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"De Darth Vader a Luke Skywalker": Carlos Sainz tendrá difícil batir a su antiguo equipo
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EL GRAN IMPULSO QUE TRAE MCLAREN DESDE 2019

"De Darth Vader a Luke Skywalker": Carlos Sainz tendrá difícil batir a su antiguo equipo

La nueva etapa de McLaren ha cuajado en 2020 con un inesperado tercer puesto final. La organización ya engrasada, el motor Mercedes y la llegada de Ricciardo auguran un gran año

Foto: McLaren lograba un inesperado tercer puesto final en 2020 que puede defender en 2021
McLaren lograba un inesperado tercer puesto final en 2020 que puede defender en 2021

Carlos Sainz pilotará el monoplaza más icónico de la Fórmula 1, pero nada garantiza todavía que supere al que ha dejado en Woking. Del tercer equipo de 2020, al sexto final de una Scuderia con la crisis más profunda desde 1992. McLaren confirmó así la transformación sufrida desde el despido definitivo de Ron Dennis y la llegada de Zak Brown. ¿Repetirá la hazaña y en 2021 superará al nuevo equipo de Sainz?

“Siempre pensé en McLaren como Star Wars, pero que se había convertido un poco en Darth Vader, y creo que necesitábamos un poco más de Luke Skywalker” declaraba Brown sobre la transformación vivida estos años y rubricada con ese tercer puesto por detrás de Mercedes y Red Bull. El americano aludía a la antigua imagen que el equipo transmitía en la etapa de Dennis, una organización carcomida por una gestión anquilosada y autocomplaciente que recibía el descabello final de Honda.

En 2021 McLaren se antoja una fuerza incluso más potente. Con un equipo directivo definido y engrasado, la nueva asociación de Mercedes y la llegada de Daniel Ricciardo, Sainz necesitará un notable salto cualitativo de su nuevo equipo para batir al anterior. Sin olvidar ese positivo e informal espíritu que desprende su gente, reflejado en la relación de Sainz y Norris, y ahora con el inefable Ricciardo, en el mejor entorno posible para dar espacio a su genial personalidad. Sin duda, McLaren será en 2021 uno de los equipos más interesantes a seguir tanto fuera como dentro del asfalto.

Zak Brown dió la vuelta a McLaren como un guante, y Seidl y Sainz contribuyeron con su trabajo en la pista

El milagro tras la decadencia

Desde 2008 a 2012, McLaren se clasificó siempre entre la segunda y tercera posición. Hasta el pasado año. Fue entonces cuando se larvaba lenta pero inexorablemente su decadencia por diferentes factores. La estrasférica multa de la FIA por el Spygate en 2007, la salida de Mercedes de su accionariado por diferentes razones, y la pugna interna entre Ron Dennis y el resto de socios. La gran esperanza blanca de Honda transmutó en la época más negra del equipo británico. El divorcio desnudó la fragilidad técnica de sus ingenieros, como evidenciaron los resultados del primer año con el motor Renault. El rendimiento en pista fue el producto final de semejante proceso.

Zak Brown tuvo que hacer tabla rasa. “El patrocinio era de los tiempos de Vodafone, Johnie Walker…El coche estaba limpio, y hechos son hechos, éramos novenos en el campeonato. Y todo ello se evidenciaba en el personal, cuando entrabas estaban las cabezas agachadas, no altas”, explicaba el americano a la publicación británica Autosport. De personalidad pragmática y en las antípodas de Ron Dennis, insuflo a McLaren nuevos aires en todos los sentidos. Para empezar, incrementando el portfolio de patrocinadores con una política radicalmente opuesta a los aires ‘premium’ del británico, tan poco lucrativos comercialmente.

Pero nadie hubiera dado un duro por McLaren este marzo tras la explosión de la pandemia. Golpeada la sección de McLaren Automotive con efecto dominó para el resto del grupo, con reducción de plantilla y necesidad créditos para salvar la falta de liquidez, el tercer puesto final se antoja una suerte de milagro que ha galvanizado y reforzado al equipo liderado por uno de los mejores gestores de la parrila, Andreas Seidl, y por un director técnico, James Key, que firmará íntegramente su primer proyecto para 2021. Uno de los técnicos más reputados de la parrilla juega, por fin, en una liga diferente a la de Sauber o Toro Rosso.

