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El plan de Iker Casillas con el Oporto o por qué todavía no se entrena
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El plan de Iker Casillas con el Oporto o por qué todavía no se entrena

Nadie se atreve a decir, en este momento, cómo será el día a día de Casillas en el Oporto cuando le ven tan seguro de agotar cualquier opción. Quiere estar activo, actuar con naturalidad y sentirse útil

Foto: Casillas se une a la pretemporada del Oporto dos meses después de su infarto agudo de miocardio. (EFE)
Casillas se une a la pretemporada del Oporto dos meses después de su infarto agudo de miocardio. (EFE)

Ganó un batalla por la vida y dos meses después gana la profesional. Iker Casillas se ha incorporado este lunes a la pretemporada del Oporto, tras sufrir un infarto agudo de miocardio, con la necesidad de sentir que nadie le ha jubilado y que está activo. No entrenó con sus compañeros en una jornada que siempre es exigente después de una vuelta de vacaciones y en donde la planificación obliga a realizar trabajos de carga. Casillas acudió —y lo seguirá haciendo— a su puesto de trabajo para ser uno más mientras los médicos que le atienden, tanto a nivel privado como los del club, seguirán marcando los pasos de su evolución. Casillas tomará una decisión cuando tenga todas las pruebas y las recomendaciones médicas sobre su estado de salud.

A lo que se agarran los más optimistas, y Casillas es uno de ellos porque él será el único que comunique si continúa jugando al fútbol o no, es al parte médico facilitado tras la operación en el hospital de Oporto. “No sufrirá secuelas”, es lo que se comunicó al portero después de ser intervenido y estar seis días ingresado. A ese hilo de esperanza se agarró desde el primer momento Casillas cuando publicó una fotografía en la camilla del hospital con un mensaje sorprendente: “Todo controlado por aquí. Un susto grande, pero con las fuerzas intactas”.

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Lo más fácil habría sido poner punto final a su vida deportiva y alejarse de los focos para evitar presiones o encontrarse con noticias que ya daban por hecho que no volvería a jugar más. Pero son esas ganas e ilusión por elegir el momento del final de su carrera las que le tienen en pie de guerra. No soporta que se dé por hecho que ha tirado la toalla, sobre todo porque es una decisión muy personal. Lo que él siente (querer seguir jugando) es lo que le hace sacar más fuerzas en momentos de dudas. La lesión coronaria y la intervención mediante un cateterismo no han provocado que dé pasos atrás en todo este tiempo. Todo lo contrario. Se encuentra animado y con más ganas de pelear cuando, incluso, sufrió otro ‘palo’ dos semanas después con la intervención quirúrgica de su mujer. Sara Carbonero fue operada en la clínica Ruber de Madrid de un cáncer de ovario.

El encuentro con Mourinho

Demasiadas noticias malas que la familia Casillas ha decidido llevar con una mirada positiva y una sonrisa que les aporta más energías a la hora de decidir. Sin embargo, en algún momento de estos dos meses, Iker se ha llevado el disgusto cuando desde el club portugués se ha filtrado que pasaría a ser director deportivo y dejaría el fútbol. Noticias que le faltaron al respeto y que desmintió a través de sus redes sociales. Tiene un año más de contrato, con otro opcional, y no se agarra al papel sino a lo excepcional de un caso para poder tomar la decisión en el momento oportuno y correcto. No pretende ser un obstáculo para la planificación del Oporto, pero sí entiende que tiene que demostrarse a sí mismo que ha agotado todas las posibilidades médicas y anímicas para tomar la gran decisión.

Con las ideas claras y la necesidad de sentirse activo y volver a la rutina con los compañeros, este lunes se presentó en la ciudad deportiva de Olival conduciendo un BMW negro, con su neceser, riendo y haciendo bromas. Dentro de las instalaciones estaban el presidente, Pinto da Costa, y el director general, Luis Gonçalves. Casillas es uno más. Lo afirman en el Oporto y llevará el plan que él considere más conveniente hasta que exista un informe médico concluyente que esté consensuado y en el que prime la opinión del portero. Nadie se atreve a decir, en este momento, cómo será el día a día de Casillas en el Oporto cuando le ven tan seguro de agotar cualquier opción.

Desde hace tiempo, sus amigos y familiares le ven con ganas de vivir, pelear, estar enchufado al fútbol y sentir que puede ser útil. Apoyos no le faltan y muestras de cariño las recibe del gran número de compañeros (futbolistas y entrenadores) que tiene en su dilatada carrera. Uno de los momentos más llamativos se produjo el pasado 5 de junio cuando coincidió con Mourinho, en París, durante la gala de la FIFA donde salió reelegido como presidente Gianni Infantino. Allí estaban también Fernando Hierro, Mijatovic, Michel Salgado, Roberto Carlos y Kaká, y corroboraron que Iker Casillas tenía ese espíritu de superación, guerrero y de supervivencia, que ha marcado su trayectoria en los campos de fútbol. Casillas ya se negó a que la Federación Española de Fútbol le hiciera un homenaje en el partido entre España y Suecia disputado en el Bernabéu.

Ganó un batalla por la vida y dos meses después gana la profesional. Iker Casillas se ha incorporado este lunes a la pretemporada del Oporto, tras sufrir un infarto agudo de miocardio, con la necesidad de sentir que nadie le ha jubilado y que está activo. No entrenó con sus compañeros en una jornada que siempre es exigente después de una vuelta de vacaciones y en donde la planificación obliga a realizar trabajos de carga. Casillas acudió —y lo seguirá haciendo— a su puesto de trabajo para ser uno más mientras los médicos que le atienden, tanto a nivel privado como los del club, seguirán marcando los pasos de su evolución. Casillas tomará una decisión cuando tenga todas las pruebas y las recomendaciones médicas sobre su estado de salud.

Iker Casillas Sara Carbonero
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