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El mosqueo de Simeone con Godín y Costa o por qué cree que el Atlético se desploma
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dos pilares en horas bajas

El mosqueo de Simeone con Godín y Costa o por qué cree que el Atlético se desploma

A Simeone le preocupa el mal rendimiento que está ofreciendo el equipo y, en especial, dos de sus hombres de confianza: Godín y Diego Costa están lejos de su mejor versión

Foto: Simeone junto a Godín tras una comparecencia ante la prensa en un partido de la Champions. (Efe)
Simeone junto a Godín tras una comparecencia ante la prensa en un partido de la Champions. (Efe)

Simeone está algo más que preocupado con la imagen y el rendimiento que está ofreciendo el equipo en un inicio de Liga discreto en juego y con un perfil bastante bajo para su nivel de exigencia. Este no es su Atlético de Madrid. Se le ha caído el equipo que demostró coraje, agresividad y garra en la goleada al Real Madrid que le dio el título de la Supercopa de Europa. De esto hace ya un mes y las alarmas se encienden en el vestuario rojiblanco en un momento inoportuno: empieza la Champions -la obsesión de Simeone- y reclama urgentemente un cambio de actitud y mentalidad para recuperar la esencia y las señas de identidad perdidas, y apunta a que vuelvan a su estado de forma Godín y Diego Costa.

Hay mosqueo en el entrenador del Atlético de Madrid por lo que ha sucedido en las cuatro primeras jornadas de Liga. Sólo ha sido capaz de ganar al Rayo Vallecano, con sufrimiento en el Metropolitano, y lo más grave es que ha entrado en una dinámica extraña. El empate en Valencia, la derrota en Vigo y el punto salvado en el minuto 95 con un gol a la desesperada del canterano Borja Garcés confirman las peores noticias para el Cholo: el equipo carece de solidez atrás y pegada arriba y el rendimiento de dos de sus soldados le tienen mosqueado. Godín y Diego Costa están lejos de su mejor versión y por aquí se están derrumbando los cimientos del mejor Atlético. El central y el delantero fueron de los más destacados en la Supercopa de Europa y hoy viven un inquietante desplome.

Foto: Diego Costa se desespera por una ocasión fallada en el empate contra el Eibar. (Reuters)

Diego Godín ha jugado todos los partidos y minutos de la temporada y no hay una explicación clara de su desmoronamiento. Ha tenido acciones de despistes, falta de concentración y estar lento en la anticipación. Como en el gol del empate de Rodrigo en Mestalla. Acusa la ausencia de Gabi y su experiencia para jugar por delante de los centrales. Se tiene que acoplar a un nuevo mediocentro, más joven y en fase de aprendizaje como Rodrigo Hernández, 'Rodri'. Esa falta de contundencia atrás la ha pagado cara el equipo, que sólo ha sido capaz de dejar la portería a cero en el partido contra el Rayo Vallecano.

Godín, problemas con la renovación

A su bajo rendimiento en el campo no se puede separar las diferencias que tiene con el club sobre la falta de un acuerdo para su renovación. Diego Godín (32 años) acaba contrato en 2019 y niega que haya un principio de acuerdo para ampliar su vinculación más temporadas, tal y como asegura el presidente Enrique Cerezo. En el club siguen la línea de renovar a los jugadores que pasan de los 30 años en función de los partidos jugados y el rendimiento. Juanfran (33 años) aceptó ampliar una temporada más. Hasta el 30 de junio de 2019. Pero con Godín hay diferencias y el uruguayo las desveló tras la Supercopa de Europa con estas declaraciones en la Cope: “No tengo ninguna propuesta de renovación y ya veremos qué pasa estos días. He tenido una oferta importante, pero estoy aquí porque quiero. Lo demás no depende de mí”. Los problemas de Godín son deportivos y extradeportivos.

La ansiedad de Diego Costa

Diego Costa empezó la temporada como un animal con los dos goles al Real Madrid en Tallin, mostrando esa agresividad y energía que le pide Simeone y que le hace ser un incordio para los defensas. Desde entonces no ha vuelto a ver portería y contra el Eibar dio los peores síntomas que puede sufrir un delantero: cayó en la ansiedad. Las consecuencias son la falta de claridad, puntería y confianza que bloquean al goleador del equipo.

Los motivos de su sequía se analizan en el cuerpo técnico y no lo achacan a una falta de preparación física porque el hispano-brasileño renunció a ir con España en el parón de Selecciones. No está desgastado. Su problema reside en la falta de acoplamiento a un nuevo sistema y jugadores. El equipo busca tener más la pelota, hay menos juego directo y los rivales se juntan y dejan menos espacios. Hay nuevos fichajes con los que acoplarse, como Lemar. Y otros como Griezmann no tienen todavía la inspiración ni el mejor tono físico. Costa necesita socios, más verticalidad y balones al espacio. Se ha desconectado.

placeholder Diego Costa se desespera ante el Eibar. (Efe)
Diego Costa se desespera ante el Eibar. (Efe)

Las nuevas órdenes

En este escenario llega el Atlético de Madrid al debut en la Champions contra el Mónaco. Con dos pilares -atrás y delante- en horas bajas y la preocupación de Simeone para volver a edificar un equipo más fiable en defensa, equilibrado en el centro del campo y agresivo arriba. La reforma de una plantilla en la que fueron saliendo Carrasco, Gaitán, Vrsaljko, Gabi, Fernando Torres y Gameiro ha cambiado el diseño con Lemar, Rodrigo, Arias, Gelson y Kalinic. Simeone, en el primer momento crítico de la temporada, tiene trabajo para estrujarse la cabeza y grabar en la de sus jugadores las nuevas órdenes: el Atlético es mejor cuando el equipo está por encima de las individualidades, la concentración es altísima y la intensidad en las acciones revienta a los rivales. El gran objetivo es llegar a la final de la Champions que se juega en el Metropolitano y tiene que servir de escarmiento lo que sucedió el 1 de noviembre de 2017 con el empate ante el Qarabag que les dejó prácticamente eliminados de la máxima competición europea.

Foto: Saúl se dirige a los aficionados rojiblancos. (Reuters)

Simeone está algo más que preocupado con la imagen y el rendimiento que está ofreciendo el equipo en un inicio de Liga discreto en juego y con un perfil bastante bajo para su nivel de exigencia. Este no es su Atlético de Madrid. Se le ha caído el equipo que demostró coraje, agresividad y garra en la goleada al Real Madrid que le dio el título de la Supercopa de Europa. De esto hace ya un mes y las alarmas se encienden en el vestuario rojiblanco en un momento inoportuno: empieza la Champions -la obsesión de Simeone- y reclama urgentemente un cambio de actitud y mentalidad para recuperar la esencia y las señas de identidad perdidas, y apunta a que vuelvan a su estado de forma Godín y Diego Costa.

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