La odisea de Sainz y sus ganas de vomitar: "Al principio me escupía agua a la cara"

Normalmente, en F1 para juzgar el resultado en una carrera de un piloto se debe esperar a sus declaraciones y las del equipo para conocer exactamente la película. En el caso de este GP de Australia con Carlos Sainz, el punto logrado (terminó décimo) tiene un sabor épico por las circunstancias físicas: "Al final estoy contento por salvar el punto, ha habido un momento en el que casi me pongo a vomitar, lo he pasado muy mal". El madrileño explicó que un problema con la bomba de agua que permite a los pilotos beber durante la carrera provocó que estuviera recibiendo agua en la cara y que tuviera que beber más líquido del esperado, lo cual ha provocado que luego tuviera un corte de digestión.

"Durante las primeras diez o quince vueltas me escupía agua a la cara, bebía mucho. Al salir el coche de seguridad tenía mucho líquido en el estómago y no me encontraba bien. He podido sobrevivir y he llegado a la meta como he podido", comentó el piloto de Renault.

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Víctor García

Sainz recordó que al tener tanta agua en el estómago, las fuerzas 'g' que soportan los pilotos del monoplaza se notan y le provocaron este corte de digestión. "Es difícil evaluar el coche cuando vas tan incómodo (...). Si no vas cómodo, no te encuentras bien, no puedes ir al límite, no vas al cien por cien", finalizó. No obstante, en esta carrera, con un coche inferior al de sus rivales, era más una prueba de sacar codos que de ir al límite para presionar al de delante puesto que es complicado efectuar adelantamientos.