El incendio de Gabi con el escudo que escuece en la directiva del Atlético de Madrid

Han pasado casi 500 días desde que Enrique Cerezo presentó los tiempos modernos del Atlético de Madrid. Un estadio nuevo con cambio de nombre y un escudo tuneado. Desde ese 10 de diciembre de 2016 han surgido voces críticas que acusaban a los dirigentes rojiblancos (Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo) de vender a trozos el club para meter un nuevo accionariado con capital asiático y las consecuencias fatales de producir un desarraigo entre los aficionados. Vale que se cambie de estadio y que se pase de la denominación del Vicente Calderón al Wanda Metropolitano, pero lo de tocar el escudo es pecado para muchos. Atentar contra los sentimientos. Así llevan casi 500 días generándose un movimiento de oposición contra Gil Marín y Cerezo que acabó con un estallido en el partido disputado contra el Deportivo y Gabi, el capitán, echando gasolina al fuego.

Durante el parón de selecciones y la Semana Santa el asunto fue subiendo de temperatura en las redes sociales, con el hastag #ElEscudoNoSeToca, una recogida de firmas que alcanzó la cifra de 20.000 solicitudes y la colaboración de periodistas populares e influyentes, en cierto modo, que se posicionan en contra del club. Desde el fondo sur, durante el partido contra el Deportivo, se encendió la mecha con cánticos contra el palco: “¡No se toca!”. Otro mal trago para la sociedad Gil Marín y Cerezo, que sospechan de una oposición organizada que buscan provocar su dimisión.

Opinión

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"Al aficionado hay que escucharle"

Lo más grave estaba por suceder cuando al final del partido se le fue la lengua al capitán Gabi (35 años) para apoyar la reclamación de este sector crítico. “Cuando a la gente le cambias tantas cosas, al final no se identifica con nada. Al aficionado hay que apoyarle, escucharle y ayudarle. Siempre ha habido unión. Creo que se puede llegar a un entendimiento para estar todos felices”, soltó como una bomba el veterano futbolista en unas declaraciones que han sido recogidas con sorpresa y enfado entre los dirigentes rojiblancos, según ha podido saber El Confidencial.

Hay un buen incendio en el Atlético de Madrid por un asunto extradeportivo y, según fuentes del club, no entienden por qué después de más de un año transcurrido se ha activado esta marea de destrucción y ha degenerado en un ambiente tóxico en las gradas. Dicen en el Atlético de Madrid que por qué ahora y a qué viene a cuento la complicidad de Gabi. Un momento en el que el equipo está segundo en la Liga, ha recortado puntos al Barcelona y es el favorito para ganar la Europa League.

El club no cede a las presiones de la grada

La postura de Gil Marín y Cerezo es firme. El escudo actual no se toca. Pero no se toca porque se va a quedar como está y se considera que se adecua a los tiempos modernos y sólo ha sufrido unos retoques. Que, por cierto, ha sido modificado a lo largo de su historia en doce ocasiones.

En cuanto a Gabi, llama la atención en el club los charcos que ha ido pisando o el exceso de sinceridad que tiene en sus intervenciones públicas durante los últimos meses. A Gabi le rindió un homenaje, con una pancarta que decía ‘Eterno capitán’, el mismo fondo sur que pide volver al escudo anterior. La respuesta del jugador fue publicar un mensaje en las redes sociales, con la foto de la pancarta, dando bola a ese sector con el siguiente mensaje: ‘Los años han pasado y el Frente sigue igual. Eternamente agradecido’. Complicidad con los aficionados y falta de tacto con los dirigentes, el entrenador y algunos compañeros. Porque Gabi es el autor de la frase “La Europa League es una mierda” en una competición donde Simeone marcó como el gran objetivo de la temporada tras el fracaso de la Champions o recriminar públicamente a Griezmann que mientras esté en el Atleti le exige compromiso. Lo último ha sido reabrir el debate del cambio de escudo como portavoz que le dan los galones de capitán y, además, pedir más cantera en el primer equipo con el debut de Carlos Isaac y Toni Moya ante el Depor.

La situación profesional de Gabi es delicada porque, a pesar de que acaba de renovar su contrato automáticamente por haber jugado ya más de 25 partidos, a sus 35 años que va a cumplir en julio va a ver cómo el Cholo apuesta cada vez más por Thomas y un nuevo fichaje, Rodri (Villarreal) que le restará más protagonismo y minutos.