El espaldarazo de Ricciardo

McLaren sigue imprimiendo inercia en su curva ascendente, y la próxima temporada ofrece perspectivas para renovar esa tercera posición final. De momento, recupera el motor Mercedes híbrido que abandonó con la llegada de Honda en 2015. “Prácticamente es un coche nuevo, el número de piezas en el MCL35M es igual que cuando hicimos el MCL35” reconoce el Director de Producción del equipo, Piers Thynne. Porque es necesario adaptar toda la nueva estructura y arquitectura (refrigeración, sistemas eléctricos) del motor alemán. Key habrá integrado el motor con un concepto aerodinámico que podría suponer un nuevo salto cualitativo para McLaren. El ingeniero empezó en 2020 con las evoluciones introducidas durante la temporada antes de la homologación del MCL35M, por lo que cabe esperar un monoplaza competitivo y tan polivalente en todo tipo de circuitos como la pasada temporada. Pero ahora con motor Mercedes tras el habitáculo.

El espaldarazo definitivo puede llegar con Daniel Ricciardo. La exuberante, cálida y divertida personalidad del australiano encontrará el mejor entorno en McLaren que, efectivamente, ha adquirido estos años ese perfil ‘Luke Skywalker’ personalizado en Sainz y Norris, cuya química natural disparó los objetivos de Brown. Sin duda, McLaren potenciará ese singular perfil del australiano que hará del británico uno de los equipos más atractivos desde el punto de vista mediático, con grandes momentos para los aficionados.

Pero es en la pista donde un piloto justifica el salario. Su impacto en el McLaren será igual o superior al de Renault, especialmente potente a medida que avanzaba la temporada 2020. “Daniel es extraordinario”, sentenciaba el responsable técnico de Alpine, Pat Fry, quien se reencontrará con Fernando Alonso, pero que se deshacía en elogios hacia las cualidades de Ricciardo, “es muy rápido y muy sensato. Pero creo que cuando ves su parte motivadora hacia un equipo, algo que a veces se olvida, es fantástico. Incluso cuando tienes una sesión que no es tan buena como debiera, siempre ve el beneficio de lo que ha aprendido, con ese ese enfoque de “mañana será mejor”. Es una forma magnífica de arrastrar a un equipo y unirle. Es realmente sobresaliente y excepcional”.

Subidos a la ola buena

McLaren se beneficiará así de un ‘cachondo mental’, pero también de un piloto en su madurez. “Nos traerá un toque ligero y jovial en algunos casos. Es una gran personalidad fuera del coche, pero también cuenta con una gran experiencia y una enorme determinación. Es lo que siempre me ha impresionado de él, especialmente cuando pilota. Escuchas sus mensajes de radio, y son muy diferentes al personaje relajado que está fuera del coche”, explica al respecto James Key, quien coincidió con el australiano en Toro Rosso, pero quien encontrará ahora el añadido de su experiencia acumulada en Red Bull y Renault.

Daniel Ricciardo será uno gran activo para reforzar el momento dulce que vive McLaren, un proceso con ecos de otros equipos al alza en el pasado. “Si ves los últimos dos dominios (en la Fórmula 1), a Mercedes les llevó tiempo para lograr ese impulso y llegar donde están, una vez ahí son duros de desbancar. Antes fue Red Bull, también les llevó tiempo estar ahí. Así que esta es una cuestión de impulso, y creo que nosotros lo tenemos ahora. Aunque aún nos queda camino”. Carlos Sainz lo comprobará, según vea por delante o por detrás a su antiguo monoplaza papaya en los grandes premios de 2020.

Carlos Sainz pilotará el monoplaza más icónico de la Fórmula 1, pero nada garantiza todavía que supere al que ha dejado en Woking. Del tercer equipo de 2020, al sexto final de una Scuderia con la crisis más profunda desde 1992. McLaren confirmó así la transformación sufrida desde el despido definitivo de Ron Dennis y la llegada de Zak Brown. ¿Repetirá la hazaña y en 2021 superará al nuevo equipo de Sainz?

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