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El esplendor de Benzema y por qué el Real Madrid es una ruina en defensa
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El esplendor de Benzema y por qué el Real Madrid es una ruina en defensa

El Real Madrid acabó pidiendo la hora en el Bernabéu. Pasó de una buena primera parte, con dos goles de Benzema, a sufrir y conseguir el triunfo gracias a una parada salvadora de Courtois

Foto: Vinicius abraza a Benzema tras el segundo gol al Levante. (Efe)
Vinicius abraza a Benzema tras el segundo gol al Levante. (Efe)

Para regater el pesimismo lo mejor que puede hacer el Real Madrid es ganar partidos con solvencia y dar motivos para la esperanza. En el sufrido triunfo contra el Levante (3-2) había un punto de inflexión para pensar en un equipo que endereza el rumbo. Todo gracias, principalmente, al esplendor de Karim Benzema. El francés, autor de dos goles (uno de cabeza y otro con la zurda tras una asistencia de James), se ha instalado en una dinámica positiva. El problema se agudiza atrás. El Madrid es frágil en defensa y lo que parecía un partido para estar tranquilo se convirtió en un sufrimiento. La exuberancia de un Benzema enchufado evita un nuevo susto en un estadio que no consigue ser un fortín y en el que equipos como el Levante, anteriormente el Valladolid, se ven capacitados para sacar tajada. La tragedia, el empate a tres, la evitó Courtois con una intervención en el descuento.

La suerte en el Real Madrid es haber encontrado a un delantero que intimida. Muy necesario para cualquier equipo que aspire a ganar títulos. El '9' ha tomado conciencia de que tiene que finalizar las jugadas, sale a una media de un gol por partido en las primeras cuatro jornadas de Liga y confirma su plenitud a sus casi 32 años. Es un delantero más agresivo. No ha dejado de ser generoso y participa en la elaboración del juego. Sale a recibir fuera del área, cae a las bandas, se desmarca y llega a las zonas de remate. Es la versión del Benzema más completo y contundente. La que tiene que servir para aliviar al madridismo más agorero que sigue pensando que con el fichaje de Luka Jovic no es suficiente. Ni tampoco puede valer con que se hayan quedado James y Bale.

placeholder Casemiro, autor del tercer gol del Real Madrid al Levante. (Efe)
Casemiro, autor del tercer gol del Real Madrid al Levante. (Efe)

El Real Madrid parecía haber despachado al Levante en una buena primera parte, en una mañana lluviosa en Madrid y con aspecto desangelado en el Bernabéu por la poca afluencia de público, por el olfato goleador de un magnífico Benzema. Hacía tiempo que no se veía a un Madrid con tanto filo y ganas desde el inicio. Es la actitud y la energía de Benzema, ya un veterano, el que arrastra a un equipo que pelea por darle una vuelta al catastrofismo. Lo que se le va a exigir a Benzema es que esta racha de principio de temporada no sea algo esporádico, le dé continuidad y tenga eficacia cuando lleguen los grandes partidos. Ha empezado bien con goles en Vigo, al Valladolid (su tanto no evitó la pifia en un día de confusión de Zidane) y el doblete al Levante. Las siguientes citas del mes de septiembre tienen un nivel más alto. Empezando por la visita el próximo miércoles al campo del Paris Saint Germain y los enfrentamientos contra el Sevilla y el Atlético de Madrid.

La suplencia de Hazard

Lo mejor de Benzema, aplaudido por el Bernabéu, es que demuestra que tiene hambre. En la segunda parte, cuando aparecieron las dudas en el equipo de Zidane y marcó Borja Mayoral para el Levante, despertó al equipo con una soberbia jugada individual que acabó con un disparo al poste. Tenía ganas de un 'hat-trick'. Este es el delantero que necesita el Real Madrid. Voraz, agresivo, persistente y si hace falta egoísta. No se le pide que haga los 50 goles que marcaba Cristiano Ronaldo, pero si es necesario que tenga regularidad en la definición. Como también se le exige a Gareth Bale. Otro de los jugadores de ataque que cae en la irregularidad y tiene gol. Un Madrid sólido y con más puntería incrementa sus opciones para ganar una Liga que tanto desea Zinédine Zidane. Los problemas ahora están en defensa.

El Real Madrid empezó el partido contra el Levante sin caras nuevas en el once. Con seis fichajes en el banquillo: Hazard, Militao, Jovic, Mendy, Rodrygo y Areola. Así es complicado ilusionar a la afición que necesita ver cuanto antes los cambios. En un Madrid donde se han pagado 100 millones de euros por Eden Hazard se toman todas las precauciones para que el belga no recaiga de su lesión. Zidane tiene claro que queda mucha temporada y que los futbolistas que acaban de salir de una lesión tienen que ir incorporándose poco a poco. Esto está muy bien desde el punto de vista técnico, pero el aficionado quiere ver todos esos fichajes por los que el club ha gastado más de 300 millones de euros. El equipo que empezó ante el Levante fue el mismo que la temporada pasada más James.

La última media hora fue para Hazard. Salió por Casemiro (autor del tercer gol) y dejó detalles de la calidad de un futbolista desequilibrante y que da profundidad. Su entrada no asustó a un atrevido Levante que acabó el partido metiendo al Madrid en su área, creándole problemas defensivos graves (ya sin Sergio Ramos en el césped que fue sustituido por Militao) y con una parada decisiva de Courtois. Al Real Madrid le costó ganar sus primeros tres puntos de la Liga en el Bernabéu. Fue de más a menos. Tras una excelente primera parte aparecieron los problemas en defensa en la segunda y se agravaron cuando Casemiro fue sustituido. Benzema lo encarriló y Courtois lo salvó. El equipo de Zidane sigue sin hacer un partido completo.

Para regater el pesimismo lo mejor que puede hacer el Real Madrid es ganar partidos con solvencia y dar motivos para la esperanza. En el sufrido triunfo contra el Levante (3-2) había un punto de inflexión para pensar en un equipo que endereza el rumbo. Todo gracias, principalmente, al esplendor de Karim Benzema. El francés, autor de dos goles (uno de cabeza y otro con la zurda tras una asistencia de James), se ha instalado en una dinámica positiva. El problema se agudiza atrás. El Madrid es frágil en defensa y lo que parecía un partido para estar tranquilo se convirtió en un sufrimiento. La exuberancia de un Benzema enchufado evita un nuevo susto en un estadio que no consigue ser un fortín y en el que equipos como el Levante, anteriormente el Valladolid, se ven capacitados para sacar tajada. La tragedia, el empate a tres, la evitó Courtois con una intervención en el descuento.

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