La única razón por la que Fernando Alonso se la juega en las 24 Horas de Daytona

¿Por qué quiere correr Fernando Alonso las 24 Horas de Daytona? ¿Qué busca puntualmente en una carrera cuyo campeonato no va a disputar en 2019? “Quiero ser el mejor piloto del mundo. En Fórmula 1 ya he conseguido más de lo que pude soñar. Hay otras categorías que me ofrecen más desafíos ahora. Otras maneras de entender las carreras”, anticipaba en Spa el pasado año.

Es consenso general que la Fórmula 1 no ha compensado en títulos suficientes su talento e intensidad competitiva, por lo que Alonso emprendía otros caminos para imprimir una huella única en la historia del automovilismo. “Quiero ser el mejor piloto del mundo”, reivindicaba en Sochi, un mensaje articulado de formas diferentes en estos últimos meses. Con el próximo desafío de las 500 Millas Indianápolis en mayo, si Alonso triunfara este fin de semana en Daytona daría un paso más para completar el palmarés más completo de la historia. Y cuenta con serias opciones para llevarse su segunda carrera de 24 Horas. Pero aquel “veni, vidi, vici” de las 24 Horas de Le Mans no se repite fácilmente todos los días.

"Algo que no se haya hecho antes"

“No voy a esconder que la Triple Corona es uno de los objetivos que más me atrae desde el año pasado. Ya tengo dos de las tres partes, es algo atractivo. Pero ya veremos. Yo creo que se pueden añadir incluso más cosas”, advertía premonitoriamente en Spa, “ya hay un hombre que lo ha hecho (Hill y la Triple Corona) así que hay que buscar algo que nunca se haya hecho antes en la historia. Me gustaría ver o encontrar objetivos de cara al año que viene que me puedan ofrecer retos nunca antes intentados en la historia del deporte”. Pues las 24 Horas de Daytona para empezar, una de esas “carreras icónicas” a las que tantas veces se ha referido.

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A Fernando Alonso nunca se le escuchó que un determinado coche de carreras no “encajara con su estilo de pilotaje”, como otros muchos pilotos, porque le ha distinguido su capacidad de adaptación a cualquier montura. Y más en estos tiempos donde cada disciplina se ha convertido en un sofisticado nicho de evolución tecnológica. Experimentar diferentes etapas técnicas de la Fórmula 1 se lo confirmaron (diferentes motores, neumáticos y reglamentos aerodinámicos) y su paso por las 500 Millas de Indianápolis remató el cambio -o evolución- en su mentalidad y ambición como piloto. Nacía un nuevo Fernando Alonso.

¿Campeón del Mundo de Fórmula 1? Afirmativo, y dos veces. ¿GP Mónaco? Correcto. ¿24 Horas de Le Mans? Ese increíble diamante de la Corona, a la primera. ¿Campeón del Mundo de Resistencia? De momento, con serias opciones hasta junio como líder del WEC. ¿24 Horas de Daytona? Si Alonso las ganara este fin de semana, un triunfo en las próximas 500 Millas cerrarían esos "retos nunca antes intentados en la historia del deporte”. Graham Hill no ganó en Daytona. Mario Andretti sí lo hizo en 1972 (con el mítico Jacky Icks), una edición puntual de solo seis horas de duración. El americano, prodigio de polivalencia, ganó en las 500 Millas de Daytona en la Nascar, aunque solo pudo terminar segundo en las 24 Horas de Le Mans de 1995 y no tiene Mónaco en su bolsillo. Si Alonso ganara en Daytona e Indianápolis y WEC, nadie contaría con semejante palmarés a tan alto nivel. Quedaría por confirmar o no en el futuro un asalto al campeonato IndyCar americano, que sí han ganado campeones del mundo como Emerson Fittipaldi, Mario Andretti o Nigel Mansell. Ninguno de ellos con la Triple Corona.

Pero antes hay que triunfar en este auténtico agujero negro que son las 24 Horas de Daytona, como bien sabe todo veterano de esta carrera. Además, Alonso se enfrentará este fin de semana con un superior nivel de competencia que en Le Mans. Pero se ha asegurado en esta edición los mejores socios, tanto por equipo, como por coche y compañeros de carrera.

Claras opciones de victoria, pero...

A título personal, el Alonso de United Autosports en 2018 no es ya el que pilotará el Cadillac del equipo Wayne Taylor Racing de 2019. El español llegaba hace un año a Daytona sin experiencia en coches cerrados y carreras de larga duración con intenso tráfico de coches y pilotos de diferentes categorías y niveles. Hoy, la historia es diferente tras la pasada temporada con Toyota en el WEC, Le Máns incluido. Hoy, Alonso conoce ya la dinámica de una carrera con alto porcentaje de conducción nocturna, en un trazado ratonero de tráfico intenso e impredecible. Consistencia de ritmo, gestión de los doblados en partes clave del trazado, estado de la montura y los neumáticos... y que la ruleta rusa de la suerte acompañe son todos factores cruciales e insalvables, como en toda carrera de larga duración.

Alonso y sus compañeros aspiran realmente a la victoria absoluta gracias a un verdadero ‘equipazo’. Además de Kamui Kobayashi (compañero en Toyota) también le acompaña el holandés Rengen Van der Zarde, autor de la ‘pole’ el pasado año. Además del americano Jordan Taylor quien, además de su particular humor, también sabe lo que es ganar en las 24 Horas de Daytona.

Pero los demás no son mancos. Un vistazo al listado de inscritos confirma el extraordinario nivel de esta edición. Casi todos los coches de su categoría (Dpi) cuentan al menos con algún ex piloto de Fórmula 1 o ganador de Le Mans. El reglamento del campeonato IMSA busca la mayor igualdad posible en los once Mazda, Cadillac y Accura que aspiran a la victoria entre los 47 inscritos de todas las categorías. Entre ellos también estarán los españoles Antonio García, Miguel Molina, y Alex Riberas, en distinta categoría a la del español. Aunque el equipo de Alonso parte como claro favorito, en este tipo de carreras el piloto propone, pero las 24 horas disponen...