serbio que las enchufaba con el Eintracht de Frankfurt y la gestión de Zidane es nefasta. Luka Jovic está desaprovechado y ZZ argumenta que hay que ir despacio con un chico que tiene que cumplir los plazos de adaptación y toda esa retahíla de pasos que ya no cuelan. Es un goleador y ha pasado demasiado tiempo para que, llegados a la última semana de febrero, salga y las enchufe. Todavía se desconoce si ofrece garantías y cuál es su encaje en el equipo. Si mezcla con Benzema o no, es mejor que jueguen por separado o directamente no tiene nivel para el Real Madrid.

Lo de la política de fichar a jóvenes talentos (el último Reinier Jesus) está bien como estrategia de mercado para adelantarse a los competidores. Más adelante se verá quién sale rentable. La exigencia de tener un delantero con rendimiento goleador era innegociable desde el primer día que se marchó Cristiano Ronaldo y, desde entonces, llegaron Mariano y Jovic y ninguno resuelve el problema. Benzema maquilló la decepción de la pasada temporada con un comportamiento más digno que el resto y la rachita del inicio de la temporada sirvió para olvidar las deficiencias. Se ríen de Vinicius por su falta de gol y se olvidan del que tiene la responsabilidad de ser más regular en la definición. Benzema le ha vuelto a dar la espalda al gol.