El error de principiante de Solari con Keylor Navas o por qué es una novatada

La primera novatada que ha pagado Solari como entrenador del Real Madrid ha sido la de dejar a Keylor Navas en el banquillo contra el CSKA de Moscú. Hasta esta derrota en la Champions, el argentino cumplía con pulcritud el papel de entrenador coherente y equilibrado con un argumentario perfectamente respetable por los aficionados y el club. Convincente por ser coherente. Más difícil de asumir dentro del vestuario de los futbolistas. Juegan los mejores y los que están en una condición física óptima. La primera decisión de Solari cuando se hizo cargo del banquillo fue elegir al portero que consideraba que era el mejor. Courtois por delante de Keylor Navas. Fin a la rotación de Lopetegui. Una postura aceptada en todos los sectores del madridismo a pesar del sentimiento de admiración y respeto que existen por el portero costarricense. Pero contra el CSKA pagó la novatada de un entrenador que demostró tener poca psicología.

Solari no tiene necesidad de hacer creer a los que le observan con lupa en sus primeros partidos en el Real Madrid que es un entrenador que toma decisiones firmes. En la planta noble ya conocían cuando echaron a Julen Lopetegui que iba a jugar Courtois los partidos importantes de la temporada. Respiraron con alivio y eliminaban un problema porque se hacían cruces con la idea de ver al belga –fichaje estrella de Florentino Pérez en un verano sin cracks– en el banquillo cuando llegaran los platos gordos. No convenía que el mejor portero del Mundial de Rusia se desprestigiara y desmotivara. Ver a Courtois en el banquillo era más grave que a Vinicius en el Castilla.

Opinión

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Lo de dejar a Keylor Navas en el banquillo contra el CSKA de Moscú provoca risas y algunas malas caras por no comprender cómo no se tiene en cuenta el trabajo de un portero que entrena como una bestia y sin malas caras. Al argentino le faltó cintura y tacto por llevar al extremo su postura inflexible con el asunto de la portería que tanto preocupaba en el palco. Podía haber jugado Keylor Navas contra los rusos en un día que el primer puesto estaba asegurado –como lo hizo Cillesen contra el Tottenham–. Habría sido hasta justo y beneficioso hacerle un guiño al costarricense, que cuando se enteró de la suplencia no ocultó su decepción. Pero Solari tiene miedo a la rotación de la portería y confundió la autoridad con la psicología que tiene que tener un entrenador que gestiona estrellas del Real Madrid. ¿O es que tiene pavor Solari a que Keylor Navas haga un buen partido y se le reabra el debate de la portería?

Navas, menospreciado

Solari no ha sido consciente de que ha hecho un feo y menospreciado a Keylor Navas con una decisión innecesaria que el entrenador justifica con elogios más humanos que deportivos al costarricense: “Tiene todo mi respeto y admiración como futbolista y hombre. Nos ha dado alegrías. A mí como hincha en estos últimos años. La parte más ingrata es hacer alineaciones, pero es parte de mi trabajo y es ineludible”. El celo de Solari por reforzar el papel de indiscutible de Courtois le ha jugado una mala pasada de cara a un vestuario que examina la independencia del técnico y unos aficionados que se llevaron una decepción con la goleada de los rusos y Courtois en la portería.

La decisión de Solari de elegir a Courtois para jugar todos los partidos de la Champions y la Liga y poner fin a una rotación en la portería fue bien recibida en el club. Había que apostar por el nuevo, darle confianza, seguridad y consolidar la estructura defensiva. Courtois es un valor seguro y así lo ha demostrado porque ha sido el mejor del equipo en muchos de los partidos que ha ganado y perdido el Madrid de Solari. Pero lo de Keylor Navas es un error de principiante.