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Cómo afecta Lemar en los berrinches de Diego Costa en el Atlético
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a simeone le falta acoplar a dos estrellas

Cómo afecta Lemar en los berrinches de Diego Costa en el Atlético

Lemar -70 millones de euros- y Diego Costa -65 millones- no conectan, de momento, en el ataque del equipo de Simeone. Preocupa, en especial, la sequía del delantero centro

Foto: Thomas Lemar celebra un gol en el partido contra el Getafe. (Efe)
Thomas Lemar celebra un gol en el partido contra el Getafe. (Efe)

Simeone acabó el partido contra el Huesca afónico y con una sonrisa de oreja a oreja porque el equipo había recuperado la dinámica ganadora con una racha de tres victorias después del pinchazo contra el Eibar (1-1) en el Metropolitano. La victoria en la Champions contra el Mónaco y las dos siguientes en Liga, con la portería a cero, en Getafe (0-2) y Huesca (3-0) han cambiado el gesto en el Cholo. Las alarmas se apagan a tres días del derbi en el Bernabéu, según el argentino, porque el equipo ha reaccionado a un mal inicio de Liga y ahora "es más contundente y vuelve a recuperar el juego asociativo”. No lo debe ver igual Diego Costa, que atraviesa una sequía en los partidos de Liga alarmante: ningún gol en este campeonato y 19 partidos seguidos sin ver portería si sumamos los de la temporada pasada. Su último tanto fue de contraataque en Mónaco, con un pase al primer toque y en profundidad de Griezmann. Ese día no estaba Lemar en el once.

Las tres caras que ofrece el Atlético de Madrid presentan a un Simeone que se desgañita por hacer un equipo sólido y asociativo. Igual que se puede hablar de una sociedad entre Griezmann y Costa, no se está viendo lo mismo con los dos fichajes más caros de la historia del club rojiblanco: Thomas Lemar -70 millones de euros- y Diego Costa -65 millones-. De momento, no conectan.

Foto: Jan Oblak estira el brazo derecho para sacar de portería. (Efe)

Al Atlético de Madrid ha llegado una estrella. Joven (22 años), con galones y ansioso por ganarse el aplauso de la grada. Un jugador que por su calidad y precio está obligado a demostrar desde el primer día que el club no se ha equivocado en su apuesta. Tiene unas condiciones excelentes -velocidad, regate, disparo y liderazgo- que llaman la atención y le convierten en un futbolista diferente. Lemar siente tal responsabilidad y da rienda suelta a su individualismo cuando hace golazos como el de Getafe -con un disparo lejano desde fuera del área-, pero choca con el protagonismo al que está acostumbrado el compañero que juega por delante, en este caso Diego Costa.

placeholder Diego Costa ante el Huesca. (Efe)
Diego Costa ante el Huesca. (Efe)

El enfado de Diego Costa

Simeone tiene que ensamblar esta sociedad para perfeccionar el juego de ataque porque si bien Lemar se siente estrella (y protagonista) a Diego Costa, que llegó antes, le sucede lo mismo. En el equipo de gala del Cholo están ellos dos más Griezmann, y en el puzzle siguen sin encajar las piezas como queda probado en los partidos de Liga en los que el hispano-brasileño se desespera por diferentes motivos: falta de espacios, puntería y acierto de los rivales, más allá de que sigue sin estrenar su casillero goleador en Liga. Este problema, si se le puede llamar así, no existe con Griezmann. El francés, asentado y reconocido su rol dentro del equipo, pone sus cualidades al servicio del colectivo y con la vista puesta en el que tiene que ser el goleador del equipo. Y viceversa. El último gol del francés -al Huesca- es una asistencia de Diego Costa.

Costa llega enfadado al derbi porque no marca goles con regularidad, tiene dificultades para conectar con Lemar y no le sentó bien el cambio de Simeone contra el Huesca. Se fue del campo con cara seria, llegó al banquillo, estrelló la botella de agua contra el suelo, se quitó las botas y las golpeó contra el cemento. Simeone, por su parte, debe encajar a Lemar con Costa. El delantero centro da síntomas de ansiedad y desesperación y a la vuelta de la esquina está el examen del Bernabéu contra el Real Madrid. A la vez, mira de reojo la segunda lista de Luis Enrique -4 de octubre- para los partidos contra Gales -amistoso- e Inglaterra -Liga de Naciones-. Entró en la primera convocatoria, pero fue desconvocado para estar en el nacimiento de su hijo. No debería tener problemas para que Luis Enrique volviera a llamarle, pero empieza a necesitar romper con su sequía goleadora para asumir con confianza cualquier rol, en cualquier equipo.

Simeone acabó el partido contra el Huesca afónico y con una sonrisa de oreja a oreja porque el equipo había recuperado la dinámica ganadora con una racha de tres victorias después del pinchazo contra el Eibar (1-1) en el Metropolitano. La victoria en la Champions contra el Mónaco y las dos siguientes en Liga, con la portería a cero, en Getafe (0-2) y Huesca (3-0) han cambiado el gesto en el Cholo. Las alarmas se apagan a tres días del derbi en el Bernabéu, según el argentino, porque el equipo ha reaccionado a un mal inicio de Liga y ahora "es más contundente y vuelve a recuperar el juego asociativo”. No lo debe ver igual Diego Costa, que atraviesa una sequía en los partidos de Liga alarmante: ningún gol en este campeonato y 19 partidos seguidos sin ver portería si sumamos los de la temporada pasada. Su último tanto fue de contraataque en Mónaco, con un pase al primer toque y en profundidad de Griezmann. Ese día no estaba Lemar en el once.

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