El plan sigue en marcha: Alonso consigue una meritoria cuarta plaza el día del triunfo de Pérez

El Gran Premio de Azerbaiyán concluyó y dejó un fin de semana de pocas sorpresas en la Fórmula 1 más allá de las continuas salidas de los safety-car. La victoria fue para Sergio Pérez, Max Verstappen acabó segundo y Charles Leclerc, tercero. Fernando Alonso terminó cuarto y salió del podio por primera vez en toda la temporada; Carlos Sainz, quinto.

La superioridad de los Red Bull se puso de manifiesto una vez más en la carrera. Se había hablado en la previa de que era un circuito favorable para los Ferrari por la extensa recta que hay en Bakú. Este pronóstico se confirmó en la clasificación del viernes, cuando Leclerc consiguió su primera pole del curso. Lástima que en la carrera le durara tan poco tiempo.

Sergio Pérez es consciente de que sus oportunidades para ganar el Mundial pasan por aprovechar las veces en las que sale en carrera por delante de Verstappen. En esta ocasión empezó segundo por detrás de Leclerc, al que adelantó en cuanto pudo aprovechando la potencia del Red Bull en las rectas. Las caras de Ferrari fueron de resignación por la abultada superioridad de su rival.

La sintonía con Stroll

La salida dejó un detalle que mostró cómo de buena es la convivencia actual en Aston Martin. Stroll estaba rodando más rápido que Alonso, pero le dijo claramente que no estaba entre sus planes adelantarlo. "No voy a atacarte, estamos jugando al mismo juego", pidió por radio que le dijeran a Fernando. El asturiano sabía que tarde o temprano tendría una oportunidad para adelantar a Lewis Hamilton, quinto en ese instante.

El piloto de Mercedes entró rápido en boxes para poner los neumáticos duros, como a posteriori hicieron todos sus rivales. Justo en ese instante, en la vuelta 11, se levantó la bandera amarilla por el accidente de Nyck de Vries, que acabó con una rueda rota. Ahí llegó un safety-car que favoreció a Alonso y a Aston Martin.

Alonso ya estaba por delante de Hamilton cuando se marchó el safety-car, pero tenía otros planes en mente. Por delante estaba Carlos Sainz, que, como confesó en la previa, no terminaba de estar cómodo en el circuito. Fernando vio su debilidad y atacó en la reanudación de la carrera. En efecto, el adelantamiento fue en una cuerva y así consiguió la cuarta plaza. No esperaban eso en Ferrari.

El intento de Verstappen

Leclerc había llegado a ese momento segundo, por delante de Verstappen, que adelantó al monegasco con rapidez porque no quería que se le despegara Pérez. A estas alturas, está claro que el Mundial lo pelearán los Red Bull. Y el mexicano no debe desperdiciar este tipo de oportunidades. La distancia que había conseguido con el neerlandés apenas se redujo en el resto de la carrera. Así cerró su victoria en Azerbaiyán.

Fernando buscó las cosquillas a Leclerc, que se mantuvo tercero pero bien alejado de los Red Bull. Aproximadamente en la mitad de la carrera, Alonso se colocó a menos de un segundo del piloto de Ferrari. Las alarmas se encendieron en la escudería italiana, pero la sangre no llegó al río.

Ferrari respira porque con el tercer puesto de Leclerc consiguen el primer podio de una temporada que ha empezado de manera paupérrima. Lástima para Sainz, que confirmó en la carrera las malas sensaciones del fin de semana. Lo que permanece inalterable, aunque en esta ocasión no estuviera entre los tres primeros, es la tenacidad de Fernando y su resurgir esta temporada. El plan sigue en marcha.