Vuelta a 1992: lo que Penélope Cruz pensó de Javier Bardem cuando le conoció

2022. Penélope Cruz y Javier Bardem son la pareja más exitosa del cine con eñe. Ella, cuatro nominaciones al Oscar; una victoria —por 'Vicky Cristina Barcelona'— en 2009. Mejor actriz secundaria. Él, cuatro nominaciones al Oscar también. Ganador a la estatuilla a mejor actor de reparto en 2008 por 'No es país para viejos'. Ella con Woody Allen. Él con los hermanos Coen. Tótems del cine entre los cines. Nunca jamás una pareja de españoles había llegado tan lejos en la industria de las industrias del séptimo arte. Y, este año, los dos al mismo tiempo peleando por poner otra pica en Hollywood. Penélope Cruz como mejor actriz protagonista en 'Madres paralelas', de Almodóvar. Javier Bardem como mejor actor protagonista por 'Being the Ricardos', de Aaron Sorkin. El próximo 27 de marzo conoceremos el desenlace durante la 94.ª edición de los Oscar, que se celebrará, de nuevo, en el Dolby Theatre de Los Ángeles. Cruz compite contra Nicole Kidman, Jessica Chastain, Olivia Colman y Kristen Stewart. Bardem lo hace contra Denzel Washington, Benedict Cumberbacht, Andrew Garfield y Will Smith.

Treinta años antes. 1992. Siria y el Líbano se encuentran en medio de las conversaciones de paz. La guerra serbo-bosnia sacude Europa. España se encuentra inmersa en la organización de la Expo y los Juegos Olímpicos de Barcelona. Antonio Banderas rueda su primera película es Estados Unidos, 'Los reyes del mambo', de Arne Glimcher. Y ese mismo año se estrena la primera película en la que Penélope Cruz y Javier Bardem comparten pantalla. Es 'Jamón, jamón', de Bigas Luna, uno de los cineastas más carnales y hedonistas de la cinematografía patria. Bardem interpreta a Raúl, un tipo "un poco chuleta", necesitado de cariño y que "come ajos todo el tiempo y trabaja en un almacén de jamones". Cruz interpreta a Silvia —"hija de la propietaria de un puticlub"—, que se queda embarazada de José Luis (Jordi Mollá). La madre de este último contrata a Raúl para que seduzca a la chica y así eximir a su hijo de las responsabilidades paternofiliales.

En el momento del estreno, Penélope contaba con 18 años. Era su primer largo. Hasta entonces había participado en algún que otro capítulo televisivo y había protagonizado el videoclip 'La fuerza del destino', de Mecano. Su melena rizada, sus labios voluptuosos y su desparpajo habían atraído el foco hacia ella. Él, entonces con 23 años, era hijo, sobrino y nieto de cineastas y cómicos, y había comenzado su carrera vestido de Superman en la televisión con Pepe Navarro. "Yo soy una niña de clase baja que trabaja en la carretera; mi madre es prostituta, no tenemos un duro, pero cuando podemos hacemos tortillas para las fiestas, porque se nos da muy bien. Yo trabajo en una fábrica de calzoncillos y el dueño de la fábrica es el padre de mi novio y, cuando me quedo embarazada y se lo cuento a mi novio, decidimos casarnos", explica Penélope Cruz en una entrevista de la época.

Pero ya entonces, cuando nombra a Bardem, aparece fugaz un destello, una sonrisa diferente: "La madre de mi novio contrata un tío, Javier Bardem, que hace de chulito y de no sé qué, para que me persiga y nuestra relación se rompa. Y este tío que empieza a perseguirme por dinero, al final, termina obsesionado conmigo y yo termino enamorada de él", explica, jovencísima. En otra entrevista, aguanta dignísima las impertinencias de Carlos Ferrando, que le pregunta por qué tiene tanto éxito si ni es "tan alta ni tan guapa ni te has puesto silicona". Pura misoginia.

Bigas Luna había trabajado con el actor en 'Las edades de Lulú' dos años antes. De él dijo que era "una fuerza de la naturaleza, un hombre directo", un tipo que estaba orgulloso de sus andares chulescos, un seductor con aires de matador, de torero, pero con un lado sensible que —como personaje— "en el fondo es tan noble como los animales que le gustaría torear". Ella es pura energía y descaro, pero también la inocencia que la llevará a interpretar a Luz, la menor de las hermanas de 'Belle époque'. La nominación al Oscar a mejor película extranjera del filme de Fernando Trueba le abrió —unos años después— las puertas de Hollywood, primero como latina estereotípica, luego como estrella con nombre propio.

Fue durante la promoción de 'Entre las piernas' (1999), de Manuel Gómez Pereira, cuando a Bardem le empezaron a llegar ofertas internacionales. A finales de los noventa, Antonio Banderas era el gran peregrino; había compartido reparto con Tom Cruise y Brad Pitt en 'Entrevista con el vampiro' (1994) y con Madonna en 'Evita' (1996). El gran salto de charco de Bardem ocurrió en el año 2000, con 'Antes que anochezca'. Julian Schnabel eligió al actor para dar vida al poeta Reinaldo Arenas en una interpretación que consiguió una nominación al Oscar a mejor actor protagonista. Cuatro años antes, en una —ahora— improbable entrevista con Carlos Herrera, Bardem recela del salto a Hollywood: "Yo tengo dos cosas claras con Banderas: es el 'boss', el amo indiscutible de este país a nivel internacional, y le admiro por estar ahí, tener la cabeza donde la tiene, porque yo soy famoso en mi barrio y ya me desequilibra. Imagínate si me voy a cualquier país del mundo y me conocen. Yo nunca podría aguantar la presión de este señor, por lo que prefiero quedarme en España".

A medida que sus trayectorias crecían en paralelo, Cruz y Bardem iban coincidiendo en los sets de rodaje: 'Carne trémula', por ejemplo. Hasta que el primer proyecto de Woody Allen en España, 'Vicky Cristina Barcelona', en 2008, los volvió a unir. Ahí, aparentemente, surgió el amor: dos de las estrellas más grandes del cine español, empezaban a formar una familia. Después, volvieron a coincidir en varios proyectos: el último en 'Todos lo saben', del iraní Asgar Farhadi, en 2018. "Desde que somos pareja hemos trabajado juntos dos veces", explicaba entonces en una entrevista. "En 'El consejero' de Ridley Scott no compartimos ninguna escena juntos, así que no lo cuento como trabajo en pareja. Pero en las otras dos [en 'Todos lo saben', de Asgar Farhadi, y en 'Loving Pablo', de Fernando León de Aranoa], no lo vemos algo que nos gustaría hacer muy de seguido. Me encanta trabajar con él de vez en cuando, pero tampoco hay que forzarlo ni en una dirección ni en otra". En otra entrevista, Cruz admite que trabajar juntos habitualmente sería arriesgado.

Hoy se han convertido en la pareja de actores españoles más internacional y, a la vez, más discreta. Mientras cuidan su vida privada al máximo para que no trascienda a los medios, su carrera en el cine les ha llevado a trabajar con los más grandes. Nunca antes había ocurrido que dos actores españoles consiguieran superar el muro cultural de esta manera. Queda por ver si, si consiguen de nuevo una estatuilla, consiguen replicar el éxito y el prestigio indiscutible que tienen en Hollywood dentro de nuestras fronteras. Porque ellos sí son marca España, le pese a quien le pese.