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La incógnita del 'viejo' Modric (con 33 años) en el Real Madrid
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La incógnita del 'viejo' Modric (con 33 años) en el Real Madrid

La falta de refuerzos provoca que el centro del campo del Real Madrid sea más vulnerable y más viejo que la temporada pasada. Luka Modric, el cerebro, tiene que subir sus prestaciones con 33 años

Foto: Luka Modric en el banquillo durante un partido del Real Madrid en la pretemporada. (Efe)
Luka Modric en el banquillo durante un partido del Real Madrid en la pretemporada. (Efe)

El Real Madrid se ha quedado corto de efectivos en el centro del campo. Es la única línea que no ha podido reforzar y que, por diferentes razones, está más debilitada que la temporada pasada. Los Casemiro, Kroos y Modric tienen un año más. De experiencia, que siempre es buena, y de un desgaste que les somete a grandes sobreesfuerzos. La fatiga será uno de los enemigos para los especialistas que tienen que dar equilibrio en el balance defensivo y ofensivo del juego interior. Casemiro es el primero que ha dado el aviso cuando después del empate en Villarreal soltó su frustración. El brasileño se ha quedado sin recambio. Otra temporada más en la que tendrá que darse paliza tras paliza para tapar huecos, robar balones, ir a los espacios desprotegidos…. Marcos Llorente era el repuesto. El canterano pidió salir y no solo no se le cerraron las puertas sino que se le dio vía libre para reforzar al Atlético de Madrid, un rival directo en todas las competiciones. Es uno de los errores que tendrá que subsanar Zidane en una plantilla, en la que el lunes 9 de septiembre, celebra los 33 años de Luka Modric. La incógnita es el rendimiento y la frescura.

El problema en el Barcelona es distinto al del Real Madrid. Va sobrado de centrocampistas de todos los perfiles posibles. Veteranos (Busquets, Rakitic y Arturo Vidal), polivalentes (Frenkie de Jong y Sergi Roberto), habilidosos (Arthur) y jóvenes (Aleñá). En la batalla del centro del campo, donde se consolidan las estructuras de los equipos y se ponen los cimientos de un bloque sólido, el Real Madrid es más vulnerable que sus contrincantes. Ahí está el Atlético de Madrid, reforzado con Marcos Llorente y Héctor Herrera, pero sobre todo con el espíritu colectivo de equipo que se hace compacto. Con la brega y la polivalencia de Thomas o Saúl.

placeholder Modric en el partido contra el Villarreal. (Efe)
Modric en el partido contra el Villarreal. (Efe)

La falta de refuerzos provoca que Zidane tenga que empezar a contar de forma más decidida por el joven Fede Valverde. Es la solución a la que se agarran en el club y que se defiende como una apuesta de un jugador que es internacional con Uruguay y se le ve un potencial. Fede Valverde es una opción más, pero puede no ser suficiente. En la libreta de Zidane tiene que haber varios planes para garantizar que el juego del equipo no sea parsimonioso. Su objetivo era darle una marcha más de velocidad con un jugador del vigor de Paul Pogba. Tendrá que afrontar la exigente temporada con la energía que le pueda dar Casemiro, Kroos y los 33 años de Luka Modric.

La lentitud del juego

El croata ha decidido quedarse en el Real Madrid. El argumento es que no podía permitirse salir después de una decepcionante temporada a nivel individual y de equipo. El verano pasado se le cerraron las puertas del Inter de Milan, después de brillar en el Mundial de Rusia, y en este se las ha cerrado él cuando le han llegado el interés del Milán y sonó como uno de los que podrían entrar en la operación por Neymar en el Paris Saint Germain. Modric tiene entre sus planes cerrar su etapa en el Real Madrid en lo alto. Lo podía haber hecho ganando su tercera Champions y después de recoger los mejores premios individuales (The Best y Balón de Oro). Se ha quedado para tomarse su particular revancha y habrá que comprobar qué energía tiene y cuánto aguanta. A Zidane le corresponde dosificar al que llama el cerebro del equipo. Sus edad para subir las prestaciones no se debe dejar de lado.

Lo que desespera en el madridismo es ver que el juego del equipo va al tran tran, con lentitud y sin ritmo. ¿Se le puede pedir a Luka Modric que suba la intensidad y la velocidad? Tendrá chispazos y momentos de liderazgo. Al igual que el cansancio hará mella. Zidane trazó un plan en el último partido, contra el Villarreal, en el que renunció a jugar por dentro y empezó el partido sin Modric. El croata tenía que estar fresco. No participó en el encuentro anterior, frente al Valladolid, por sanción. La energía, fuerza y velocidad la buscó el Real Madrid por las bandas con Mendy y Bale, por la izquierda, y Carvajal y Lucas Vázquez, por la derecha. Zidane ofreció la primera señal de la desconfianza que tiene en un centro del campo más veterano y sin renovar.

El Real Madrid se ha quedado corto de efectivos en el centro del campo. Es la única línea que no ha podido reforzar y que, por diferentes razones, está más debilitada que la temporada pasada. Los Casemiro, Kroos y Modric tienen un año más. De experiencia, que siempre es buena, y de un desgaste que les somete a grandes sobreesfuerzos. La fatiga será uno de los enemigos para los especialistas que tienen que dar equilibrio en el balance defensivo y ofensivo del juego interior. Casemiro es el primero que ha dado el aviso cuando después del empate en Villarreal soltó su frustración. El brasileño se ha quedado sin recambio. Otra temporada más en la que tendrá que darse paliza tras paliza para tapar huecos, robar balones, ir a los espacios desprotegidos…. Marcos Llorente era el repuesto. El canterano pidió salir y no solo no se le cerraron las puertas sino que se le dio vía libre para reforzar al Atlético de Madrid, un rival directo en todas las competiciones. Es uno de los errores que tendrá que subsanar Zidane en una plantilla, en la que el lunes 9 de septiembre, celebra los 33 años de Luka Modric. La incógnita es el rendimiento y la frescura.

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