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Las razones para apostar por James o cómo sacar al Real Madrid de la mediocridad
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el colombiano se gana la titularidad

Las razones para apostar por James o cómo sacar al Real Madrid de la mediocridad

Con James enchufado, el juego ofensivo del Real Madrid es más imprevisible y tiene mayor fluidez que los arreones de Lucas Vázquez y las carreras atropelladas de Vinicius

Foto: James sonríe en el calentamiento del partido antes de enfrentarse al Levante. (Efe)
James sonríe en el calentamiento del partido antes de enfrentarse al Levante. (Efe)

Parece ser que Zidane se entrega a James y donde antes solo veía talento ahora empieza a valorar el carácter del colombiano. Es una manera de recular. Si con Bale ya tuvo que reconocer que es necesario tenerle en el campo porque incrementa la peligrosidad, ahora con James se da cuenta de que los ataques son más imprevisibles. Las acciones de James sacan al Real Madrid de la mediocridad cuando le confías el peso del juego. Provoca más incertidumbre en los rivales que el voluntarioso Lucas Vázquez y el atropellado Vinicius. Ambos destacan por sus arreones y por picar piedra. Difícilmente llegan a la brillantez de las acciones más incontrolables de James. El español y el brasileño fueron titulares contra el Levante en un día en el que se esperaba que empezara de inicio Eden Hazard. El bajón de verle en el banquillo quedó compensado con la ilusión que provoca James en el Bernabéu.

James amortigua el pesimismo en un Real Madrid en el que todavía no lucen los fichajes y tiene dificultades para gener fútbol cuando no está Luka Modric. A Zinédine Zidane le pudo el miedo y decidió que era mejor prevenir y no arriesgar al belga contra el Levante hasta que el partido estuviera de cara. Lo sacó a falta de media hora para rodarlo con vistas al partido contra el Paris Saint Germain del próximo miércoles. El Madrid destacó contra el Levante por tener continuidad en el juego en una buena primera parte y fue, principalmete, por la fluidez que le dio James y su conexión con Benzema. Un pase en profundidad del colombiano acabó en el segundo gol del francés. Exquisito. Reconfortante para los aficionados más sibaritas. Algunos de ellos están en el palco del Bernabéu.

placeholder James controla el balón en el partido contra el Levante. (Efe)
James controla el balón en el partido contra el Levante. (Efe)

James mejora el juego ofensivo del Real Madrid porque tiene calidad e imaginación. Esto no es nada nuevo. Pero ahora Zidane justifica que el colombiano aporta carácter y lo da todo en el campo. Parece que lo segundo es más importante para un entrenador que da prioridad al sacrificio de Lucas Vázquez y las carerras de Vinicius. Correr, esforzarse, dejarse la piel, la garra y todo eso está bien valorado en un cuerpo técnico que antepone lo práctico a lo vistoso. Las dudas con James son menores cuando se aprecia un cambio de actitud. Lo tiene que confirmar. Como Bale. De lo que se ha dado cuenta Zidane es que, de todo lo que tiene en la plantilla, el colombiano es de lo mejor porque es un futbolista que desborda y hace daño con asistencias y en la finalización de las jugadas. Le toca, entonces, sacarle el máximo provecho a un futbolista diferente y encontrar un sistema en el que acomodar a los mejores.

En el once de gala

Estaría bien que Zidane fuera pensando cuál es su once de gala, los más capacitados y los mejores para armar un equipo compacto, que juegue bien al fútbol y sea contundente. Entre los titulares debería estar James si se confirma que tiene una buena condición física y las ganas de comerse el mundo. Hay pocos en la plantilla madridista, sobran dedos de una mano, que tengan más clase. Puede que no destaque por la raza ni esa agresividad de un todoterreno, pero también es verdad que su energía sube después de tener colgado el cartel de venta. Aunque, según Zidane, se ve un cambio y está más bravo. Lo que no se puede hacer es compararle con Vinicius o Lucas Vázquez. Salen perdiendo si se trata de una propuesta de fútbol ofensivo, fluido, ágil y más contundente que necesita el Real Madrid para recuperar ese factor de intimidación del que está huérfano desde que se marchó Cristiano Ronaldo a la Juventus.

James mezcla bien con Benzema. Y debería ser, aún mejor, el día que Zidane decida alinearlos con Hazard y Bale. Ya no se trata de sistemas, cuando el entrenador tampoco tiene uno claro con el que estructurar el equipo, y convendría ir definiendo quiénes son los mejores para ir acoplándolos. Un frente de ataque con James, Bale, Hazard y Benzema suena bien. Las posiciones están definidas. Benzema en punta. Por detrás James. En el costado izquierdo Hazard y en el derecho Bale. Para sujetar el equipo en el centro del campo hay pocos efectivos. El fijo es Casemiro. Queda una plaza para Kroos y el 'viejo' Modric (hoy lesionado). Y el recambio con Fede Valverde (también lesionado). Como se puede comprobar en el Real Madrid hay mimbres para hacer un equipo más peligroso en ataque y divertido. Es cuetión de arriesgar y que se comprometan los más talentosos en el repliegue defensivo.

Lo bueno de tener a James enchufado es el dinamismo y la profundidad que le da a las acciones ofensivas. El colombiano tiene el don de encontrar líneas de pases donde a otros se les hace de noche. Entre sus virtudes destaca la claridad con la que ve los espacios, cómo anticipa las jugadas, la buena lectura de lo que necesita el equipo cuando se atasca y la facilidad para nutrir asistencias a Benzema y Bale. A lo que hay que sumar el plus de hacer goles con disparos desde fuera del área. Muy necesarios en partidos contra rivales ordenados y que no dejan espacios.

Parece ser que Zidane se entrega a James y donde antes solo veía talento ahora empieza a valorar el carácter del colombiano. Es una manera de recular. Si con Bale ya tuvo que reconocer que es necesario tenerle en el campo porque incrementa la peligrosidad, ahora con James se da cuenta de que los ataques son más imprevisibles. Las acciones de James sacan al Real Madrid de la mediocridad cuando le confías el peso del juego. Provoca más incertidumbre en los rivales que el voluntarioso Lucas Vázquez y el atropellado Vinicius. Ambos destacan por sus arreones y por picar piedra. Difícilmente llegan a la brillantez de las acciones más incontrolables de James. El español y el brasileño fueron titulares contra el Levante en un día en el que se esperaba que empezara de inicio Eden Hazard. El bajón de verle en el banquillo quedó compensado con la ilusión que provoca James en el Bernabéu.

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