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Real Madrid: El beso de Sergio Ramos a Zidane y por qué lo admira el vestuario
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el reflejo de la buena sintonía

Real Madrid: El beso de Sergio Ramos a Zidane y por qué lo admira el vestuario

Hay algo más que una relación de jugador y entrenador entre Sergio Ramos y Zidane, que fueron compañeros de equipo durante una temporada en el Real Madrid

Foto: Sergio Ramos y Zidane, algo más que entrenador y jugador. (EFE)
Sergio Ramos y Zidane, algo más que entrenador y jugador. (EFE)

Hay muchas claves que explican el buen momento del Real Madrid, que lleva 20 encuentros sin perder. La principal es la mejoría en defensa. En Zaragoza salió reforzada la apuesta de un equipo sólido y enchufado. Otro encuentro más con la portería a cero. Hay también claves en las relaciones personales, siempre importantes cuando se trata de gestionar grupos y hacerlos sentir que son competitivos. En el cambio de Sergio Ramos se comprobó la sintonía que tiene el vestuario con su entrenador. El capitán dio un beso en la mejilla al entrenador. Sí, un beso que hay que interpretar desde el punto de vista de la admiración que tiene un veterano hacia un técnico que les ha devuelto a la dinámica ganadora. ¿Es normal que Sergio Ramos salga del campo y le dé un beso a Zidane? No es algo habitual y por eso es algo que destacan en el club blanco.

Hay algo más que una relación de jugador y entrenador entre Sergio Ramos y Zidane, que fueron compañeros de equipo durante una temporada. Zizou colgó las botas antes de lo previsto y, en esos últimos años de hastío del francés, ninguno de sus compañeros -ni probablemente Florentino Pérez- imaginaban que el francés regresaría al fútbol como entrenador. El caso es que en esta segunda etapa en el banquillo madridista ha conseguido darle la vuelta a un equipo que estaba deprimido. Y el beso de Sergio Ramos, en el cambio en La Romareda, no es más que el agradecimiento del capitán. También hay reconocimiento y afecto personal.

placeholder Sergio Ramos, durante el Real Zaragoza-Real Madrid de Copa del Rey jugado el domingo. (EFE)
Sergio Ramos, durante el Real Zaragoza-Real Madrid de Copa del Rey jugado el domingo. (EFE)

Es una muestra más de esa admiración que profesan casi todos los jugadores con un técnico que es un ídolo, pero también se comporta con humildad y cercanía. ¿Sería imaginable un beso de Bale a Zidane como el que le dio Ramos? Imposible. La relación entre el galés y el francés es protocolaria y hay quien piensa que el técnico le está empezando a pasar factura, a su manera, por no haberse marchado en el pasado mercado de verano y por el escaso compromiso que demuestra. No estuvo en la Supercopa de España en Arabia Saudí por un constipado, ni tampoco viajó a Zaragoza en otro de esos partidos en los que a Zidane no le inspira confianza. Ya se vio la pachorra con la que celebró el gol en Copa contra el Unionistas.

En tres días hemos visto a dos jugadores del Real Madrid mostrar el entusiasmo que tienen por Zinédine Zidane. Nacho, en el último partido de Liga en Valladolid, marcó de cabeza y se fue corriendo a abrazar al entrenador francés. Una imagen vale más que mil palabras y Nacho brindó el tanto a su técnico por la confianza que le transmite. Lo mismo hizo este miércoles el capitán. Sergio Ramos da las gracias a ZZ por haberles devuelto la ilusión y haber recuperado la inercia ganadora de un equipo que la temporada pasada era frágil en lo físico, lo mental y lo táctico.

Puede que Sergio Ramos también sea un poco 'besucón' y cuando siente algo no se corta y es capaz de tener este tipo de gestos en público. Lo de Zaragoza es una pista más de cómo de motivados están los jugadores y la sintonía con un entrenador que convence con un discurso sencillo y futbolero. La grandeza de Zidane y cómo se ha ganado la casi totalidad del vestuario está en una política de rotaciones. Cuenta con todos. Los defiende en la sala de prensa y tiene frases que hacen gracia en el vestuario. Como cuando dijo, antes del partido contra el Zaragoza, eso de "mis jugadores son la hostia". En el caso de Ramos va más allá. Cuando le preguntan, contesta: "Sergio Ramos es nuestro capitán, nuestro líder y un ejemplo para todos por la ilusión con la que viene a entrenar y trabaja". Con elogios así, el capitán se come a besos a Zidane.

Hay muchas claves que explican el buen momento del Real Madrid, que lleva 20 encuentros sin perder. La principal es la mejoría en defensa. En Zaragoza salió reforzada la apuesta de un equipo sólido y enchufado. Otro encuentro más con la portería a cero. Hay también claves en las relaciones personales, siempre importantes cuando se trata de gestionar grupos y hacerlos sentir que son competitivos. En el cambio de Sergio Ramos se comprobó la sintonía que tiene el vestuario con su entrenador. El capitán dio un beso en la mejilla al entrenador. Sí, un beso que hay que interpretar desde el punto de vista de la admiración que tiene un veterano hacia un técnico que les ha devuelto a la dinámica ganadora. ¿Es normal que Sergio Ramos salga del campo y le dé un beso a Zidane? No es algo habitual y por eso es algo que destacan en el club blanco.

Sergio Ramos Zinédine Zidane