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El día en que Hazard se picó con Vinícius y la protección que tiene dentro del Real Madrid
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le piden que asuma más liderazgo

El día en que Hazard se picó con Vinícius y la protección que tiene dentro del Real Madrid

Es una persona discreta, sencilla y familiar. Le está costando soltarse en el campo y mostrar su carácter. Vinícius ya lo ha comprobado. En el Madrid, necesitan que el belga dé un paso al frente

Foto: Eden Hazard celebra el gol al Granada en el partido de Liga disputado en el Bernabéu. (EFE)
Eden Hazard celebra el gol al Granada en el partido de Liga disputado en el Bernabéu. (EFE)

Dudar de Eden Hazard provoca que en el Real Madrid te llamen loco. El club cierra filas con el que considera el fichaje estrella y al que califican de intocable. Lo defienden con vehemencia. Lo mismo hace Zinédine Zidane. El entrenador se sorprende de que se ponga en cuestión si el belga tiene categoría para triunfar en este equipo. A Hazard no se le discute (ni en el decepcionante debut que tuvo en Champions contra el Brujas), pese a que se observe cómo surgen debates sobre el pobre rendimiento que ha ofrecido en los dos meses de competición. A Hazard se le defiende e, incluso, se le mima. Es la postura del entrenador francés y la que tienen en el club con un futbolista, del que insisten que está en un proceso de adaptación en lo futbolístico y lo personal. Anda 'adormilado' y conviene que despierte para tranquilidad de los que llevan la bandera del belga.

"Intentaré ser el mejor del mundo", es la frase que tienen grabada en el Real Madrid de Eden Hazard cuando aterrizó en el palco y posó en la sala de trofeos. Desde ese día (13 de junio) han pasado cuatro meses y en el club se preguntan cuánto tiempo falta para ver la mejor versión del belga. El que más fe le tiene, al margen de Zidane, es el presidente. Florentino Pérez no quiere ponerse nervioso con este futbolista, que califica de especial y determinante. Hace más de un año le dijo, en una gala de los premios The Best en Londres, que su sitio estaba en el Real Madrid y Hazard le dio una respuesta afirmativa. Transmitió la promesa de que llegaba para ganar títulos y convertirse en uno de los mejores del mundo. Todavía está muy lejos de cumplir con estas palabras. Esa impaciencia por verle liderar el equipo es la que transmiten los dirigentes en unos días de dudas tras la derrota en Mallorca. El belga no estuvo en el partido, con permiso paternal por el nacimiento de su cuarto hijo, y se le echó de menos.

placeholder Hazard, junto a Courtois, en un entrenamiento. (EFE)
Hazard, junto a Courtois, en un entrenamiento. (EFE)

Zinédine Zidane se quejó en Mallorca de tener un equipo al que le falta estar más vivo. Lo que esconden sus palabras, entre otros aspectos tácticos, es la preocupación por tener más futbolistas que sumen en liderazgo. Zizou y Florentino repiten hasta la saciedad lo de tener hambre. Con Hazard, no existen dudas. Además de un excelente futbolista, se le considera espabilado y con la suficiente personalidad para aislarse de las críticas y saber llevar la presión. ZZ empatiza con el belga. El técnico francés también tuvo unos inicios difíciles cuando llegó al Real Madrid. Sufrió algo más que el murmullo del Bernabéu. Escuchó silbidos. Eden Hazard no ha pasado por esto, pero habla con Zidane y sus compañeros de la exigencia de los aficionados y la enorme repercusión que tiene el Real Madrid. Se la podía imaginar cuando asumía que está en el mejor club del mundo. Le supera comprobar cómo su mejor amigo de la plantilla, Thibaut Courtois, está cuestionado.

El 'pique' con Vinícius

Eden Hazard es una persona tranquila, discreta y familiar. Acaba de ser padre por cuarta vez y disfruta de un cambio importante en su vida. Tras siete años en Londres, tenía la ilusión de iniciar una nueva etapa en Madrid y en el Real Madrid junto a su ídolo (Zidane). Si Natacha von Honacker, la mujer con la que lleva desde que tiene 14 años, está cómoda en España, él es feliz. Adaptarse a las costumbres españolas es sencillo para una persona hogareña y poco dada a asistir a actos sociales o hacer vida fuera del domicilio. Su tiempo libre lo dedica a la familia y a una de sus pasiones: ver partidos de la NBA (aficionado a los New York Nicks). Lo que no le resulta tan fácil es encajar en una competición diferente y con un nivel de exigencia que no tiene nada que ver con el Chelsea. Hazard se encuentra con las dificultades de jugar en la Liga. Comenta dentro del club que los rivales dejan menos espacios y los marcajes son más estrictos. En la Premier League, encontraba más facilidades para darle fluidez a su juego. Busca dar el último pase y Zidane le insiste en que finalice las jugadas. Necesita sus goles. El primero, contra el Granada en el Bernabéu, fue una liberación.

Foto: Eden Hazard, en el Wanda Metropolitano. (Reuters)

En el Real Madrid le piden que saque su genio y asuma más liderazgo. Solo se ve en Benzema, de los que juegan arriba, una actitud de rebeldía. Con Bale no hay manera de conseguir que se implique en el rol de primer espada. El carácter del galés es frío. En ocasiones, apático. Con Hazard, resulta vital que asuma galones. Es ese paso al frente que el propio jugador reconoce que le falta dar. En un entrenamiento, llamó la atención un 'pique' que tuvo con Vinícius. El brasileño buscó hacerle un caño en un rondo y el belga le miró con cara de pocos amigos. Quedó en nada. Este es el Hazard que piden en el Madrid, el que saca su carácter y tiene que coger jerarquía y abandonar un papel secundario por ser uno de los nuevos.

El mejor Eden Hazard se está haciendo esperar. Para los aficionados y dentro del club. Los que no tienen dudas son sus compañeros, que hablan de la mala suerte que tuvo antes de empezar la Liga con una lesión (recto anterior del muslo izquierdo) que le frenó. Esos días de recuperación en el gimnasio le acercaron a Brahim Díaz (exjugador del Manchester City), con el que puede hablar fluidamente en inglés. Igual que con Modric. Con Bale hay comunicación, aunque ya se sabe que el galés no es de grandes conversaciones.

Dudar de Eden Hazard provoca que en el Real Madrid te llamen loco. El club cierra filas con el que considera el fichaje estrella y al que califican de intocable. Lo defienden con vehemencia. Lo mismo hace Zinédine Zidane. El entrenador se sorprende de que se ponga en cuestión si el belga tiene categoría para triunfar en este equipo. A Hazard no se le discute (ni en el decepcionante debut que tuvo en Champions contra el Brujas), pese a que se observe cómo surgen debates sobre el pobre rendimiento que ha ofrecido en los dos meses de competición. A Hazard se le defiende e, incluso, se le mima. Es la postura del entrenador francés y la que tienen en el club con un futbolista, del que insisten que está en un proceso de adaptación en lo futbolístico y lo personal. Anda 'adormilado' y conviene que despierte para tranquilidad de los que llevan la bandera del belga.

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